Xavier Lorente Guerrero
Asegurar la calidad ha sido, durante mucho tiempo, una parte importante en la gestión de los servicios, pero muchas de las valoraciones que se han llevado a cabo se han enfocado fundamentalmente hacia la calidad de la atención.
Asegurar la calidad ha sido, durante mucho tiempo, una parte importante en la gestión de los servicios, pero muchas de las valoraciones que se han llevado a cabo se han enfocado fundamentalmente hacia la calidad de la atención.
En los últimos años la aparición del concepto de calidad conlleva un cambio de evidente trascendencia en la cultura de los servicios. Las demandas de nuestra sociedad de una mayor calidad exigen que los servicios destinados a las personas respondan de manera positiva a sus expectativas y a sus necesidades. La premisa central para conseguir esta calidad es el conocimiento del cliente, es decir, la persona.
Conceptos como el bienestar, las necesidades y su satisfacción y la calidad de vida tiene actualmente una gran variedad de enfoques, corrientes y perspectivas, y existe una tendencia al cambio en los modelos teóricos. Y, únicamente, los profesionales que tengan un conocimiento de la concepción de la persona serán capaces de poder satisfacer, de una manera adecuada, sus necesidades.
El estudio por tanto de la concepción de la persona, como se realiza en el Grado de Psicología a distancia de UNIR permite poner al sujeto en el centro de la atención.
Es decir, profesionales que quieren formarse y/o que ya se encuentran interactuando con sus clientes pueden mejorar sus competencias, no desde la persona como objeto de la atención, sino como sujeto activo, dando prioridad a sus habilidades y capacidades.
La nueva cultura de la intervención psicosocial se centra en la promoción de la persona
Ésta es la nueva cultura de la intervención psicosocial, que se centra más bien en la promoción de la persona y en el desarrollo de sus potencialidades, y no tanto en sus deficiencias.
Fijémonos, simplemente, en la terminología que se utiliza actualmente en el campo de la atención a las personas, ya no hablamos de deficiencia, hablamos de función; tampoco hablamos de discapacidad, hablamos de diversidad funcional, …
Este concepto de bienestar en el cliente ha evolucionado hacia el concepto de calidad de vida de la persona. De satisfacer necesidades básicas se pasa a abordar las necesidades integrales. De mínimo a máximos, como expresa el eslogan de una empresa norteamericana dedicada a servicios para personas: “Para nosotros, cuidar significa superar sus expectativas”.
El bienestar no consiste solamente en la satisfacción de las necesidades, ni en ser feliz, sino que también y fundamentalmente consiste en tener “la capacidad para conseguir realizaciones valiosas”.
Dichas premisas nos permiten evidenciar dos grandes escenarios de trabajo que se desarrollan en nuestro Grado de Psicología:
El primero se centra en investigar qué es lo que las personas necesitan para obtener una buena vida. Aquí encontramos enunciado lo que la cultura y la sociedad determinan qué es calidad de vida y la satisfacción de necesidades consideradas imprescindibles.
El segundo se centra en comprender qué es lo que las personas quieren, perciben o esperan para mejorar su calidad de vida, considerando que ésta no es algo estático sino dinámico, que siempre puede ser mejorable.
La aparición de cambios importantes en la vida de las personas, especialmente en el desarrollo lineal del ciclo vital, una sociedad con más capacidad de longevidad, con cambios económicos, políticos y sociales… exige una reconceptualización de lo que significa ser persona y, por consiguiente, nuevas formas de intervenir.
Por ello, hoy en día para que los profesionales de los servicios de atención cumplan con sus clientes, es necesaria una formación de calidad centrada en la persona a partir de los conocimientos del mundo de la psicología como se realiza en el Grado de Psicología a distancia de UNIR, incidiendo en un método de trabajo eLearning, combinándolo con sesiones presenciales docentes.
Método único en el panorama universitario estatal y que permite una formación personalizada para el alumno, favoreciendo vínculos de trabajo y prácticas en grupo… la llamada gestión del conocimiento, basada en compartir con los demás lo que uno sabe, es actualmente un valor añadido en alza en las empresas y/o servicios de atención a las personas. No lo olvidemos.