UNIR Revista
La estructura de un hospital es clave a la hora de conseguir una excelente atención médica a los pacientes, garantizando el uso adecuado de los recursos y herramientas necesarias.
Que un hospital siga un organigrama estructurado es fundamental de cara a lograr la mejor calidad en sus atenciones a los pacientes. El organigrama de un hospital se corresponde con su jerarquía: es la representación gráfica de cómo se estructura la institución, la forma en la que se establecen y clasifican las tareas y responsabilidades de todos los profesionales que trabajan en ella de acuerdo a su rango.
Hay diversos tipos de organización para las empresas o instituciones como puede ser un hospital. Desde la clásica que mantienen casi todos los hospitales españoles hasta el organigrama funcional de un hospital, con pocos directivos en la cúpula y más personas en la parte inferior, o bien en forma de matriz, con menos jerarquía, estructura horizontal y mayor posibilidad de innovar y adaptarse.
Generalmente, los hospitales de la Seguridad Social españoles siguen una organización clásica, situando en la parte alta de la jerarquía hospitalaria al equipo directivo u órganos de dirección encargados de coordinar el hospital. Si se trata de un hospital privado la jerarquía suele mantenerse salvo en los puestos directivos, ya que los gerentes habitualmente deben responder frente a una junta directiva.
La máxima autoridad del hospital: el gerente o director
En el primer estamento, en el puesto más importante del hospital, se encontraría la gerencia. Es el máximo responsable o autoridad de la institución sanitaria, la principal figura del organigrama. Es el gerente o director del hospital, clave en la organización del centro. Debe velar por la gestión del mismo, su organización, actividades y trabajadores. Asimismo, por cumplir la normativa estatal en todos los procesos que se realicen dentro del hospital. Entre sus labores se encuentra también la de supervisar todas las actividades que tienen lugar en el centro en cada uno de los departamentos.
En definitiva, su misión es que todo funcione correctamente y que se cumplan todos los objetivos marcados, con el paciente como centro de sus actuaciones. Para ello, tiene que garantizar que los profesionales cuentan con los recursos y herramientas necesarias para su desempeño diario. En caso de que el director o gerente del hospital no esté disponible o falte, en su lugar puede ejercer este papel el director médico del centro. En caso de que te interese este rol, el Máster en Dirección y Gestión Sanitaria de UNIR te prepara para ser un experto en la planificación y administración de un centro sanitario.
Bajo el paraguas del director gerente se sitúan las diferentes divisiones médicas:
- Dirección médica.
- Dirección de enfermería.
- Dirección de gestión y servicios generales, donde pueden englobarse el área de recursos humanos, el área de calidad y de organización, así como la dirección económica y administrativa.
De cada una de estas tres divisiones se derivan los diferentes departamentos y servicios del hospital.
División médica
En la división médica el principal puesto lo ocupa el director médico. En algunos casos también hay un subdirector médico, aunque todo depende de la complejidad del hospital.
Su responsabilidad consiste en organizar y velar por la calidad de la asistencia sanitaria, la seguridad clínica del paciente, la docencia y la investigación de los trabajadores del hospital o departamentos que de él dependan, así como de supervisar y coordinar el funcionamiento de los servicios y unidades clínicas.
Dentro de esta parte del organigrama hospitalario se encuentran también los jefes de servicio, a los que les siguen los jefes de sección, los médicos adjuntos o facultativos especialistas de área y, en último lugar, los residentes o facultativos en periodo de formación. A estos, el número que les acompaña se corresponde con el año de formación en el que se encuentren, es decir, un “R1” sería un residente de primer año, mientras que un “R4” se identificaría con un residente de cuarto año.
Aquí se enmarcan todas las especialidades y servicios médicos con los que cuente el centro hospitalario, como pueden ser las Urgencias, el departamento o servicio de Medicina Interna, la farmacia del hospital, el servicio de Pediatría, de Cardiología, etc.
División de enfermería
Seguidamente se encontraría la división de enfermería, con el director de enfermería como máxima autoridad y encargado de gestionar la organización y coordinación, así como de supervisar y evaluar la calidad de las tareas asistenciales que desempeñan distintas unidades de enfermería con las que cuente el centro hospitalario, promoviendo en todo momento la seguridad clínica del paciente, la docencia, la investigación o la calidad asistencial.
Dentro de esta área siguen al director y subdirector de enfermería —si lo hubiera— el supervisor de área o bien los adjuntos de enfermería. Tras ellos, en la jerarquía del hospital se sitúan los profesionales de Enfermería, diplomados universitarios o ayudantes técnicos sanitarios (ATS).
Para un mejor desempeño de sus funciones, el director de enfermería debe contar con formación constante como la que brinda el Máster en Gestión de Enfermería, o bien, el Máster en Seguridad del Paciente.
División de gestión y servicios generales
Por otro lado, se encontraría la división o dirección de gestión y servicios generales, con el director de gestión y servicios generales al mando. En concreto, sus principales tareas se resumen en coordinar, dirigir y evaluar el funcionamiento de los servicios generales y de sus trabajadores.
En esta división pueden enmarcarse la dirección de recursos humanos, calidad y organización, con un jefe de departamento de personal al mando y un servicio de prevención. La estructura se complementa con una dirección económica y administrativa, con su correspondiente departamento de contabilidad, facturación, servicios generales de mantenimiento y limpieza, etc.
Implementar el mejor organigrama en un hospital es necesario para conseguir la mejor calidad asistencial en todos los procesos. La formación de los directivos en este caso es fundamental, como la formación del ámbito sanitario que ofrece UNIR.
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