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Existe un amplio repertorio de instrumentos para detectar los déficits en las funciones cognitivas. En este artículo, presentamos algunos tests neuropsicológicos para evaluar el deterioro cognitivo.
La evaluación neuropsicológica es un proceso cuyo objetivo es evaluar el estado cognitivo y afectivo-conductual de una persona. Con ese fin, existen diferentes tests neuropsicológicos para evaluar el deterioro cognitivo en personas mayores, que ayudan a los profesionales en su labor.
Este deterioro, en ocasiones, es solamente algo leve y asociado a la edad pero, en otros casos, está vinculado a patologías como la demencia o el Alzhéimer. Por eso, es muy importante la exploración de las capacidades y funciones cognitivas, sobre todo en aquellos casos en los que exista algún tipo de sospecha de que se está produciendo un deterioro.
Algunos test neuropsicológicos para realizar un cribado son:
- Test de evaluación cognitiva de Montreal (MoCA): evalúa las áreas de atención y concentración, y funciones cognitivas como la memoria, las habilidades visoespaciales o el razonamiento, mediante pruebas como la memorización de una lista corta de palabras. Es una prueba simple, pero con alta precisión, y ayuda a encontrar deterioros cognitivos leves.
- Mini-Mental (MMSE): es la prueba de cribado más utilizada para detectar demencia. Dura diez minutos y comprende una serie de preguntas y acciones que debe realizar la persona evaluada. Algunas de sus limitaciones son que sus valores de sensibilidad son moderados y que presenta sesgo cultural.
- Test breve para la evaluación del estado cognitivo (BCSE): su objetivo es evaluar de forma rápida el rendimiento general de un paciente. Incluye pruebas como la denominación de objetos.
- Test de alteración de memoria (T@M): cuenta con un alto valor discriminatorio en el deterioro cognitivo leve de tipo amnésico. Ayuda a seleccionar a pacientes que es conveniente examinar con mayor profundidad.
Más allá de los test neuropsicológicos para evaluar el deterioro cognitivo que permiten un cribado inicial de los pacientes, existen otras opciones para evaluar dominios cognitivos. Eso sí, cabe remarcar que, aunque un instrumento esté diseñado para centrarse en un aspecto de la cognición, los resultados estarán influidos por varios dominios cognitivos, ya que no se trata de entidades discretas.
Algunos de los dominios cognitivos que se pueden evaluar en busca de posibles deterioros cognitivos son:
- Memoria: es recomendable utilizar pruebas para medir la memoria verbal y visual. Los pacientes con deterioro cognitivo leve suelen tener algún déficit en tareas vinculadas a la memoria episódica. Algunos ejemplos utilizados para evaluar este dominio son el test de memoria libre y selectivamente facilitado (FCSRT), y los test de aprendizaje y retención de palabras.
- Atención: es un dominio difícil de evaluar porque el deterioro atencional es inespecífico y un déficit en tareas de atención no significa necesariamente que exista un deterioro cognitivo leve o demencia. El Test del Trazo es una de las pruebas que se pueden usar para evaluarla.
- Lenguaje: suele afectar a la capacidad de denominación o a recordar el nombre de las cosas. Se evalúa con las pruebas del Test de Fluencia Verbal Fonética (FAS) y el Boston Naming Test (BNT), donde las personas que presentan deterioro cognitivo suelen producir un menor volumen de palabras en el FAS y errores de denominación en el BNT.
- Funciones espaciales: se utilizan pruebas que plantean actividades como la construcción en dos o tres dimensiones de un estímulo dibujado. Uno de los test que se puede utilizar es el test del reloj.
Características y objetivos de la evaluación neuropsicológica
La pérdida habitual de objetos, el olvido de eventos importantes, la dificultad para usar palabras que eran habituales o para seguir una conversación son algunas de las señales de alerta que pueden llevarnos a realizar los test neuropsicológicos para evaluar el deterioro cognitivo.
En relación con la cuestión de qué tipo de pruebas neuropsicológicas elegir, existe la opción de realizar un test de cribado o una batería de exploración de las funciones cognitivas. Cabe señalar que estas pruebas de cribado son más rápidas de realizar, pero no sirven como diagnóstico. Representan una valoración mental que cuantifica las posibles alteraciones cognitivas y funcionales, y resultan una pista para diferenciar entre el envejecimiento normal, un deterioro cognitivo leve o alguna patología mayor. Por su parte, las baterías de exploración permiten una evaluación más exhaustiva de los distintos dominios cognitivos y un diagnóstico más completo.
Algunas cuestiones fundamentales que hay que tener en cuenta en relación con la evaluación neuropsicológica son:
- Debe existir integración entre los aspectos cuantitativos y los cualitativos.
- Los test que se utilicen deben contar con sensibilidad, fiabilidad, validez y datos normativos de referencia.
- Los datos de la evaluación neuropsicológica deben integrarse con la historia clínica y con los datos de otras evaluaciones para realizar una aproximación global.
Sea cual sea el objetivo (una exploración básica, general o específica) y el test neuropsicológico utilizado para evaluar el deterioro cognitivo, los profesionales encargados de la realización de la prueba deben contar con la formación necesaria y, a poder ser, con especialización en Neuropsicología. Solo así el examinador podrá tener un correcto manejo del test para obtener unos datos válidos y fiables.