UNIR Revista
La naprotecnología es una novedosa ciencia reproductiva que busca solucionar el problema de salud que lleva a la infertilidad de una pareja para tratarlo y facilitar la reproducción natural.
La naprotecnología o tecnología de procreación natural consiste en una nueva ciencia reproductiva que, a diferencia de las técnicas de reproducción asistida, busca cuáles son las causas de la infertilidad de la pareja para intentar solucionarlas con los tratamientos médicos pertinentes. Después, coopera con el ciclo de fertilidad de la mujer para que pueda concebir un hijo de forma natural.
Esta metodología es originaria de Estados Unidos y fue creada en los años 90 en el Instituto San Pablo VI de Omaha (Nebraska) por el ginecólogo y obstetra Thomas Hilgers. Está implantada desde hace años en países como Polonia, Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido o Alemania. En España su presencia es limitada y su aplicación y uso se realiza fundamentalmente en clínicas privadas de fertilidad.
Identifica el problema de infertilidad
En concreto, la naprotecnología consigue identificar el problema que provoca la infertilidad en la pareja en casi la totalidad de los casos (99,5 %), y más de la mitad de las actuaciones clínicas que optan por esta metodología logran ser exitosas.
Con este novedoso método se intentan solucionar las patologías que ocasionan la infertilidad tanto en el hombre como en la mujer. A veces una intolerancia alimentaria, una enfermedad autoinmune o incluso una alteración hormonal, puede impedir la consecución de un embarazo de forma satisfactoria. Aunque también pueden ser causa de infertilidad la endometriosis, defectos de ovulación o una reducción del moco cervical en la mujer. Todos estos son problemas de salud que abordan los protocolos utilizados por la naprotecnología.
Se trata de un método no invasivo, fruto de muchos años de investigación, y que trata la infertilidad como un síntoma, no como una enfermedad en sí.
El modelo Creighton
El doctor Hilgers, creador del modelo Creighton, analizó durante años el ciclo menstrual de la mujer con problemas para tener hijos y elaboró un método basado en el conocimiento de la fertilidad; una vía natural de planificación familiar que concretamente se basa en el estudio exhaustivo del flujo cervical de la mujer.
La mujer realiza un registro ginecológico diario de su ciclo de ovulación y logra identificar cuáles son los días fértiles de su ciclo, donde el moco cervical es más elástico, lubricante y transparente.
De esta forma, es capaz de decidir qué días son los más propicios para mantener relaciones sexuales que culminen en un embarazo, al mismo tiempo que se pueden detectar las posibles alteraciones que se estén dando en el ciclo fértil de la mujer, instaurando, en consecuencia, una terapia médica que permita restablecer las condiciones óptimas para la concepción.
En el caso del varón, también se estudian cuáles pueden ser las causas de su infertilidad para poder establecer un tratamiento médico que lo solucione.
Sin dilemas éticos
Muchas parejas recurren a este método por sus convicciones morales o religiosas, ya que no implica la manipulación de embriones, ni tampoco es invasiva. No sustituye al método de procreación natural sino que su objetivo es identificar las causas de infertilidad en la pareja, abordar el problema desde la raíz para ponerle solución y, finalmente, que la pareja pueda planificar de forma natural el embarazo.
En muchos casos, las técnicas de reproducción asistida son costosas y, en ciertos casos, pueden tener complicaciones médicas y/o efectos secundarios, que con la naprotecnología se evitan.
Para un mejor asesoramiento de las parejas en estos procedimientos puede ser útil la formación que brinda el Máster en Bioética de UNIR, con el que conocer las implicaciones éticas de las decisiones médicas y procedimientos en este ámbito.
La naprotecnología identifica el problema de salud que produce en hombres o mujeres dificultades para procrear, toma decisiones clínicas estudiando el ciclo menstrual de la mujer, para lograr un embarazo de forma natural.