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El principialismo es una corriente de pensamiento que se plantea como base para prevenir y resolver los dilemas éticos que puedan surgir en la práctica clínica.
El principialismo o bioética médica, también conocidos como principialismo bioético o bioética principialista, es la teoría más difundida y con mayor aceptación en el entorno de las ciencias de la salud. Representa una corriente de pensamiento que pretende promover el bien íntegro de la persona humana y de las acciones de quienes trabajan en el ámbito sanitario.
Se considera hoy en día que el trabajo de la bioética como disciplina comienza en 1979 con la propuesta de principialismo de Tom Beauchamp (filósofo e investigador estadounidense nacido en 1939) y James Franklin Childress (filósofo y teólogo de EE.UU.,1940), dominante en la década siguiente, cuestionada posteriormente, y actualmente vigente.
El enfoque principialista dentro de la bioética fue presentado en el libro Principles of Biomedical Ethics, o Principios de ética biomédica en castellano, de Tom Beauchamp y Childress. Con él se da inicio a la corriente del principialismo, de amplia difusión en la bioética, convirtiéndose en consecuencia en un “paradigma” moral para aquellos profesionales de la salud, una referencia con la que poder contar en la práctica, pero también en el ámbito conceptual ante determinadas situaciones.
El principialismo ve fundamental que algunos principios generales de la ética biomédica sean respetados en las situaciones del día a día de un profesional sanitario y, concretamente, sean posible objeto de conflictos éticos, tanto en el área de la investigación como en el de la práctica clínica. De esta manera, muchas decisiones médicas se toman de acuerdo con la evidencia y con los principios de calidad en la medicina, basadas en una argumentación biomédica que recurre al principialismo.
Además, los principios del principialismo son prima facie, esto quiere decir que teóricamente son equivalentes, obligan siempre y cuando no supongan un conflicto para quienes presenten normas morales. De esta forma, el principialismo se constituye como una herramienta para la toma de decisiones en bioética, aunque la aparición de conflictos o dilemas morales haga necesaria una mayor deliberación de cada situación o controversia particularmente compleja.
El principal objetivo del principialismo es servir de referencia o marco moral ante determinadas situaciones de conflicto, así como a la hora de prevenirlos durante la práctica clínica.
Con ello, la propuesta de Beauchamp y Childress de 1979 está basada en cuatro principios o conceptos normativos con los que intentar resolver estos principales problemas que pueda plantear la bioética en el día a día:
- Beneficencia
- No maleficencia
- Autonomía
- Justicia
Bioética personalista
En este contexto, también es importante reseñar la perspectiva de la bioética personalista, presente en el día a día de un profesional sanitario. Se trata de una ética específica derivada del personalismo filosófico cuyo objetivo no es otro que promover el bien íntegro del ser humano, centro de la vida social, y a través de determinados principios:
- Defensa de la vida física: parte fundamental de la persona sin la que no puede existir el cuerpo.
- Totalidad: el ser humano es un todo y el organismo mismo una totalidad.
- Libertad y responsabilidad: la persona es libre para hacerse bien a sí mismo y a otros.
- Sociabilidad y subsidiaridad: el ser humano forma parte de la sociedad y esta, a su vez, se beneficia de la persona, donde es fundamental la relación social.
De esta manera, en el día a día de un profesional sanitario son numerosas las decisiones y dilemas morales que pueden surgir, no siendo siempre fácil resolverlos. El principialismo se ha constituido como un método de trabajo hoy en día imprescindible en los comités de ética, al suponer una herramienta útil para deliberar y consensuar decisiones ante los diferentes problemas éticos.
La formación del profesional sanitario en este ámbito es fundamental, como la que oferta UNIR con el Máster en Bioética, con el que prepararse para afrontar esos problemas éticos de forma científica y desde una perspectiva multidisciplinar.