UNIR Revista
Las terapias infantiles te pueden ayudar con los más pequeños en situaciones de trastorno de conducta, trastorno del sueño o TDAH.
Muchos de los problemas de la vida adulta tienen su origen en la infancia, y es que los problemas psicológicos también están presentes a edades tempranas. Ante su influencia durante ese período vital y la posibilidad de que condicionen el futuro, es importante la intervención terapéutica mediante terapias infantiles.
La psicoterapia infantil tiene el objetivo de mejorar el bienestar emocional y social de los más pequeños. Para ello, utiliza diferentes métodos y técnicas que ayudan en la gestión de las emociones y la conducta. El juego suele ocupar un papel muy importante y, en estas terapias, se implica a la familia y a los profesores en el proceso.
Las terapias infantiles se diferencian de las terapias con adultos no tanto en el objetivo de las intervenciones o los problemas tratados, sino en la forma de gestionar la relación y el proceso terapéutico. En la terapia con niños es común el desarrollo de muchas actividades y la apuesta por lo experiencial. Además, el terapeuta debe adaptarse a la edad y la capacidad de comprensión de cada niño.
¿Qué problemas se pueden tratar?
A continuación, abordamos algunos de los problemas y trastornos para los que se pueden emplear las terapias infantiles:
- Trastorno de conducta: ¿Tu hijo está muy irritable, ansioso o nervioso? En ese caso, es posible que experimente un trastorno de la conducta que se caracteriza por la presencia de comportamientos impulsivos y desafiantes.
La terapia infantil para este trastorno busca identificar cuál es el malestar que se esconde detrás de esas conductas inadecuadas. El psicólogo trata de descifrar lo que angustia al niño y, para ello, es fundamental crear un buen marco de confianza. Al mismo tiempo, ayuda al pequeño a conseguir una mejor gestión de las emociones. La psicoterapia cognitivo-conductual es la que presenta los mejores resultados.
- Trastorno del sueño: cada vez es más frecuente la necesidad de abordar con atención especializada los trastornos del sueño en niños y adolescentes. El insomnio, los terrores nocturnos, el sonambulismo o el síndrome de las piernas inquietas, entre otros, pueden tratarse con terapias infantiles. La mayoría de estos trastornos del sueño en la infancia mejoran con el abordaje terapéutico.
- TDAH: es un problema que se empezó a tratar hace un par de décadas. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad le genera muchos problemas al menor, especialmente en el área de aprendizaje y en su educación.
La opción terapéutica que suele presentar mejores resultados es la combinación de la intervención conductual y el uso de fármacos. También, se han obtenido mejoras notables con los procedimientos de modificación de conducta en el aula y el entrenamiento de los padres.
- Enuresis: se trata de un trastorno con una raíz psicológica que se caracteriza por la incapacidad del niño para regular los esfínteres durante el sueño. La psicoterapia infantil ha demostrado ser eficaz para tratar este problema; en concreto, el método de la alarma, que es el tratamiento que cuenta con más estudios que certifican sus buenos resultados.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo: el abordaje terapéutico dota a los niños de herramientas para que puedan gestionar la angustia y los pensamientos desagradables que los llevan a realizar conductas compulsivas. La terapia cognitivo-conductual suele ser el tratamiento de primera elección.
¿Cómo aplicar las terapias infantiles?
Existen algunas características específicas que distinguen a las terapias infantiles. Es evidente que la comunicación de los menores resulta diferente de la de los adultos. Por ese motivo, es fundamental que las terapias con niños sean amenas y se introduzcan elementos interactivos, como juegos o test proyectivos. Además, suelen tener una corta duración.
También es clave que el terapeuta infantil cuente con conocimientos específicos sobre el desarrollo evolutivo de los niños y de las características que debe tener en cada edad, para poder adaptarse a él, a su forma de pensar y a sus necesidades.
Durante el transcurso de las terapias infantiles, los psicólogos ayudan a los niños a mejorar sus problemas. Con su trabajo, permiten a los pequeños mejorar sus habilidades sociales, capacidad de comunicación, gestión emocional y construcción de una autoestima sana.
En resumen, las terapias infantiles son una buena opción para abordar en los niños diferentes problemas, como el trastorno de conducta, el TDAH o los trastornos del sueño. El objetivo de estas terapias es mejorar la calidad de vida del menor y, para ello, es importante que los profesionales cuenten con una serie de capacidades específicas. Formaciones como el Máster en Psicología Infanto-Juvenil online de UNIR permiten adquirir los conocimientos necesarios para el correcto desarrollo de las terapias infantiles.