UNIR Revista
La psicoterapia integradora aglutina una amplia variedad de métodos y técnicas psicológicas que ayudan al paciente a mejorar su salud mental o a superar un trastorno.
Teniendo en cuenta que todas las dolencias emocionales son multifactoriales, la visión integradora se pregunta: ¿Qué perspectiva me ayuda más en cada momento con cada paciente? Así pues, la psicoterapia integradora pretende ayudar a los terapeutas a elegir la mejor explicación para los síntomas de cada paciente; también su tratamiento más adecuado. Es necesario, entonces, que el terapeuta aglutine distintas corrientes psicológicas.
Los trastornos psicológicos pueden tratarse con terapias de primera, segunda o tercera generación. En esta última se emplaza la psicoterapia integradora, la cual aborda los problemas del paciente desde una perspectiva amplia en la que se incluyen técnicas de distintas terapias. Para ello, se tienen en cuenta las características que conforman la personalidad de cada individuo, empleando así el tratamiento que más se ajuste a sus necesidades y al tipo de dificultad que presente.
El término de psicoterapia integradora hace referencia a la unión de varias teorías y métodos de la psicoterapia que se dividen en cuatro partes: la psicoterapia afectiva, conductual, cognitiva y fisiológica. Uno de sus principales objetivos es mejorar o solventar la conducta del paciente ofreciendo un enfoque global y mucho más rico, ampliando así las posibilidades de éxito.
Esta terapia integradora se centra en la salud mental y se adapta a la persona que acude a consulta. El profesional que se encarga de desarrollar el tratamiento puede ser un psicólogo, un psiquiatra o cualquier especialista experto en el ámbito de la salud mental. En esta línea, el Máster en Psicoterapia online de UNIR ofrece los conocimientos necesarios para poner en práctica la psicoterapia integradora e identificar trastornos psicológicos aplicando las terapias de tercera generación con éxito.
Objetivos de la psicoterapia integradora
La psicoterapia integradora tiene como fin ayudar a que el paciente supere sus problemas de salud mental, como la ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo, fobias, pánico o estrés, entre otros. Para conseguir este fin, el psicoterapeuta emplea técnicas que permiten a la persona afrontar su trauma de forma más abierta y sin prejuicio, sin que se haya formado previamente una actitud, opinión o expectativa. Así la concentración es mayor y se logra identificar los factores que desencadenan ese problema de salud mental.
Otros de los objetivos de este tipo de psicologías son:
- Ayudar a que el paciente se comprenda a sí mismo. Con la terapia, el profesional facilita que la persona desarrolle su conciencia y encuentre un equilibrio emocional para que pueda sanarse.
- Dotar de los recursos emocionales necesarios al paciente para que consiga solventar el problema mental que le perturba.
- Fomentar la autonomía personal. El terapeuta se erige como un agente facilitador para que la persona, dentro de sus límites personales, consiga su plenitud personal.
A estos objetivos se pueden sumar otros fines adicionales que dependen del tipo de ámbito en el que trabaje el psicoterapeuta integrador. En el inicio de la terapia, el especialista debe de poner en marcha un proceso de evaluación y análisis para saber qué le sucede al paciente e ir ganando sintonía con él para que la psicoterapia sea un éxito.
Ventajas de la psicoterapia integradora
Gracias a su amplio enfoque y a la gran variedad de métodos y estrategias que aplica, la psicoterapia integradora ayuda al paciente a superar sus trastornos psicológicos de una manera sana y efectiva. Esta es una de las grandes ventajas de esta terapia, aunque también destaca:
- Su técnica flexible permite adaptarse a la personalidad del paciente, lo que fomenta que este supere los patrones negativos relativos a trastornos como la ansiedad, el estrés o la fobia.
- La escucha empática logra que se desarrolle mayor sintonía y confianza entre el experto y el paciente.
- Gran efectividad en superar los bloqueos porque enfatiza el papel que ejercen las emociones y los sentimientos del paciente.
Esta psicoterapia también puede emplearse con personas que no presenten trastornos mentales, pero que sí necesiten ayuda psicológica para saber cómo gestionar momentos de dificultad, problemas o trámites en el lugar de trabajo, en el ámbito familiar… Es decir, esta terapia es beneficiosa también para todo aquel que precise de ayuda psicológica.
De esta forma, el campo de aplicación también es muy amplio:
- Entidades donde se implementen terapias de tercera generación.
- Centros de salud mental, servicios hospitalarios o atención primaria, donde se trata a las familias, niños o incluso adolescentes que lo necesiten.
- Centros privados de salud.
- Asociaciones con actividades de rehabilitación o gabinete psicológico o de psiquiatría.
- Entidades educativas o gabinetes psicopedagógicos.
- Empresas.
- Entidades deportivas
- Instituciones penitenciarias.