UNIR Revista
Estos centros velan por la seguridad y protección de los menores; entre las profesiones que trabajan en ellos destacan la figura del psicólogo, la del trabajador social y la del educador social.
Los centros de acogida se encargan de acoger temporalmente a menores que se encuentran en situación de abandono, desamparo o desprotección. Estos menores necesitan del amparo y protección de las instituciones porque, habitualmente, su entorno familiar no es el más propicio para su desarrollo personal. En este artículo veremos qué estudiar para trabajar en un centro de acogida, así como qué tipo de profesionales trabajan en él.
La labor que se realiza desde un centro de acogida es multidisciplinar; por eso son varios los profesionales que trabajan en el mismo. Encontramos desde personal de seguridad que controla que todo esté en orden, hasta educadores sociales, trabajadores sociales y psicólogos.
Destaca el papel del educador social, encargado de guiar a los menores durante su estancia, propiciar un ambiente seguro y asegurar que sus necesidades básicas estén cubiertas. Estos se convierten en mentores de los menores y en sus figuras modelo a seguir, velando por su desarrollo adecuado.
En el caso del trabajador social, este procurará la integración del menor, así como el mantenimiento de los vínculos familiares en caso de considerarse necesario y ser posible. Puede servir de apoyo, junto con los psicólogos, en las entrevistas que el niño mantenga con sus familias. Además, se encarga de supervisar las actividades formativas y socioculturales de los menores, así como de la coordinación con los servicios sociales.
El papel del psicólogo en los centros de acogida
Sin duda, el papel protagonista en los centros de acogida lo tienen los psicólogos. En muchos casos estos menores presentan trastornos psicopatológicos fruto del entorno difícil que les ha tocado vivir desde su primera infancia, al mismo tiempo que precisan de apoyo psicológico a la hora de seguir relacionándose con sus familias y coordinarse con los centros escolares para no desatender sus estudios.
El papel de los psicólogos especializados en intervención infanto-juvenil es fundamental en muchos de los casos que llegan a un centro de acogida. La formación permite conocer las principales estrategias terapéuticas a seguir, comprender las características psicológicas diferenciales de cada etapa del desarrollo del menor y las posibles patologías que pueden aparecer en niños que pasan por centros de acogida. En este sentido, el Máster en Psicología Infanto-Juvenil online de UNIR capacita y especializa a los psicólogos, y también psiquiatras, a nivel teórico, técnico y práctico para el desempeño profesional de una intervención psicológica con menores como la que se lleva a cabo en un centro de acogida.
Las funciones de los centros de acogida
La Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia establece que los centros de protección de menores, como son por ejemplo los centros de acogida, son instituciones que asumen temporalmente el cuidado y la educación de los niños que carecen de un entorno que pueda satisfacer sus necesidades biológicas, afectivas y sociales.
Estos menores se encuentran en situación de emergencia o de desprotección, con problemas sociales y familiares asociados a diferentes situaciones de riesgo o desamparo nada propicias para su desarrollo, como pueden ser malos tratos físicos o psíquicos, o vivir en entornos de droga y de alcohol.
Entre las principales funciones que se desempeñan desde los centros de acogida, que temporalmente se convierten en la nueva familia u hogar de los menores, señalar:
- Lograr que los niños recuperen su entorno familiar o buscarles un entorno familiar adecuado.
- Proporcionar atención médica o psicológica en caso de que sea necesario.
- Evaluar cualquier ayuda que pueda necesitar el niño.
- Mediar con un servicio de intervención en crisis para ayudarles a entender por qué ingresaron en el centro.
- Garantizar la protección y seguridad a los menores y satisfacer sus necesidades básicas.
Los centros de acogida son instituciones que acogen temporalmente a menores en situación de desprotección o vulnerabilidad, en riesgo de exclusión social, y donde las figuras del trabajador social, del educador social y del psicólogo experto en intervención infanto-juvenil son imprescindibles.