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Los paradigmas en psicología son, en términos generales, enfoques y puntos de vista asumidos por una comunidad. Conocerlos y definirlos ayudan a comprender el desarrollo del conocimiento científico.
Los paradigmas en psicología hacen referencia a creencias asumidas, aceptación de ideas o modelos, valores o formas de entender la realidad por una comunidad o grupo de personas. De manera general, podría considerarse como un tipo de enfoque o punto de vista.
El filósofo, físico e historiador estadounidense Thomas S. Kuhn definió el término noción de paradigma. En su concepción científica de paradigma, Kuhn tiene en cuenta varios aspectos:
- Elementos estéticos, religiosos, filosóficos y no únicamente objetivos y científicos que pueden dar lugar a una teoría.
- Defiende que en el desarrollo de las teorías científicas también hay que tener en cuenta lo que él denomina contextos de descubrimiento o dimensiones no racionales.
- A estos contextos de descubrimiento se le suma lo meramente objetivo y científico, también conocido por Kuhn como contexto de justificación.
Para el estadounidense, el paradigma son “supuestos compartidos por una comunidad científica en un momento determinado”. Por ejemplo, la teoría de la evolución de Darwin.
La aportación de Kuhn es importante para los procesos epistemológicos o de desarrollo del conocimiento científico porque fue a partir de sus estudios cuando se empezó a utilizar el concepto de paradigma en esta área de estudio.
Principales paradigmas en psicología
En psicología existen varios tipos de paradigmas, los principales se detallan a continuación:
Paradigma conductista
A principios del siglo XX surgió el concepto del paradigma conductista, gracias en gran parte a las aportaciones de Burrhus Frederic Skinner (1904-1989). Esta escuela estudia y analiza el comportamiento humano a partir de los estímulos y respuestas que conforman el ambiente físico, biológico y social del organismo.
Sus objetivos prácticos son predecir y controlar la conducta de los individuos. Asimismo, el conductismo trata de entender cómo se generan y establecen estas conductas.
Las características del conductismo son:
- Las relaciones causales se originan gracias a los estímulos con los que interaccionan las personas.
- Las conductas o formas de comportamiento se componen de respuestas objetivamente analizables.
- Aborda el condicionamiento, o lo que se entiende a su vez por el aprendizaje que surge tras el estudio de los estímulos y las respuestas.
- Hace uso de la experimentación y observación directa.
- Acoge el término refuerzo, cualidad por la cual una persona puede llegar a reproducir una determinada conducta.
- El castigo es el concepto opuesto al refuerzo, por lo que es la consecuencia de que una determinada conducta no vuelva a reproducirse.
Para el conductismo, la conducta humana no se rige por los pensamientos ni el instinto de las personas, sino por el entorno y los estímulos en él presentes.
Cabe destacar que este paradigma ha tenido sus mayores intervenciones en el campo de la educación, concretamente en los procesos de aprendizaje.
Paradigma cognitivo
El cognitivismo o la psicología cognitiva estudia los procesos mentales implicados en el conocimiento. El paradigma cognitivo consiste en asumir que la cognición, es decir, el procesamiento de la información, se establece en el centro de este complejo sistema.
Este paradigma se centra en el proceso de aprendizaje, en cómo el ser humano percibe, memoriza, piensa, adquiere y utiliza información para aprender. Principalmente, estudia este proceso basándose en la formación de conceptos y la resolución de problemas.
Las características del paradigma cognitivo son:
- La cognición es clave para la representación mental o habilidad para generar imágenes mentales.
- Al contrario que el conductismo, se centra en los procesos mentales, en cómo la persona aprende y procesa información.
- Incluye el término de aprendizaje significativo: este paradigma fomenta este proceso a través del cual el individuo adquiere nuevos conocimientos, los relaciona con los ya memorizados y los aplica.
En definitiva, el paradigma cognitivo enfoca sus estudios en los procesos mentales, lo que engloba la percepción, el lenguaje, pensamientos, sentimientos, aprendizaje, recuerdos… del ser humano. Los psicólogos cognoscitivos se interesan por cómo las personas procesan información.
Paradigma principialista
En el entorno de las ciencias de la salud, el paradigma principialista es el que mayor aceptación tiene. También conocido como principialismo bioético o bioética principialista consiste en promover el bien íntegro del ser humano y de las acciones de los trabajadores sanitarios.
En el siglo XX, el filósofo e investigador Tom Beauchamp y el filósofo y teólogo James Franklin Childress acogen por primera vez el enfoque de esta teoría en su trabajo Principios de ética biomédica y dan lugar al desarrollo de este paradigma y su aceptación en el ámbito de la salud.
Este paradigma lo que establece son una serie de principios con el fin de que sean respetados en el ejercicio de las funciones del personal sanitario. Su principal objetivo es servir de referencia, establecer unas pautas de actuación frente a situaciones problemáticas o de conflicto en un entorno sanitario. Los cuatro principios de la bioética propuestos por Beauchamps y Childress son: la beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia.
Paradigma del psicoanálisis
Este paradigma también puede ser denominado como analítico o psicoanalítico. El reconocido como padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, se centra en la relación existente entre los procesos mentales conscientes e inconscientes.
En términos generales, el psicoanálisis puede considerarse un método de investigación, un paradigma o una reunión de técnicas empleadas para conocer y analizar los trastornos mentales.
El paradigma del psicoanálisis establece que todas las personas están influenciadas por sus pensamientos, sentimientos, deseos y recuerdos inconscientes. Se basa en tres aspectos: la observación directa, los recuerdos infantiles y las interpretaciones sobre el comportamiento infantil.
Esta concepción establece que lo que constituye la personalidad del individuo y sus trastornos no solo depende de los factores genéticos y constitucionales.
Paradigma humanista
Como respuesta al paradigma psicoanalítico y conductista surge el enfoque humanista. Abraham Maslow y Carl Rogers, junto a otros investigadores, abordan esta teoría que se fundamenta en enfatizar el valor, la dignidad, la autonomía y la libertad de las personas para potenciar sus capacidades.
El paradigma humanista se caracteriza por:
- Fomentar el desarrollo de una persona libre, autónoma y sana.
- Valorar el reconocimiento y el conocimiento personal para asegurar el bienestar del individuo.
- Enfocan sus ideas en los factores subjetivos. Por ejemplo: la imagen personal o la autoevaluación.
- Aceptar el desarrollo individual de cada persona.
- Se estudia al ser humano como entidades completas.
Este paradigma considera que el pasado afecta al desarrollo de la personalidad y otorga relevancia a la capacidad humana de elegir y tomar decisiones, es decir, a su libertad.
Los humanistas tratan de incluir en el estudio el valor de satisfacer necesidades psicológicas y no solo las físicas del ser humano, tales como la autoestima, aprobación social, creatividad, etc.
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