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La terapia de resolución de problemas, el entrenamiento en habilidades sociales o la activación conductual son algunas de las terapias disponibles para la depresión.
La depresión es una enfermedad con una enorme incidencia a nivel mundial. Se trata de un trastorno del estado de ánimo con notables consecuencias en el bienestar personal y social. La persona deprimida se aísla del resto de gente, pierde el interés en realizar actividades, tiene constantes pensamientos negativos, entre otros síntomas. Es por ello por lo que resulta fundamental saber abordar este problema y conocer cuáles son las principales terapias para la depresión.
Existen dos formas principales de tratamiento: la terapia psicológica o psicoterapia, y la medicación antidepresiva. La psicoterapia es una opción bastante efectiva, que proporciona estrategias de afrontamiento al paciente. A continuación, desarrollamos algunas de las opciones terapéuticas que pueden ser útiles para personas con depresión.
Activación conductual
La activación conductual es una terapia con un marcado carácter contextual. No concibe la depresión como algo que la persona tiene (no es una enfermedad), sino como una situación negativa en la que se encuentra. Esta terapia para la depresión está incluida dentro de las terapias de tercera generación.
Su lógica indica que hay situaciones donde se produce una disminución de los reforzadores o alicientes en la vida. En ese punto, la persona responde con una actitud de evitación que desencadena la aparición de los primeros síntomas depresivos. El paciente entra en un círculo vicioso de inactividad que perpetúa el problema. La propuesta de la activación conductual consiste en realizar una serie de actividades que conllevan el contacto con refuerzos positivos.
Terapia cognitiva
Esta terapia considera que el origen de la depresión se encuentra en los pensamientos irracionales. Al sufrir depresión, existe una atención selectiva que se focaliza en los aspectos más negativos de las situaciones y produce una distorsión de la realidad.
Por ejemplo, si se da la situación de que un amigo cancela una cita, la persona deprimida pensará que no quería verla y por eso ha anulado la cita. Así pues, el objetivo de la terapia es conseguir que el paciente analice las situaciones de una forma más lógica, realista y adaptativa.
Entrenamiento en habilidades sociales
Puede utilizarse como terapia para la depresión y también como parte de programas conductuales. El déficit en habilidades sociales se asocia con numerosos problemas emocionales y de desadaptación, y muchos autores consideran que está relacionado de forma directa con la depresión.
El objetivo del entrenamiento en habilidades sociales es conseguir que la persona mejore la calidad de sus relaciones interpersonales, a través de diferentes estrategias de comunicación y afrontamiento.
Terapia de resolución de problemas
Se ha detectado que la presencia de déficits de solución de problemas también se relaciona con la depresión. En esta terapia se siguen una serie de pasos y procedimientos, con el objetivo de enseñar al paciente cómo debe afrontar y solucionar sus problemas, lo cual ayuda a reducir los síntomas de depresión.
Psicoterapia interpersonal
La psicoterapia interpersonal considera que la vida de la persona se ordena en base a las relaciones y los vínculos afectivos establecidos. La pérdida de uno de esos vínculos conlleva una crisis emocional, que puede desembocar en una depresión. Esta terapia concibe la depresión como un trastorno psiquiátrico asociado con la pérdida de una relación significativa.
Tratamientos farmacológicos
Otra opción para abordar la depresión es combinar la terapia con algún tipo de tratamiento farmacológico. Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), los tricíclicos y los antidepresivos son algunas de las opciones farmacológicas más utilizadas y cuyo objetivo consiste en regular la actividad de los neurotransmisores que intervienen en la depresión.
Eficacia de las terapias para la depresión
En el tratamiento de personas adultas con depresión, tanto la terapia psicológica como los tratamientos farmacológicos han demostrado eficacia. El tratamiento cognitivo conductual es la opción que cuenta con más estudios que corroboran su eficacia.
No obstante, es importante tener en cuenta que el tratamiento para la depresión se debe escoger en función de las características personales del paciente. Por ejemplo, el entrenamiento en habilidades sociales se recomienda para aquellas personas que puntúan alto en extraversión.
También es muy importante indicarle al paciente que su mejora no será un camino lineal. Habrá momentos de recaída durante la terapia y por ello se recomienda la psicoeducación, para ser flexibles, saber afrontar los problemas y mantener un alto nivel de actividad. Un buen resultado en el tratamiento de la depresión no asegura que el problema no pueda volver a presentarse y es fundamental trabajar en la prevención de recaídas.
En resumen, la depresión es uno de los mayores retos dentro de los problemas de salud que existen en la actualidad. Millones de personas en el mundo sufren, en algún momento de su vida, algún episodio. Por esta razón, es crucial la formación de nuevos profesionales con el Grado en Psicología y/o el Máster en Psicoterapia Online, que conozcan las terapias para la depresión, sus herramientas y la forma de aplicarlas, para ayudar a mejorar la vida de las personas.