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Esta rama de la Psicología permite dar credibilidad o no a las declaraciones que se realizan en los procesos judiciales. La psicología del testimonio es clave a la hora de formular un veredicto.
El objetivo principal de todo proceso de investigación, entrevista o búsqueda de información en un proceso judicial o de arbitraje es tratar de obtener la mayor cantidad fidedigna de datos con tal de resolver eficazmente un caso, detectar los implicados en un proceso, posibles víctimas y cómplices. Este proceso requiere que el investigador cuente con una serie de conocimientos y pericia para recabar dicha información. Es aquí donde entra en juego la psicología del testimonio, cuyo objetivo es determinar la exactitud y credibilidad de las declaraciones prestadas.
Memoria y testimonio van de la mano
El testimonio de una persona se basa, principalmente, en la capacidad de la memoria. Se puede definir la memoria como el proceso cognitivo que trabaja para codificar la información, almacenarla en nuestro cerebro y recuperar dicha información cuando se necesite. La memoria humana constituye un gran almacén en el que está registrada una masa inmensa de datos de diversos tipos y se ve afectada por el paso del tiempo.
Los hechos de nuestras propias vivencias se almacenan en nuestra memoria, así como todo tipo de información sobre experiencias personales. Un aspecto importante en los hechos registrados en la memoria es como pueden rescatarse.
Es decir, por un lado, existe un proceso de input al codificar las experiencias, pensamientos y sentimientos en la memoria episódica o procedimental. Por otro lado, a través de un proceso de output, se decodifica dicha información almacenada para materializarse en acciones, pensamientos y sentimientos recordados de manera voluntaria y consciente.
Es en este momento en el que el proceso de investigación y toma de testimonio es fundamental, no solo por la importancia de conocer cómo funciona nuestro registro de recuerdos emocionalmente potentes, sino también cuánta capacidad de pérdida o alteración de información se puede tener durante este proceso.
El olvido: una variable vital dentro del testimonio
No se puede hablar de memoria sin hablar de olvido, un proceso normal y natural por el que se pierde de manera temporal o eterna la oportunidad de rememorar la información de carácter selectivo. Es normal que en ciertos momentos resulte complicado rescatar ciertos datos almacenados en nuestra cabeza, pero se desconoce si el proceso de olvido está relacionado con la falta de utilización de la información retenida o si se trata de que otros datos ocupan el lugar de la información concreta que se intenta recordar.
Es por ello que es habitual que los testigos cometan errores de omisión sin intención de engañar, ya que cuando la reproducción de la historia se hace de forma poco frecuente, se produce la omisión de los detalles, la simplificación y la transformación de las partes de la historia.
Por ello, una variable importante en la psicología del testimonio es valorar la consistencia temporal a la hora de considerar un testimonio como exacto y creíble. Esto se debe a que la retención de un recuerdo depende al tiempo transcurrido entre la observación del suceso y posterior recurso; durante este período la información se vuelve menos completa y exacta.
La importancia de la psicología del testimonio al recabar información de los recuerdos
Los recuerdos no son simples copias de los sucesos ocurridos en la historia, sino que dependen de los propios esquemas de la persona que reproducía la historia en distintos momentos temporales. En dichos esquemas influyen las expectativas y las experiencias emocionales y personales, es por ello que los recuerdos positivos contienen más detalles y ayudan a recordar mejor porque están rodeados de más información sensorial y contextual que los recuerdos neutros o negativos.
Además, la información relatada puede contener otro tipo de contaminación en las cogniciones como resultado de la propia pericia del investigador y el estilo de preguntas, puesto que la forma de cómo estas se formulan pueden dar lugar a que el testigo integre en su relato información que no vivió, pero sí infiere de las preguntas del investigador. Esto es lo que se conoce como efecto de la información post-suceso.
Por otro lado, el uso de métodos inapropiados puede limitar la cantidad de información que el testigo proporciona a la hora de recordar los sucesos que ha presenciado. Por eso, no solo es fundamental el recuerdo, la codificación del mismo y su recuperación, sino también usar de forma adecuada las diferentes técnicas de investigación jurídico-forenses (además de entrevistas).
Por todo lo relatado anteriormente, la psicología del testimonio ofrece técnicas que favorecen la respuesta de información verídica por parte de los testimonios. ¿Cómo?
- Conociendo los límites y potencialidades de las preguntas que se realizan.
- Potenciando la calidad de la información que se aporta a través de estrategias de comprensión del funcionamiento neurocognitivo.
- Evitando contaminaciones cognitivas y creaciones de imágenes ficticias que alteren una declaración y descripción de un evento.
Del mismo modo, gracias al estudio de la psicología del testimonio, sabemos cómo utilizar técnicas como la reinstauración de contextos, a partir de la cual se sitúa al testigo en el lugar del suceso con elementos emocionales, secuenciales y características perceptuales, y con ello poder obtener una mayor cantidad de información aclaratoria.
Esto no sería posible sin el conocimiento exhaustivo del funcionamiento del cerebro humano que gracias a la Psicología podemos tener y aplicar a las necesidades de la vida cotidiana.