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El objetivo de la rehabilitación logopédica es recuperar, mantener o mejorar las habilidades comunicativas, del habla, de la voz y del lenguaje, así como las funciones orales no verbales y de deglución de pacientes afectados.
Cuando una persona no puede comunicarse o comer correctamente ve afectada su calidad de vida, hasta el punto de afectar a su salud. Frente a un trastorno neurológico, donde se pierden capacidades cognitivas pero también comunicativas, o ante alteraciones masticatorias o deglutorias, el papel del logopeda y la rehabilitación logopédica son fundamentales para mantener la calidad de vida en el día a día.
En líneas generales, entre otras funciones, el logopeda se encarga de la prevención, promoción y educación de hábitos saludables relacionados con la comunicación. Es el profesional de la salud que se dedica a la evaluación, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de aquellas personas que vean afectadas su área de la comunicación, masticatoria o deglutoria, tanto en el caso de los más pequeños como en el de los adultos.
Según destaca el Consejo General de Colegios de Logopedas, tanto el lenguaje como el habla implican funciones cognitivas, visuales, auditivas, respiratorias, deglutorias, orofaciales, vocales y tubáricas. Por eso, advierte de que la alteración de alguna o más de estas funciones provocarán diferentes disfunciones o trastornos de la comunicación, sobre los que la rehabilitación logopédica será imprescindible.
La rehabilitación logopédica suele ser necesaria ante trastornos neurológicos congénitos o que son consecuencia de lesiones cerebrovasculares o traumatismos. Igualmente es fundamental frente a un paciente que presenta alteraciones en el habla y en el lenguaje, o en las funciones masticatorias y de deglución, fruto también de enfermedades neurodegenerativas.
El logopeda, en este caso, debe diseñar programas de rehabilitación de forma individualizada con el objetivo de que no empeore la situación del paciente y remonte en la pérdida de sus capacidades. Además, debe dotársele de las habilidades necesarias para, en la medida de lo posible, mejorar sus funcionalidades, así como proporcionarle las técnicas y estrategias que se lo permitan.
Áreas de actuación de la rehabilitación logopédica
La rehabilitación logopédica no solo abarca a los problemas de la voz, del habla o a los trastornos del lenguaje, sino también a las habilidades comunicativas del paciente, tanto en el área de la comunicación verbal como en la no verbal.
Por ejemplo, puede ser necesaria la rehabilitación logopédica en personas con:
- Alzhéimer
- Ictus o accidentes cerebrovasculares
- Parkinson
- Demencias
- Afasias
- Traumatismos craneoencefálicos y laringectomizados
- Hipoacusias
- Parálisis cerebral
- Daño cerebral congénito
- Esclerosis Lateral Amiotrófica
Entre los objetivos que busca el logopeda con la rehabilitación se encuentra fundamentalmente el de recuperar la función comunicativa del paciente. Ahora bien, cuando esto no es posible por ser una alteración irreversible, el logopeda durante su programa de rehabilitación debe intentar mantener o mejorar sus capacidades, sus habilidades con el lenguaje, o sus funciones masticatorias o deglutorias y, además, durante el mayor tiempo posible.
Por ejemplo, esto sucedería en el caso de las demencias o enfermedades neurodegenerativas, que son procesos progresivos, en los que poco a poco el paciente va perdiendo facultades. El logopeda encargado de la rehabilitación logopédica tendría como misión intentar preservar el lenguaje del paciente, sus capacidades cognitivas, con el objetivo de prolongar al máximo posible su calidad de vida.
En el caso concreto del Parkinson, estos pacientes suelen padecer disfonía, disfagia y disartria, es decir, problemas en la voz, la deglución o el habla, de forma que para garantizar una alimentación segura del paciente, así como una comunicación funcional y una calidad de vida, la rehabilitación logopédica puede ser de gran utilidad.
La rehabilitación logopédica puede realizarse en hospitales, departamentos o servicios médicos de Salud Mental, Neurología, Otorrinolaringología, o en Unidades de Cuidados Intensivos; además de en centros de atención ambulatoria; centros audioprotésicos; centros de día; residencias de ancianos; centros de atención temprana, entre otros.