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La terapia Gestalt es una terapia psicológica que parte de una concepción del ser humano y sus necesidades desde un pensamiento humanista. Descubre los principios y las reglas.
La terapia Gestalt está dentro de la psicología humanista y su objetivo principal es desarrollar el potencial humano y el crecimiento personal. Su origen se sitúa en el año 1951, cuando se publica el libro Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality, que establece las bases fundamentales de la terapia.
En determinadas ocasiones, la terapia Gestalt también se denomina “terapia de darse cuenta”, “terapia del aquí y ahora” o “terapia de contacto”. El motivo es que busca ayudar a las personas a tomar conciencia sobre cómo evitan una parte de la realidad. El terapeuta ayuda a ver y sentir las cosas tal y como son, y a enfrentar los aspectos desagradables de la realidad.
La terapia Gestalt se utiliza con numerosos trastornos psicológicos y emocionales, en los que se debe potenciar la toma de conciencia, el desarrollo personal y la autoestima. Al poner el foco en el aquí y ahora, el paciente puede fijar su atención en el presente y ser consciente de cómo ha llegado al punto donde se encuentra.
Hablamos de una terapia que no se limita al terreno clásico de la consulta psicológica, sino que está muy vinculada al desarrollo personal. En los últimos años, su presencia se ha extendido a numerosos ámbitos sociales, humanos y laborales.
Reglas y principios de la terapia Gestalt
Para saber en qué consiste la terapia Gestalt es necesario conocer sus reglas y principios fundamentales:
- Aquí y ahora
La idea del aquí y ahora, del momento inmediato, es uno de los principios más importantes. Se trata de un ejercicio que no siempre resulta sencillo, ya que las personas no suelen estar acostumbradas y presentan fuertes resistencias. Para conseguir tomar conciencia del momento actual, el terapeuta puede formular preguntas como las siguientes: ¿qué está pasando ahora? o ¿qué estás sintiendo en este momento?
Este principio se basa en la idea de que, si se trabaja en cómo pensamos en el presente, se interviene en la manera de plantearnos el futuro y también de revisar el pasado.
- Toma de conciencia
Para conseguir vivir en el aquí y ahora es muy importante ser conscientes de lo que nos ocurre. La toma de conciencia va a permitir que se puedan concretar las fórmulas que nos acerquen a la autorrealización.
Al revisar nuestras experiencias y pensamientos, conocemos la forma en la que los experimentamos y esto nos permite desarrollar nuestra inteligencia emocional.
- Responsabilidad
Aceptar los sentimientos también supone hacerse responsable de ellos. La responsabilidad permite tomar las riendas de nuestra vida, no culpar a los demás de lo que nos ocurre y potenciar los recursos que tenemos para afrontar las dificultades.
La terapia Gestalt considera que la irresponsabilidad es una negación del presente y un rechazo a tomar conciencia. La responsabilidad, por su parte, es la forma de vivir más libres y dar un significado a nuestra vida.
- La aceptación
Es importante ser capaces de aceptar nuestras emociones, pensamientos y conductas. La aceptación es el paso que nos permite sentirnos mejor con nosotros mismos y fortalece la autoestima.
- El diálogo
En la terapia Gestalt, el diálogo es muy importante y la relación entre el terapeuta y el paciente es clave para su éxito. El diálogo es la vía que tiene el psicólogo para ayudar a la persona en su camino hacia el autoconocimiento.
Críticas a la terapia Gestalt
Desde los ámbitos científicos de la psicología, existe una posición crítica con la terapia Gestalt. Principalmente, se considera que no tiene una unidad de análisis concreta con la que trabajar de forma experimental. También se critica su carácter ecléctico, su inspiración en el psicoanálisis freudiano o el psicodrama. Además, no hay estudios con suficiente validez empírica para mostrar su eficacia o que sirvan para explicar los mecanismos subyacentes de su efectividad.
Vive ahora, experimenta lo real, responsabilízate de tus actos y acéptate tal y como eres. Estas son las cuatro ideas clave de la terapia Gestalt. En definitiva, se trata de una opción que, más allá de las críticas recibidas, persigue el desarrollo personal del individuo.
Cabe señalar que los profesionales que quieran aplicar esta terapia no solo deben contar un Grado en Psicología, sino también con algún tipo de especialización. Todos los conocimientos formativos le permitirán ayudar a los pacientes a desarrollar su potencial y a guiarlos en su proceso de crecimiento personal.