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En este post de UNIR abordamos en qué consiste la terapia familiar sistémica, sus principales características y formas de aplicación.
Los profesionales de la psicología deben hacer frente a situaciones tan dispares como los conflictos del ámbito familiar. Para abordar estos supuestos se llevan a cabo terapias de distinta índole, entre las que destaca la terapia familiar sistémica. En este post de UNIR abordamos en qué consiste, sus principales características y formas de aplicación.
La terapia familiar sistémica es un enfoque terapéutico que, con un enfoque global e integral, estudia los sistemas familiares y sus subsistemas (pareja, individuo, hijos) y otros grupos sociales significativos para determinar el origen de los conflictos y buscar cambios en las dinámicas de estas relaciones capaces de lograr una solución.
Esta terapia se basa en la Teoría General de Sistemas enunciada por el biólogo y filósofo Karl Ludwig von Bertalanffy y que supone entender la familia como una entidad con límites y partes relacionadas e interdependientes, en el que el cambio que afecte a una de esas partes tiene efectos sobre las demás.
Aplicada al campo de la Psicología, entender la familia como un sistema supone comprender el peso que para una persona tienen las relaciones sociales. La familia es uno de los sistemas a los que pertenece cada persona y otros grupos sociales, como los amigos de distintos ámbitos o los compañeros de trabajo, conforman otros sistemas con los que se interactúa de forma diaria, intercambiando ideas, emociones y experiencias.
En estas relaciones pueden surgir conflictos o eventos que afecten a las dinámicas del sistema y a la manera en que el propio individuo se comporta en ellos. Una gestión inadecuada de estos problemas puede derivar en trastornos que requieran ayuda de un profesional.
Tratamiento global frente al individual
La terapia sistémica analizará los sistemas a los que pertenece una persona para identificar y diagnosticar las relaciones y comprender la conducta del individuo al que se está tratando. Es decir, el tratamiento abordará al individuo como parte de un grupo en lugar de hacerlo de forma aislada, para comprender los aprendizajes sociales que ha obtenido y la manera en que interactúa con las personas que lo rodean.
Aplicada al ámbito familiar, el psicólogo que realice terapia sistémica con una persona abordará también los roles que tienen los miembros de la unidad familiar y sus dinámicas respecto al resto de personas del grupo.
Cada familia establece unos mecanismos de funcionamiento concretos, unos límites, reglas y pautas que fijan la jerarquía y los límites que tiene cada uno de sus miembros
Los problemas que pueden surgir en un sistema familiar derivan precisamente del conflicto entre los límites de sus miembros, algo que puede ocurrir de forma puntual o reiterada, ocasionando desequilibrios en el grupo y en los propios individuos. El objetivo de la terapia familiar sistémica es determinar y comprender el tipo de sistema en que se encuentra la persona que acude al psicólogo para encontrar el origen de los problemas y motivar los cambios necesarios para su resolución.
Una vez definido el sistema familiar y el origen de sus conflictos, el terapeuta tratará de que los miembros de la familia modifiquen la manera en que interactúan para corregir esas desviaciones que están causando un desequilibrio. Esta terapia aboga por un cambio en la estructura del sistema más que en cambios a nivel individual que pueden no tener efecto sobre el conjunto de forma duradera. Si se logra que todos los miembros del sistema entiendan el origen de sus problemas y se comprometen a realizar cambios en su conducta el resultado de la terapia será más beneficioso a largo plazo.
¿Cómo aplican los profesionales la terapia familiar sistémica?
Los psicólogos que trabajan con técnicas de terapia sistémica se enfocarán, por tanto, en buscar una vía de solución para los conflictos que se derivan de la interacción entre los miembros de una unidad familiar, pudiendo centrar el trabajo en uno de ellos en concreto si se detecta que es el elemento del que nacen los conflictos.
Para realizar su labor, los terapeutas profesionales pueden empezar elaborando un mapa familiar con el grupo para determinar las interconexiones entre los miembros. Para lograrlo en las sesiones se realizarán una serie de preguntas indagatorias, pidiendo a los miembros de la familia que definan sus posiciones y cómo observan a los demás, o la técnica de la pregunta milagro, es decir, pedirles que expresen cómo sería su vida si el problema desapareciera o que expresen situaciones que consideran positivas.
El profesional también puede valerse de preguntas circulares con el objetivo de conocer a un miembro de la familia a través de otro
Además, durante las sesiones, el psicólogo observará los patrones de conducta de unos miembros de la familia con otros y estimulará la comprensión de estas dinámicas y cómo afectan a los demás para que cada miembro asuma que es parte responsable del conflicto. En este proceso el terapeuta se servirá de la técnica de la redefinición positiva del síntoma para tratar de que los miembros de la familia interpreten los hechos de una forma diferente a la que lo hacen, poniendo en cuestión la estructura del sistema que tienen establecido.
Estas son algunas de las técnicas que pueden utilizar los terapeutas a la hora de realizar terapia familiar sistémica. Existen varias escuelas con enfoques distintos sobre cómo realizar este tipo de terapia, por lo que cada una utilizará unas u otras técnicas con más frecuencia. En el Máster en Psicología General Sanitaria online de UNIR se estudian esta y otras terapias que ayudan a mejorar la salud mental de las personas.