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La prosopagnosia es la incapacidad de la persona de reconocer una cara conocida. Perdida la conexión con lo que se ve y la identificación, se utilizarán otros recursos para reconocer a las personas
La prosopagnosia o ceguera facial, es un tipo de agnosia visual caracterizada por déficits graves en el reconocimiento facial que no están relacionados con problemas visuales, de memoria o de aprendizaje.
Este déficit se caracteriza por no reconocer rostros familiares o de amigos, o incluso el rostro de uno mismo en una fotografía o en el espejo. La persona puede reconocer un rostro como tal, saber que se diferencia de otro rostro, pero no podrá identificar de quién se trata.
Existe una controversia sobre las áreas implicadas en este déficit, finalmente se conoce que es necesaria una lesión del giro fusiforme bilateral para crear un déficit como la prosopagnosia.
Las causas de la prosopagnosia pueden dividirse en dos, prosopagnosia adquirida por un daño cerebral o congénita.
- La prosopagnosia adquirida suele darse en la vida adulta y es causada por lesiones bilaterales desarrolladas por un traumatismo cerebral, accidente cerebrovascular, tumor cerebral o bien infecciones que afecten al Sistema Nervioso Central.
- La prosopagnosia congénita es el resultado de problemas congénitos o del desarrollo, dándose ya desde el nacimiento, que afectan a los mecanismos de reconocimiento facial.
Existen diferentes signos que caracterizan este déficit como:
- No reconocer a la familia o amigos y personas conocidas por su rostro o a sí mismo.
- No reconocer a las personas en fotografías o a sí mismo.
- No reconocer a las personas en lugares inesperados.
- Centrarse en peinados y otras características cuando conocen a gente nueva.
- Confiar en los rasgos faciales distintivos.
- Dificultad en entornos donde las personas comparten características similares.
La prosopagnosia puede tener un impacto significativo en la vida de las personas que la sufren, ya que muchas personas se sienten culpables y avergonzadas por no reconocer a personas conocidas o familiares. Estas personas también sienten miedo y ansiedad a la hora de moverse por entornos sociales, pudiendo llegar a desarrollar aislamiento social. Aunque es un problema que genera mucha ansiedad, mucha gente es capaz de afrontar bien el déficit buscando compensarlo con determinadas estrategias.
El papel del neuropsicólogo en la prosopagnosia
No existe un diagnóstico como tal ni unos criterios en los que basarse para realizar un diagnóstico de este déficit, pero los especialistas que se hayan formado con un Máster en neuropsicología clínica serán capaces de diagnosticar a partir de informes subjetivos, como la explicación que hace el sujeto de lo que le ocurre, instrumentos de autoinforme y la pasación de pruebas de reconocimiento facial. Las pruebas pueden implicar reconocer caras de personas famosas, memorizar rostros nuevos para posteriormente reconocerlos.
Tampoco existe un tratamiento como tal para la prosopagnosia pero sí que se está trabajando en protocolos de entrenamiento de estrategias compensatorias, ya que muchos estudios han comprobado que el tratamiento compensatorio está generando beneficios sobre la prosopagnosia.
Se puede trabajar el reconocimiento de caras mediante fotografías de familiares y amigos y emparejar las fotografías idénticas, identificar expresiones faciales o asociar cara y nombre. En las estrategias compensatorias de características se trabaja el uso de las claves contextuales para poder reconocer a la persona: se tienen en cuenta la forma y color del pelo, la voz del familiar o la forma de hablar, la forma de caminar o su manera de vestir, las particularidades de la cara para crear una distinción—como algún lunar característico, el color de los ojos, la forma de la nariz o alguna cicatriz— y también el uso de complementos distintivos.
En definitiva, aunque las mejoras de los tratamientos aplicados a la prosopagnosia tienen muchas limitaciones, mediante diferentes estudios se ha comprobado que el tratamiento de estrategias compensatorias está generando beneficios. Es importante que este tipo de tratamiento lo aplique un neuropsicólogo especializado, así como su diagnóstico a partir de informes, instrumentos de autoinformes y diferentes test.
