UNIR Revista
La nutrigenómica parte de la base de que la dieta es fundamental en el estado de salud de una persona estudiando la interacción de los nutrientes de los alimentos con los genomas.
La nutrigenómica o nutrición personalizada basada en la genética es la parte de la ciencia que estudia la interacción de los alimentos con el genoma. Es decir, analiza cómo los nutrientes y los genes interactúan, y cómo determinadas variaciones genéticas pueden favorecer distintas respuestas a los alimentos. ¿El objetivo? Utilizar la dieta para prevenir o mejorar algunas enfermedades.
La nutrigenómica surgió en el año 2000 y hoy en día, las principales líneas de investigación en este ámbito están centradas en las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en España, así como en el estudio de la obesidad y del sobrepeso.
La dieta de una persona es fundamental y determina su estado de salud. Las patologías más prevalentes como las cardiovasculares, el cáncer o la diabetes, no solo tienen determinantes genéticos; también son consecuencia de nuestra interacción con los factores ambientales que nos rodean, entre ellos, la alimentación.
Previsiblemente, si mantenemos una dieta poco equilibrada podemos padecer alguna enfermedad de las descritas anteriormente. Sabemos que siguiendo dietas equilibradas, como la llamada dieta mediterránea —la principal recomendada por las instituciones sanitarias— es previsible que evitemos ciertas patologías.
Así, no todas las personas tenemos el mismo riesgo de contraer enfermedades, ni todas las personas respondemos igual a todos los factores ambientales. Incluso los miembros de una misma familia en muchos casos pueden contraer una u otra enfermedad en función de su predisposición genética o de sus hábitos de vida, en los que se enmarca la alimentación, y que influyen o pueden modular la genética de la persona.
De ahí que la nutrigenómica surja como una nueva aproximación a la investigación en nutrición y una nueva vía para el diseño de alimentos funcionales para el control de determinadas enfermedades (por ejemplo, el impacto de determinados nutrientes sobre la salud de la persona, así como sus mecanismos de acción).
Posibles aplicaciones de la nutrigenómica
Aunque a día de hoy son pocos los pasos que se han dado en este campo, si bien con grandes éxitos, la nutrición personalizada basada en la genética se emplea para analizar cómo la alimentación afecta al genoma de la persona —y a su salud, en definitiva— e intenta dilucidar cuál es el riesgo de que una persona presente enfermedades.
Tiene como objetivo final la adaptación de la nutrición al perfil genético de la persona para así mejorar su salud. Esta disciplina también está encaminada al diseño de nuevos alimentos y abre una nueva vía para el tratamiento de muchas enfermedades crónicas.
Es por ello por lo que la nutrigenómica puede representar una herramienta de prevención y tratamiento de enfermedades. Podría igualmente llevar a dietas personalizadas en función de cuál sea la composición genética del individuo y sus necesidades, y ofrece esperanzas a la hora de mejorar la salud de las personas.
Las diferencias entre nutrigenética y nutrigenómica
Ahora bien, hay que tener cuidado porque a menudo los conceptos de nutrigenómica y nutrigenética se confunden, cuando no son lo mismo. Ambos forman parte de lo que se conoce como genómica nutricional y tienen por objetivo utilizar la dieta para prevenir o tratar enfermedades.
No obstante, la nutrigenética analiza concretamente cuáles son las variantes genéticas que predisponen a una persona a padecer una enfermedad y cuál es su riesgo de desarrollarla, para después aconsejar una determinada dieta que pueda reducir el riesgo de esa persona a contraer una determinada patología.
En este sentido, el Máster en Nutrición Personalizada de UNIR ofrece los últimos avances y conocimientos en la materia, enfocados a la consecución de una alimentación individualizada, contemplando factores externos e internos del individuo.
En resumen, la nutrigenómica busca dotar de una explicación al modo en el que los productos químicos ingeridos por la dieta, los nutrientes, pueden alterar la salud de una persona, y además modificar lo que está establecido en la genética de la persona.