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¿Quieres saber más sobre la Psicología Clínica y de la Salud? En UNIR te contamos en qué consiste esta rama de la Psicología, sus funciones y perfil profesional.
La psicología clínica es la rama de la psicología que se encarga del estudio, tratamiento y prevención de los trastornos mentales. ¿Su función principal? Salvaguardar la salud y el bienestar psicológico de la sociedad. Para poder ejercer como psicólogo clínico es requisito indispensable cursar el Máster en Psicología General Sanitaria.
Historia de la psicología clínica
Su origen se remonta al año 1896 gracias a las aportaciones de los ya considerados padres de esta disciplina: Sigmund Freud y Lightner Witmer. Justo en este año, el neurólogo vienés, Freud, difundió las bases de su teoría y método psicoanalítico para los trastornos de la mente. Al otro lado del charco, el americano Witmer fundaba la primera clínica de atención psicológica, cuyos programas de intervención se apoyaban —por primera vez en la historia de la Psicología— en la metodología científica.
Desde entonces, la psicología clínica ha experimentado una gran evolución, tanto en sus bases teóricas como en metodología y tratamientos. Encontramos diferentes corrientes dentro de la actual práctica clínica: las teorías psicodinámicas, la psicología cognitivo-conductual, la psicología positiva o la psicología de la Gestalt.
En la actualidad, también la figura del psicólogo clínico ha ganado respeto y prestigio. Vemos a sus especialistas trabajando en centros de atención primaria de la sanidad pública, clínicas privadas, hospitales, ONGs, centros de rehabilitación de adicciones y/o de atención a discapacitados e, incluso, en equipos de asistencia técnica deportiva. Un ejemplo de la inestimable labor de los psicólogos sería la pandemia del coronavirus, donde profesionales encargaron de la atención psicológica al personal sanitario, de familiares de fallecidos y ancianos que vivieron el confinamiento en soledad.
Principales funciones de la psicología clínica
Las funciones del psicólogo experto en salud son muy diversas, según el ámbito donde desarrolla su labor. No obstante, se podrían agrupar en los siguientes puntos.
La evaluación psicológica
Una función importante del psicólogo es recabar información sobre el paciente a través de diferentes instrumentos: la entrevista clínica, la observación, los test, las escalas, los cuestionarios y el autorregistro (realizado por el propio paciente). El objetivo de esta evaluación es cuantificar y describir las emociones, los pensamientos, los repertorios conductuales y aquellos factores ambientales que influyen en la conducta del individuo.
El diagnóstico
Una vez finalizado el proceso de evaluación, el psicólogo determina la afectación que padece su paciente, basándose en los manuales de clasificación de las enfermedades mentales: el DSM-V o el CIE-11. A continuación, recoge toda esta información en un informe que expondrá al paciente en la entrevista de devolución.
Durante la evaluación y el diagnóstico es importante que el psicólogo desestime causas biológicas del cuadro sintomatológico que muestra el paciente. De ahí que suela solicitar un reconocimiento médico previo.
Intervención
A grandes rasgos, el tratamiento consiste en la ejecución de técnicas y recursos enfocados a que el paciente comprenda y supere la enfermedad: por qué se mantiene la sintomatología, cómo puede cambiar sus emociones, pensamientos y conductas para aliviar y superar sus problemas psicológicos.
Prevención
Otra de las funciones de la psicología clínica es la intervención a nivel comunitario para promocionar el bienestar y la salud mental en la sociedad. En este sentido, el psicólogo clínico goza de las competencias clave para el diseño e implantación de programas en base a las problemáticas sociales del momento: por ejemplo, el tabaquismo, adicción a las nuevas tecnologías en jóvenes, prevención del estrés y enfermedades coronarias…
Investigación
La psicología, tanto en su base teórica como en su práctica, se apoya en el método científico y la especialidad clínica no iba a ser una excepción. De ahí, que algunos psicólogos clínicos enfoquen su trabajo al desarrollo de estudios experimentales para la tipificación de los trastornos psicológicos y la constatación de posibles correlaciones entre variables internas o externas asociadas a dichas enfermedades. Otros objetivos de sus investigaciones son el diseño de pruebas psicométricas de evaluación psicológica y la valoración de la efectividad de nuevos tratamientos y técnicas psicológicas.
Asesoramiento
En los últimos años se ha puesto muy de moda la figura del coach, un asesor y/o entrenador emocional cuyo objetivo es potenciar el desarrollo y bienestar de sus clientes. A pesar del elevado intrusismo en este ámbito, el psicólogo clínico es el experto cualificado para desempeñar este tipo de trabajo, ya sea como coach personal, orientado a empresas y directivos o equipos deportivos.
¿Cómo convertirse en psicólogo clínico y de la salud?
A nadie se le ocurriría llamar médico a un curandero. Tampoco psicólogo a un consejero, como los miles que venden sus servicios por internet. Para trabajar como psicólogo clínico es imprescindible contar con el Grado en Psicología y completar la especialización con el posgrado habilitante en psicología sanitaria.
Nuestra sociedad vive en un constante cambio, mucho más rápido que en el pasado. Y esos cambios conllevan a las personas a adquirir nuevos hábitos —no siempre adaptativos ni saludables—, los cuales también desatan nuevas enfermedades de causa psicológica. Por lo tanto, dedicarse a psicología clínica también supone para los profesionales en esta rama una constante renovación y formación de sus competencias.
- Máster en Psicología General Sanitaria