Román Rodríguez Curbelo
Más allá del fenómeno musical, mediático y económico que ha provocado la última canción-dardo de la cantante al exfutbolista, la docente del Máster en Intervención Psicológica en Niños y Adolescentes de UNIR, Ariadna de la Vega, reflexiona en torno a dónde quedan los más pequeños en todo esto.
BZRP Music Sessions, Vol. 53, el último tema que Shakira ha dedicado, por así decirlo, a su expareja Gerard Piqué, ya es un éxito histórico que ha convulsionado (y acaparado) con fuerza el panorama mediático de prácticamente todo el mundo.
El single se estrenó el pasado miércoles, 11 de enero, y ese mismo día alcanzó casi 15 millones de reproducciones en Spotify, destrozando el anterior récord de reproducciones en un día de una canción latina (Despacito, de Luis Fonsi) en la plataforma, y arrasó igualmente en YouTube con cerca de 100 millones de visualizaciones.
La pieza musical ha funcionado para Shakira como una forma de catarsis y desahogo. Piqué también ha respondido con, entre otras cosas, un Renault Twingo, en referencia socarrona a una de las pullas de su expareja.
Pero hay dos personas que quizá contemplan todo este fenómeno de manera muy distinta al resto. ¿Qué puede suponer este duelo descarnadamente público para sus dos hijos?
Estrés y adaptación
Piqué y Shakira mantuvieron una relación sentimental desde el 2010, coincidiendo con la celebración de la Copa del Mundo de fútbol masculino en Sudáfrica, hasta mediados del año pasado. Durante esos 12 años, la pareja tuvo dos hijos: Milan (nacido el 22 de enero de 2013) y Sasha (29 de enero de 2015). La ruptura no está siendo pacífica.
“El divorcio de los progenitores se puede contemplar como un acontecimiento vital estresante no normativo en la vida de la familia. En alguna ocasión podría desencadenar problemas como, por ejemplo, trastornos adaptativos en los menores”, explica la docente del Máster en Intervención Psicológica en Niños y Adolescentes de UNIR, Ariadna de la Vega.
La profesora Ariadna De la Vega.
Los niños son los más vulnerables cuando se producen separaciones conflictivas. Según el manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), un trastorno adaptativo consiste en una serie de síntomas emocionales o conductuales que interfieren en la vida de la persona y que se experimentan a lo largo de los tres meses posteriores a un determinado factor estresante.
Depresión, ansiedad, alteraciones de conducta… Son síntomas que surgen y hasta se combinan durante este trastorno entre los niños.
También se puede apreciar en un bajón en el rendimiento escolar, en muestras de ansiedad de separación, en el retroceso en hitos conseguidos (el control del esfínter, por ejemplo) o faltas de concentración, de apetito o de sueño.
No es cosa del divorcio
En cualquier caso, un divorcio en sí mismo no genera problemas. Es un riesgo, por supuesto, pero no implica necesariamente una relación causa – efecto. No todos los niños cuyos padres se divorcian desarrollan problemas, y desde luego es mejor que continuar una relación fallida tan solo por los hijos.
La hostilidad o los problemas comunicativos entre progenitores son factores posteriores asociados al divorcio con peores consecuencias para el bienestar emocional de los hijos que la propia ruptura.
De hecho, los menores pueden adaptarse sin mayores problemas a esta nueva situación, del mismo modo que se adaptan a otros cambios que puedan acontecer en su vida y que reestructuran su sistema familiar, como el nacimiento de un hermano, ejemplifica De la Vega.
Una vida distinta
Sin embargo, las vidas de Milan (10 años) y Sasha (8) ya distaban mucho de ser normales antes de este divorcio. Una “vida normal” entendida como la norma estadística, lo más frecuente y habitual en una infancia.
Como muchos otros hijos de famosos, siempre han estado expuestos y resultaba difícil aislarlos de los revuelos mediáticos creados por la fama de sus padres. La fractura matrimonial de ambos, por lo tanto, es todavía más singular dada la exposición pública por la cobertura casi en tiempo real desplegada por los medios de comunicación y las redes sociales.
De la Vega recuerda asimismo que el hijo mayor es probable que tenga acceso a estas redes, por lo que es más consciente de su propia exposición. Hasta se ha especulado con que el propio Milan recomendó a su madre colaborar con Bizarrap, de quien es muy fan.
Según la experta, ambos tienen edad suficiente como para entender lo que les ha rodeado y les rodea ahora especialmente.
Shakira no es la excepción, sino la norma. Si la vamos a juzgar, juzguémonos a todos como sociedad.
“Mi recomendación a los medios es que respeten la privacidad de los menores y los mantengan al margen”, subraya la docente de UNIR al respecto.
La cantante colombiana ya había compuesto canciones dedicadas a su romance con Piqué, por lo que De la Vega entiende que ahora no está haciendo nada que no haya hecho antes. Y como ella, muchos otros.
Porque es habitual que compositores o escritores (artistas, en general) aprovechen vivencias personales más o menos autobiográficas como inspiración para sus creaciones.
“Me parece interesante el debate sobre la exposición de los niños en los medios, pero Shakira no es la excepción, sino la norma; y si la juzgamos, no deberíamos juzgarla solamente a ella, sino a todos como sociedad. Si es un tema que nos preocupa de verdad, deberíamos cambiar radicalmente nuestra relación con los medios y las redes”, afirma.
¿Posibles consecuencias?
Shakira funde a Piqué verso a verso. “Tanto que te las dabas de campeón, y cuando te necesitaba diste tu peor versión”, “una loba como yo no está pa’ tipos como tú”, “te quedé grande”, “esto es pa’ que te mortifiques”, “Mucho gimnasio, pero trabaja el cerebro un poquito también”. Un combate que todos podemos presenciar desde primera fila.
Preguntada por si estos mensajes pueden generar algún tipo de aversión de Milan y Sasha hacia el padre, De la Vega entiende que lo niños verán a su madre como un ser humano que pasa por una situación difícil. Que está muy dolida.
Aprenderán incluso que es bueno canalizar las emociones a través de la creatividad, de la música, el humor o la ironía.
Porque los niños pueden diferenciar perfectamente cómo se comporta una persona como pareja y como padre, y cómo ambas conductas pueden ser distintas.
Gerard Piqué bajando del Twingo. (Fuente: Twitter de Kings League).
No obstante, subraya la importancia de que se les aclare que aunque el amor entre sus padres se ha acabado, el dirigido hacia ellos permanece intacto, y que ese sentimiento tan profundo unirá siempre al futbolista y a la cantante.
“Lo importante no es que la madre muestre o no públicamente su enfado hacia el padre, si no que no se use a los menores como arma arrojadiza. Y eso no lo está haciendo ninguno de los dos”, afirma De la Vega.
De hecho, en caso de que puedan iniciarse futuros litigios legales, la psicóloga destaca la importancia de que se priorice el bienestar de los menores, una motivación que han de compartir ambos progenitores.
El juego del dinero
A la industria mediática parece no interesarle aún enfriar las repercusiones de este divorcio porque, entre otros aspectos, conlleva publicidad, genera visibilidad y produce, en última instancia, grandes beneficios económicos.
Seguirá habiendo posibilidad de lucro para muchísimas personas y empresas mientras la sociedad, en general, se interese morbosamente por la vida de los otros y se demande este tipo de pleitos, en opinión de la psicóloga.
Shakira, por lo tanto, solo está aprovechando esta situación para obtener un rédito económico, asegura.
Esto durará lo que tarde en salir la siguiente noticia suculenta.
“Utiliza las reglas del juego para ella también beneficiarse, porque tanto ella como su familia estarán expuestos igualmente. Dado que todo el mundo va a opinar sobre este proceso o sobre sus sentimientos, prefiere expresarse ella misma clara-mente”, añade De la Vega en un divertido guiño a la letra de la canción.
Independientemente de que las actitudes de Shakira y Piqué sean más o menos beneficiosas para sus hijos, ambos están jugando conforme a las reglas mediáticas no escritas, pero bien establecidas, en un asunto demasiado lucrativo.
Cotilleos y derechos
Ariadna de la Vega va un poco más allá y reflexiona en torno a la evidencia de que ya no solo se ha trasladado esta ruptura sentimental al panorama público mundial, sino que absolutamente todo lo relativo a la vida de personajes famosos se lleva a un ámbito de debate público.
La sociedad parece haber decidido que ciertas personas, por su mera condición famosa, o porque viven gracias a los ingresos que obtienen de un número importante de ciudadanos, ya no tienen derecho a ningún tipo de privacidad y que incluso los demás tenemos derecho a saberlo todo sobre sus vidas.
Así que la experta concluye: “Esto durará lo que tarde en salir la siguiente noticia suculenta”.
De la Vega imparte docencia en el Máster en Intervención Psicológica en Niños y Adolescentes de UNIR, que dirige Lilia Hernández del Castillo. El máster plantea estrategias para, por ejemplo, tener siempre en cuenta los distintos contextos que rodean a los niños y a adolescentes, como la escuela o la familia. O dos padres famosos cuyas vidas íntimas son comidilla pública.