UNIR Revista
Trabajar en la cantera del deporte “rey” ejerciendo de monitor de fútbol base requiere, además de la formación necesaria, mucha entrega y una clara vocación por la enseñanza infantil.
Desde los 3 a los 18 años, los jóvenes que practican balompié y aprenden sus tácticas, al tiempo que comprenden lo que significa jugar en equipo, forman parte de lo que se denomina fútbol base o fútbol de formación. El monitor de fútbol base es un profesional que debe contar con la suficiente preparación para impartir la técnica de este deporte, pero también tiene que saber inculcar los valores positivos que lleva aparejados, como la importancia del trabajo en equipo, la cultura del esfuerzo o el respeto por el rival.
El monitor de fútbol base desempeña un rol fundamental, puesto que en sus manos está hacer que sus alumnos consigan disfrutar del deporte y crecer como atletas. Durante esta etapa resultará crucial la educación que su entrenador consiga impartirles, tanto sobre tácticas como sobre principios.
En España existen tres niveles de enseñanza para ser entrenador de fútbol y cada uno de ellos capacita al alumno para ejercitar grupos concretos de edad y categoría. Se trata de dos ciclos formativos de grado medio y un ciclo formativo de grado superior avalados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Para ser monitor de fútbol base basta con obtener el título de Técnico Deportivo en Fútbol nivel 1. Este certificado capacita a quienes lo obtengan para poder entrenar a todas las categorías inferiores hasta juveniles, excepto aquellos que se encuentren en liga nacional o en división de honor. Esta titulación puede obtenerse en un curso ordinario de cuatro meses de duración o en uno intensivo de dos meses.
Con esta certificación es posible ejercer de monitor de fútbol base en cualquiera de sus categorías:
Prebenjamín.
Incluye a los menores de 8 años y se trata, por lo tanto, de la primera de las jerarquías del fútbol base. Al trabajar con deportistas tan pequeños, lo principal será conseguir que se diviertan, mientras se introducen los primeros conocimientos de técnica.
Benjamín.
En esta etapa se entrenan niños y niñas de 8 y 9 años que podrán jugar por primera vez campeonatos con otros equipos de su misma provincia. Aprenden conceptos básicos de los movimientos, tácticas como pases, control o disparo y continúan su formación en valores positivos de juego limpio y deportividad.
Alevín.
Este nivel está integrado por futbolistas de 10 y 11 años que comenzarán a recibir formación más especializada en cuanto a técnica del fútbol. Es el momento de explicar qué son los desmarques y cómo dar profundidad al juego.
Infantil.
Atletas de 12 y 13 años conforman este grado en el que se les enseñarán conceptos más complejos del fútbol como hacer paredes o cambios de orientación. El monitor de fútbol base deberá también introducirlos en las estrategias para sorprender y neutralizar al rival.
Cadete.
En esta etapa, que comprende los 14 y 15 años, el monitor de fútbol base se encuentra ya con deportistas que conocen y dominan las principales tácticas. Su misión será reforzar estos conocimientos e incidir en los valores positivos.
Juvenil.
Incluye a todos los futbolistas desde los 16 hasta los 18 años y en este ciclo lo fundamental es perfeccionar la técnica, así como los principios de defensa y ataque.
Puedes aportar un importante valor añadido a tu dedicación como monitor de fútbol base, si adquieres las competencias en entrenamiento y rendimiento deportivo del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de UNIR en modalidad online.
Funciones del monitor de fútbol base
Las tareas que realiza el monitor de fútbol base dependen en gran medida de la edad de sus pupilos, puesto que no puede hacer las mismas actividades con niños de ocho años que con jóvenes de dieciocho. Algunas de las tareas principales de un monitor de fútbol base son:
Planificar entrenamientos.
Dependiendo de la edad de los niños, los ejercicios deben estar pensados para que todos participen activamente y no existan largas esperas hasta que llegue su turno.
Ejercer de docente.
El monitor de fútbol base tiene que saber cómo transmitir sus conocimientos y hacerse entender dependiendo de su audiencia. Su cometido es adecuar el discurso para hacerlo comprensible a sus alumnos.
Dirigir los partidos y los entrenamientos.
Es su misión conocer perfectamente a su equipo para potenciar sus puntos positivos durante los partidos y trabajar en los entrenamientos aquellos aspectos en los que sus jugadores necesiten mejorar.
Motivar al equipo.
Es un aspecto fundamental, puesto que en estas edades tempranas es el monitor quién ha de conocer las mejores formas de motivar a sus jugadores para sacar lo mejor de cada uno de ellos.
Inculcar valores positivos.
El monitor de fútbol base tiene una responsabilidad muy importante en la educación como futbolistas de sus pupilos, ya que para muchos será su primer mentor y la persona encargada de difundir los principios de la deportividad en ellos.
En cuanto al sueldo que percibe un monitor de fútbol base, es complicado establecer una cantidad, puesto que existen muchos entrenadores que se toman su trabajo como una afición y ni siquiera perciben una retribución a cambio. Además, existe una gran fluctuación dependiendo de la categoría a la que entrene, de su formación y experiencia, así como de la propia entidad contratante.
En muchos casos, el trabajo como monitor en las categorías del fútbol base aficionado es el trampolín de muchos entrenadores que aspiran a ser profesionales.
