UNIR Revista
La TBCS consiste en definir los problemas y centrarse en las metas que conducen a las soluciones. Presenta ventajas frente a otros enfoques y, por ello, su popularidad se ha incrementado.
Dentro del ámbito de la psicoterapia moderna se incluye la TBCS o Terapia Breve Centrada en Soluciones, un enfoque innovador y útil para aquellas personas que buscan un cambio significativo y duradero en su salud mental de forma eficaz y a corto plazo. Para abordar esta y otros tipos de psicoterapia es necesario ser psicólogo y, por tanto, haber realizado un Grado en Psicología.
Si esta formación se complementa con el Máster en Psicoterapia online de UNIR, el egresado adquirirá un nivel de especialización superior y dominará las distintas metodologías que existen en este ámbito, como la TBCS.
¿Qué es la TBCS y cómo surgió?
Las siglas TBCS corresponden a Terapia Breve Centrada en Soluciones, aunque esta terapia también es conocida como Terapia Centrada en Soluciones (TCS). La TBCS fue desarrollada a finales de la década de 1970 por los trabajadores sociales y psicoterapeutas Insoo Kim Berg (1934-2007), estadounidense nacida en Corea, y Steve de Shazer (1940-2005), estadounidense nacido en Milwaukee.
Este matrimonio, junto a otros compañeros del Centro Terapéutico Familiar Breve de Milwaukee donde trabajaban, investigaron distintas técnicas que trataban de identificar el problema psicológico de un paciente sin emplear métodos largos, abogando por prácticas más rápidas y efectivas.
De Shazer y Kim Berg propusieron que, en lugar de focalizar la terapia en el pasado y las causas de los problemas, los “terapeutas deben centrarse en el presente y en el futuro, explorando y ampliando las excepciones a los problemas y las competencias de los clientes para resolver sus dificultades”. (Terapia Breve: centrada en el desarrollo de soluciones. De Shazer et al. 1986).
Así surgió la TBCS (en inglés: Solution-Focused Brief Therapy), que se define como el enfoque terapéutico a corto plazo enfocado en objetivos —es decir, en evidencias— y en potenciar y encontrar soluciones efectivas a los problemas que han llevado a una persona a ir a terapia.
Beneficios de la TBCS
Los beneficios que aporta la Terapia Breve Centrada en Soluciones son:
- Breve duración al enfocarse en resultados a corto plazo.
- Bajo coste al ser terapias más reducidas.
- Impacto positivo en la autoestima del paciente al centrarse en sus fortalezas.
- Mejora la adaptabilidad a diferentes contextos porque se focaliza en hechos realistas y no en el pasado.
La TBCS ha ido incrementando su popularidad gracias a las características únicas y ventajas que posee. No obstante, su aplicación depende de la situación del paciente y de lo que el psicoterapeuta considere más conveniente.
Principios de la Terapia Breve Centrada en Soluciones
Con el fin de que este enfoque se implemente correctamente hay que cumplir con los principios de la TBCS:
- Cada persona es única. Esto ayudará a elegir la psicoterapia más apropiada para adaptarla al paciente.
- Todas las personas tienen recursos y fortalezas para resolver y superar los problemas y ayudarse a sí mismos. El psicoterapeuta deberá investigar cuáles son esos puntos fuertes para que el paciente los descubra y emplee con tal de superar sus problemas. Ellos son los que definen sus metas.
- Nada es totalmente negativo. El especialista ha de buscar alternativas a percepciones negativas, lo que permitirá conducir la terapia hacia lo positivo y, por ende, hacia las soluciones.
- El paciente tiene interés por cambiar. Se basa en que la resistencia a colaborar o cambiar no existe. Es responsabilidad del experto guiar la TBCS para que no haya bloqueos u objeciones al cambio.
- La TBCS es a corto plazo. Es decir, esta terapia logra resultados de forma breve, segura y constante, pero no se apresura a conseguir resultados porque se centra en la persona y no en el tiempo de consulta. La velocidad varía en función de las necesidades de cada caso.
- No existe la lógica causa-efecto. La TBCS se enfoca en el futuro y en qué debe cambiar para hacer desaparecer el problema, en lugar de hacerse preguntas sobre el porqué del trastorno.
- Las soluciones no están directamente relacionadas con el problema. El remedio puede tener un origen distinto a la causa del problema. La TBCS promueve la creatividad para hallar una solución diferente y ser, en definitiva, más eficaz.
- Las emociones son parte de todo el problema y de toda solución. El psicoterapeuta tiene que conectarse con el lenguaje del paciente para acoplarse a su sensibilidad e identificar su capacidad de tomar decisiones.
- Un pequeño cambio puede provocar otros más grandes. Toda persona que acude a consulta busca mejorar su bienestar, por ello, por muy pequeño que sea el cambio, será útil para lograr más.
- Enfoque en el futuro: la historia no es esencial. El mantra es tener claro que el pasado no se puede cambiar y se centra en conceptos realistas para promover soluciones.
¿Cómo funciona la TBCS?
En un primer lugar, en la Terapia Breve Centrada en Soluciones se definen los problemas y se enfoca la consulta en las metas establecidas por el paciente para encontrar soluciones. Durante las sesiones, se tienen en cuenta todos los principios de la TBCS, como el de considerar las fortalezas y recursos del paciente para superar sus traumas.
En segundo lugar, es necesario focalizarse en los objetivos alcanzables y, después, realizar una valoración de la utilidad de este enfoque. Tras ello, el terapeuta evalúa de forma continua los logros alcanzados y se ajustan las metas según sea necesario. Esto mantendrá al paciente motivado.
Por último, el cierre de la terapia consiste en hacer hincapié en los puntos positivos y en proveer ayuda futura si así se requiere.
Herramientas de la TBCS
La Terapia Breve Centrada en Soluciones se apoya en varias técnicas y herramientas para hacer que el paciente identifique y consiga soluciones efectivas. Las herramientas más comunes son:
- Preguntas milagro. A través de ellas, el paciente debe imaginar que sus problemas se han resuelto de forma milagrosa y repentina. Tras esta primera toma de contacto, el terapeuta formulará más preguntas provocando la reflexión de la persona sobre los cambios y acciones que deben suceder para lograr las metas establecidas.
- Preguntas de excepción. Se busca que el paciente identifique momentos o tiempos en los que las cosas podrían haber sido diferentes.
- Preguntas de escala. Esta herramienta permite que tanto el usuario como el terapeuta puedan evaluar conjuntamente la situación, identificar cuán cerca está de alcanzar su meta y determinar las acciones necesarias para mantener su progreso actual y continuar avanzando. Un ejemplo de TBCS en este caso es: En una escala del 1 al 10, ¿cuál es tu situación anímica después de haber empezado la terapia?
- Preguntas de afrontamiento. Centrándose en la capacidad de superación y resiliencia del paciente, el terapeuta provocará a través de su formulación que se sienta mejor al identificar sus logros.
¿En qué se diferencia la Terapia Breve Centrada en Soluciones de la terapia tradicional?
La principal diferencia entre la TBCS y la terapia tradicional es que esta última sí tiene en cuenta los hechos pasados para afrontar y abordar los problemas actuales del paciente.
Por su parte, en la Terapia Breve Centrada en Soluciones está enfocada a conseguir soluciones y para conseguirlo es imprescindible que exista colaboración entre el paciente y el terapeuta.
Sobre todo, lo que las hace diferentes es la duración, ya que la TBCS está pensada a corto plazo. Ciertos estudios aseguran que en esta terapia se obtienen resultados positivos en una media de tres a cinco sesiones. Por el contrario, en la terapia tradicional se necesita más tiempo, ya que incluso puede durar años.