El modelo EFQM en sanidad aporta las herramientas necesarias para que los sistemas de gestión sanitarios estén orientados hacia la excelencia.
El modelo de EFQM en sanidad surgió en los años 80 en Europa y actualmente es uno de los principales sistemas de gestión que se están empleando dentro del sistema sanitario europeo, encaminado fundamentalmente hacia la excelencia.
Es vital para la dirección de una organización que quiera ser sostenible en el largo plazo. Cuenta con reconocimiento a nivel mundial y puede ser aplicable a cualquier sector, estructura y tamaño; no solo en el campo sanitario. Está conformado por una serie de criterios basados en buenas prácticas y su objetivo es servir de soporte o de guía a las organizaciones a la hora de modificar y de optimizar tanto su gestión como su rendimiento.
El modelo europeo de EFQM destaca por ser un sistema de autoevaluación y su enfoque teórico hacia la excelencia o “calidad total”. Además, ayuda a las organizaciones a alcanzar el éxito, así como a crear valor sostenible, y para ello permite identificar aquellas brechas y posibles soluciones a las mismas. Esto favorecerá un progreso y mejora significativa en el rendimiento de la organización sanitaria.
Qué son organizaciones excelentes para el modelo EFQM en sanidad
La Fundación Europea para la Gestión de la Calidad, o EFQM por sus siglas en inglés, define como organizaciones excelentes a aquellas “que logran y mantienen niveles sobresalientes de rendimiento que satisfacen o exceden las expectativas de todos sus grupos de interés”. De esta manera, establece el nivel de excelencia de una organización por su capacidad de añadir valor a sus grupos de interés. Además, el uso de este modelo favorece el poder contemplar la organización sanitaria en su conjunto, un sistema complejo donde interactúan varios actores.
Estructura y contenido: el esquema REDER
El esquema REDER consiste en una herramienta dentro del modelo EFQM de gestión que facilita esa evaluación sobre el rendimiento de la organización. En concreto, se estructura en tres bloques que identifican las necesidades de la organización a la hora de obtener unos resultados de éxito:
Dirección
¿Por qué existe la organización y cuál es su propósito? ¿Cuenta con estrategia a seguir? Esta debe ser la encargada de marcar la ruta, el rumbo de la organización. Para que la organización logre excelentes resultados y esté bien preparada para el futuro, lo idóneo es el fomento de una cultura de organización, menos centrada en el control y en el mando, y más en la colaboración. Además, es necesario en este punto la definición de un propósito y el desarrollo de una estrategia de futuro centrada en crear valor sostenible.
Ejecución
¿Cómo cumple con sus objetivos y desarrolla su estrategia? Es importante que tenga lugar la puesta y ejecución de esa estrategia previamente diseñada, que impulse aquellos cambios necesarios para un mayor éxito y rendimiento, y se implique a figuras clave de la organización. En definitiva, se facilite una mayor preparación de cara a retos futuros. Para ello es necesario crear una visión ambiciosa, construir una cultura de éxito aparte de definir un propósito inspirador.
Resultados
¿Qué se ha logrado hasta el momento y qué se quiere lograr en el futuro? Se centra en los resultados basados en el feedback de los grupos de interés clave y se pueden obtener a través de diferentes fuentes, como encuestas, redes sociales, reconocimientos externos, medios de comunicación, quejas y reclamaciones, etc. Aquí se deben medir los pasos dados en la dirección y ejecución anteriores, incluyendo una previsión a futuro que incorpore aquellas mejoras que fueran necesarias dentro del sistema de gestión.
Niveles de excelencia
Para certificar el nivel de calidad en la gestión, muchas organizaciones solicitan a la
Fundación Europea para la Gestión de la Calidad una valoración de la misma. Tras ello, concede lo que se conoce como el sello EFQM, una especie de puntuación que variará en función de su nivel de excelencia. En concreto, se encuentran cuatro niveles diferentes:
- Excelencia europea +500 puntos EFQM
- Excelencia europea +400 puntos EFQM
- Excelencia europea +300 puntos EFQM
- Compromiso hacia la excelencia +200 puntos EFQM
A partir de esta autoevaluación, el modelo EFQM permite vislumbrar si esa gestión es eficiente y cumple con sus compromisos y estrategias marcadas, a la vez que favorece la puesta en marcha de planes de mejora continuada.
El modelo EFQM en sanidad aporta los elementos necesarios para desarrollar y orientar a las organizaciones sanitarias hacia un sistema de gestión orientado a la excelencia, para la que es fundamental siempre la formación del profesional sanitario con posgrados como el Máster en Gestión de Enfermería online de UNIR.