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Mejorar la comunicación, resolver conflictos o incrementar la confianza son algunos de los objetivos de la terapia de pareja y sus ejercicios.
Falta de comunicación, conflictos constantes o incapacidad para disfrutar del tiempo juntos son solo tres de las muchas señales que indican que una relación no está en su mejor momento. Ante esa situación, siempre existe la opción de apostar por tomar caminos separados o buscar soluciones. En esa segunda posibilidad, la terapia de pareja y los ejercicios prácticos que plantea pueden ser útiles para salvar una relación.
La terapia de pareja es una herramienta de ayuda. La presencia de un profesional rompe las dinámicas establecidas e incluye nuevos elementos en la ecuación amorosa. No obstante, para que una terapia de pareja pueda funcionar, es fundamental que las dos personas se impliquen en su desarrollo y acudan voluntariamente a las sesiones.
Para disminuir las discusiones, evitar los celos, reducir la dependencia emocional, conseguir una comunicación más asertiva, convivir con las diferencias… La terapia de pareja y sus ejercicios pueden tener muchas finalidades.
Sea cual sea el objetivo más específico, los ejercicios en la terapia de pareja siempre persiguen establecer cambios positivos en la relación.Se trata de ejercicios que se practican en la consulta psicológica, pero que deben extrapolarse fuera de ella y acabar convirtiéndose en rutinas cotidianas que fortalezcan la pareja. Algunos ejemplos de ejercicios son:
Elaborar una carta o un listado de cosas positivas
En los momentos malos parece que solo existe lo negativo. Sin embargo, si la relación de pareja comenzó fue por las cosas positivas que se veían en la otra persona. Este ejercicio práctico busca recordar todo aquello que se valora en la pareja.
Por ejemplo, se puede redactar una carta expresando las virtudes y entregarla en forma de regalo. También se puede hacer un listado que permita recordar las razones que llevaron a estar en esa relación. Se trata de un ejercicio de valoración del otro y de toma de conciencia para uno mismo.
Establecer un tiempo para la comunicación
El ritmo de vida, las exigencias cotidianas y la falta de tiempo pueden desembocar en problemas de comunicación. Mediante este ejercicio, se busca reestablecer una comunicación fluida y sana entre los miembros de la pareja. En la terapia se ofrecen las herramientas para ello.
Una de las recomendaciones principales es la de fijar un tiempo al día que sea un espacio dedicado a la comunicación y donde no haya ningún elemento distractor.
Dibujar vuestra línea de vida
En la terapia de pareja, uno de los ejercicios más divertidos y productivos es el de dibujar la línea de vida común. El profesional pide a cada componente de la pareja que resuma en unos quince minutos el recorrido de la relación incluyendo tanto los buenos como los malos momentos. Esta narración luego se comparte y se genera un clima de afecto y confianza, al ver el camino común con perspectiva. Se trata de un ejercicio práctico que suele fortalecer el vínculo amoroso.
Expresar qué sientes cuando te enfadas
Es imposible que no haya conflictos en una relación. Ahora bien, estos no tienen por qué ser siempre un elemento negativo. Este ejercicio busca rebajar la tensión y que las discusiones no acaben en una escalada de reproches dañinos. La terapia pretende dotar a los miembros de las herramientas necesarias para expresar de forma asertiva qué sienten cuando se enfadan.
Por ejemplo, no es lo mismo lanzar a la otra persona una acusación como nunca pones la lavadora y siempre tengo que ocuparme yo, que expresar me agobia y estresa ser quien tiene que estar pendiente de esa tarea y me gustaría que pudiéramos compartir esa carga.
Objetivos de la terapia
Estos ejercicios son solo algunos ejemplos de los muchos que pueden utilizarse en una terapia de pareja. En todos ellos, juega un papel muy destacado la formación del psicólogo, que es quien propone y dirige las actividades, por lo que debe estar familiarizado con las dinámicas de la sesión y saber crear el ambiente adecuado para obtener resultados positivos.
Los objetivos fundamentales que se persiguen con la realización de los ejercicios son:
- Mejora de la comunicación: que sea fluida y asertiva.
- Resolución de conflictos: reducir su presencia y que, cuando ocurran, se sepa escuchar al otro de forma empática.
- Incrementar la confianza: las herramientas que aportan los diferentes ejercicios sirven para reparar la confianza entre la pareja.
- Reducir la dependencia emocional: enseñar que, en algunas ocasiones, pasar un tiempo separados y disfrutar de actividades individuales o con otras personas puede ser la mejor manera de reforzar una relación.
En conclusión, la terapia de pareja plantea ejercicios que ayudan a identificar problemas, a visualizar los errores que se cometen, a buscar soluciones constructivas para los conflictos y a mejorar la relación. La realización de estos ejercicios prácticos comienza en el contexto de la terapia, pero debe trasladarse al día a día de la pareja para conseguir que todavía queden muchas etapas por vivir.