UNIR Revista
Los síntomas refractarios son aquellos que padecen algunos pacientes en las fases finales de su vida o ante procesos complicados de la enfermedad que hacen necesaria una sedación paliativa.
En materia de cuidados paliativos, el síntoma refractario es aquel que no puede ser controlado de forma adecuada con los tratamientos disponibles para el paciente y en un plazo de tiempo razonable. En estos casos, el alivio del sufrimiento del enfermo requiere la sedación paliativa.
De acuerdo con el documento elaborado por el grupo de trabajo Atención Médica al final de la vida de la Organización Médica Colegial y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, el síntoma refractario es: “Aquel que no puede ser adecuadamente controlado con los tratamientos disponibles, aplicados por médicos expertos, en un plazo de tiempo razonable. En estos casos el alivio del sufrimiento del enfermo requiere la disminución de la conciencia a través de la sedación paliativa”.
Síntomas refractarios más frecuentes
En el campo de la medicina paliativa se ha avanzado muchísimo en el control de los síntomas gracias a la aparición de nuevos fármacos, especialmente analgésicos, y que alivian especialmente el dolor en las fases finales de la vida. Sin embargo, en algunos pacientes no funcionan, de forma que en su evolución llegan a presentar estos síntomas refractarios al tratamiento, lo que les genera un sufrimiento insoportable.
En concreto, podría decirse que los síntomas refractarios más frecuentes en los procesos de cuidados paliativos y en las fases terminales de la vida suelen ser:
- Dolor
- Disnea
- Náuseas y vómitos
- Delirium
- Inquietud
- Agitación
Síntoma refractario vs. síntoma difícil
En este contexto, resulta fundamental diferenciar lo que es un síntoma refractario de lo que se conoce como “síntoma difícil”, pues ahí cambiaría la indicación y conveniencia o no de la sedación paliativa.
El “síntoma difícil” es aquel que precisa de una intervención terapéutica intensiva para su control, más allá de las vías habituales, tanto desde el punto de vista psicológico, como farmacológico e instrumental; siempre, sin alterar el nivel de consciencia del paciente.
La sedación paliativa vs. eutanasia
Ante la presencia de estos síntomas refractarios es necesario en muchas ocasiones la disminución de la conciencia del enfermo, con el objetivo de que este sufra lo menos posible, o bien, porque se encuentra en las horas previas a su fallecimiento. Para ello, se debe contar con el consentimiento del paciente o de algún familiar cercano y la indicación del médico especialista en la materia.
Sin embargo, a día de hoy sigue suscitando controversia en la sociedad —fundamentalmente por desconocimiento entre quienes no conocen la técnica y carecen de experiencia en cuidados paliativos— llegando incluso a confundirla con la eutanasia, cuando no son lo mismo.
Concretamente, la sedación paliativa es la disminución deliberada del nivel de conciencia del enfermo mediante la administración de los fármacos apropiados, y siempre con el objetivo de evitar un sufrimiento intenso causado por uno o más síntomas refractarios. Esta puede ser continua o intermitente y su profundidad se gradúa buscando el nivel de sedación mínimo que logre el alivio sintomático.
Así, la frontera entre ambas se encuentra en la intención, en el procedimiento empleado y en el resultado. Con la sedación se pretende disminuir el nivel de conciencia, con la dosis mínima necesaria de fármacos, para evitar que el paciente perciba el síntoma refractario. Sin embargo, con la eutanasia se busca deliberadamente la muerte anticipada tras la administración de fármacos a dosis letales, para terminar con el sufrimiento del paciente.
“En la eutanasia se busca deliberadamente la muerte anticipada tras la administración de fármacos a dosis letales, para terminar con el sufrimiento del paciente. Omitir estos matices introduce un elemento de confusión que acabaría limitando el auténtico derecho de los pacientes que necesitan la sedación paliativa”, reza el documento antes citado de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y la Organización Médica Colegial.
Como se ha visto, un síntoma refractario tiene lugar si, tras la evaluación de un profesional en la materia, se ven agotadas todas las posibilidades terapéuticas e intervenciones para la situación clínica del paciente. Así, los síntomas refractarios son aquellos que padecen algunos pacientes en las fases finales de su vida o ante procesos complicados de la enfermedad y que les resultan intolerables en su día a día, lo que hace necesaria la puesta en marcha de una sedación paliativa, siempre controlada y adecuada a las necesidades del paciente.
El Máster en Cuidados Paliativos de UNIR ofrece una formación especializada en este ámbito con tal de formar a profesionales que puedan acompañar a los pacientes en las fases terminales de su vida, o bien, de proporcionarles los mejores cuidados durante las fases más difíciles de una enfermedad.