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Denominada también Psicología conductista, la Psicología del comportamiento estudia la relación de las personas con el entorno, cómo les afecta y cómo se adaptan a él.
La Psicología del comportamiento humano o Psicología conductista hace referencia al estudio de las leyes comunes que determinan el comportamiento de los seres humanos a partir de la observación de estos y de sus condiciones.
Es decir, la Psicología del comportamiento estudia las reacciones psíquicas que tienen las personas y que les permiten conservar sus relaciones con el medio para adaptarse a él.
- La conducta se interpreta como la respuesta a una motivación, entendiendo esta como el motivo que le impulsa a adoptar una determinada conducta.
- Cuando la conducta se considera en un espacio y tiempo determinado, se le denomina comportamiento.
El principal objetivo de la Psicología del comportamiento se centra en eliminar o modificar estas conductas y pensamientos para que no generen malestar a la persona. También, en estudiar la conducta e investigar la evolución de las etapas del desarrollo evolutivo en las personas, como pueden ser la infancia o adolescencia, que además va unido al estudio del desarrollo físico, desde el nacimiento hasta la muerte.
Existen tres factores que condicionan el comportamiento:
- Fin. A partir del objetivo del comportamiento, la conducta toma un sentido y da lugar a su interpretación.
- Motivación. La conducta se ve movilizada por algo concreto.
- Causalidad. La conducta se produce por una causa determinada.
La conducta también viene determinada por dos factores más:
- El entorno de la persona, como su forma de relacionarse con el medio físico y social.
- Los factores biológicos, como la genética o la alimentación.
La variedad de conductas que pueden adoptar las personas se debe a que estas viven numerosas circunstancias y son diferentes como personas. De esta forma, se corrobora que el comportamiento responde al fin, a un estímulo y al momento que vive la persona.
Aplicaciones de la Psicología del comportamiento
La Psicología conductista se puede aplicar en diferentes casuísticas, entre las más comunes se encuentran:
- La psicoterapia analítico-funcional (PAF): es una terapia conductual que hace hincapié en la relación establecida entre el terapeuta y el paciente, con el objeto de aprovechar las oportunidades de aprendizaje que surgen durante las sesiones de psicoterapia. La PAF consigue que se lleve a cabo el cambio a través de la posibilidad de reforzamientos naturales y que se dan con la relación entre ambas partes, propiciado por la confianza.
- La terapia de aceptación y compromiso (ACT): este tipo de terapia supone una alternativa al trabajo psicoterapéutico, que presentan graves problemas emocionales y donde el profesional a cargo de la intervención no tiene un control directo sobre el ambiente donde viven.
Estas terapias conductistas se aplican en mayor proporción en el ámbito de la Psicología clínica, pero también es muy común su uso en problemas relacionados con los procesos de aprendizaje o la adaptación a un entorno nuevo. La elección de este tipo de terapias siempre vendrá determinada por el problema o situación que el paciente le presente al terapeuta, eligiendo este la intervención que mejor se adapte a su situación y que pueda lograr que alcance una mejor calidad de vida y su bienestar emocional en todas las esferas.