UNIR Revista
El tratamiento conductual con el modelo ABA o los tratamientos farmacológicos son las terapias más efectivas en la intervención del autismo. Un trastorno con muchas dudas por resolver.
Hace unos años su único nombre era autismo. Sin embargo, englobaba un grupo heterogéneo de trastornos donde cada persona afectada presentaba una personalidad única. Esto llevó a la utilización del término “Trastornos del Espectro Autista” (TEA). Una complejidad teórica que se extiende también al tratamiento del trastorno. Los tratamientos existentes son muy variados, pero solo algunas son las terapias más efectivas para el autismo.
Aunque no hay cura para los Trastornos del Espectro Autista y se siguen necesitando nuevos avances en la investigación, existen varias terapias conductuales y tratamientos cuya eficacia se ha demostrado para reducir los síntomas del trastorno y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Modelo ABA
El Análisis Conductual Aplicado o modelo ABA (Applied Behavior Analysis) se basa en los principios de la teoría del aprendizaje y las técnicas conductuales. Es un tratamiento muy estructurado cuyo objetivo es reducir los comportamientos estereotipados (movimientos, posturas o acciones sin un fin determinado como el balanceo constante del cuerpo) y aumentar las relaciones sociales.
El ABA analiza y establece cuáles son los comportamientos que tiene el paciente. En base a ello se refuerzan los comportamientos positivos con recompensas para buscar su repetición. En su aplicación deben implicarse los profesores y la familia. Por ello, el trabajo tiene lugar en los ambientes habituales del niño y se asesora y entrena a los padres en los principios reguladores de la conducta.
La acción concreta con el niño con autismo consiste en reforzar sus comportamientos positivos con recompensas para fomentar su repetición. En aquellos casos donde no se responda bien el terapeuta debe señalar con un no informativo o señalar la respuesta adecuada.
Los diferentes estudios indican que el Análisis Conductual Aplicado ofrece mejoras en habilidades de lenguaje e interpersonales y en la conducta adaptativa. No obstante, existe una amplia variabilidad individual en los resultados.
Modelo PECS
Es una terapia diseñada por Andy Blondy y Lori Frost que focaliza su acción en iniciar a los niños en comunicación funcional. Su sistema consta de seis fases y un protocolo de estrategias específicas de ayuda y reforzamiento que, a través del uso de imágenes y pictogramas, busca conseguir una comunicación más fluida. La investigación ha demostrado sus resultados e, incluso, en algunos casos se ha producido un desarrollo del habla.
El primer paso del Modelo PECS consiste en intercambiar una imagen por un objeto altamente deseado. Después, se enseña a discriminar imágenes y a estructurar oraciones. En las fases más avanzadas, los niños deben contestar preguntas directas tales como “¿Qué quieres?” y comentar cosas relacionadas con su entorno cotidiano.
Modelo TEACCH
El tratamiento y educación de niños con autismo y problemas de comunicación derivados fue creado por Eric Schopler en 1966. El modelo busca entender a las personas con TEA, ya que considera que sus diferencias cognitivas y neurológicas explican los síntomas y los problemas conductuales que presentan. Para ello prioriza el aprendizaje en varios ambientes, la colaboración con la familia y los profesores, y el diseño de una intervención individualizada.
El Modelo TEACCH se basa en una serie de tareas simples, ordenadas y estructuradas que están diseñadas para fomentar la autonomía y la independencia de los niños con autismo. También se caracteriza por utilizar materiales visualmente atractivos para despertar la atención y motivación y potenciar las capacidades visuales y espaciales.
Ha demostrado su eficacia en la mejora de las habilidades sociales, la comunicación y la calidad de vida. No obstante, es un modelo que aún necesita más validación científica.
Tratamientos farmacológicos
Aunque la opción farmacológica no siempre produce resultados, tanto la risperidona como el aripiprazol se utilizan con gran frecuencia para el tratamiento de comorbilidades asociadas al autismo.
Es un campo en el que hay numerosas investigaciones en marcha para mejorar los tratamientos. Varios estudios de genética están localizando las proteínas implicadas en la transmisión cerebral disfuncional de las personas con TEA. Otras líneas de trabajo se centran en la acción sobre la oxitocina para mejorar síntomas específicos de autismo, especialmente en el aspecto social. También la investigación con la bumetadina ha ofrecido resultados positivos en niños de hasta tres años de edad.
Principios comunes de la intervención
En la actualidad, se desconocen los factores que intervienen en la aparición del autismo. Es necesaria una mayor investigación ya que no existe una única causa, sino varias. Hablamos de un trastorno crónico que en la actualidad no tiene cura. La detección temprana y el diagnóstico precoz son fundamentales en el comienzo de la intervención terapéutica.
Existen una serie de requisitos comunes que debe cumplir cualquier tratamiento para el autismo:
- Comenzar lo antes posible.
- La intervención tiene que ser compartida y coordinada entre los padres, la escuela y el terapeuta.
- Debe realizarse dentro de los entornos naturales del niño.
- El tratamiento debe ser intensivo.
La heterogeneidad de los pacientes con Trastorno del Espectro Autista conlleva que aún no exista un tratamiento que sea eficaz para todas las personas afectadas. No obstante, las diferentes revisiones de estudios apuntan a la eficacia de los tratamientos conductuales, farmacológicos y de las intervenciones combinadas en ambientes estructurados.
Medio siglo después de que el psiquiatra Leo Kanner describiera el autismo infantil, este sigue teniendo numerosos misterios por desvelar. Por ello, es muy importante que continúe la investigación con la formación de profesionales gracias a posgrados como el Máster en Investigación en Psicología online de UNIR para poder localizar cuáles son los factores responsables de la variabilidad en los resultados de los tratamientos.