UNIR Revista
El TOC en adolescentes genera obsesiones y ciertas conductas compulsivas que provocan ansiedad. Con un tratamiento de psicoterapia este trastorno se puede tratar con éxito.
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es un tipo de problema de salud mental que afecta a entre 2 y un 3 % de niños y adolescentes. Para saber cómo abordarlo y conocer en profundidad el TOC en adolescentes es necesario definir el concepto y desarrollar las claves que lo componen.
En primer lugar, el Trastorno Obsesivo Compulsivo es una afección mental que provoca en la persona que lo padece pensamientos obsesivos y actos compulsivos recurrentes (compulsiones).
- Las obsesiones son pensamientos recurrentes e intrusos que generan ansiedad. Aparecen en la persona sin previo aviso y en contra de su voluntad. De naturaleza egodistónica, resultan desagradables y/o repulsivos. Pueden ser miedos, pensamientos sobre algo malo que podría ocurrir o estar representadas por imágenes, melodías o impulsos.
- Las compulsiones son conductas, acciones o actos mentales que la persona con TOC piensa que tiene que realizar y así aliviar la ansiedad que esta le genera, y están íntimamente relacionadas con los pensamientos intrusivos. Por su recurrencia también reciben el nombre de rito o rituales. Por ejemplo, cuando una persona revisa y vuelve a revisar si algo está bien cerrado, limpio o acabado o repetir palabras o frases.
El control sobre este tipo de manifestaciones es limitado. Las personas con este trastorno se sienten liberadas cuando realizan un ritual, pero estas acciones se multiplican, exigen más tiempo y demandan más energía, convirtiendo el TOC en un problema constante.
Claves del TOC en adolescentes
El TOC en adolescentes no se suele manifestar de forma aguda, sino que aparece a partir de los 11 años, en tres de cada cuatro casos, o a partir de los 20-21 años y se va desarrollando de manera gradual a medida que aumentan las obsesiones, compulsiones y ansiedad.
¿Cómo se genera el TOC en los jóvenes? En un inicio aparecen pensamientos atemorizantes, obsesiones iniciales que no pueden sacarse de la cabeza. Esto lo que les conduce a realizar ciertas conductas de forma repetitiva, es decir, compulsiones para eliminar esos pensamientos. Piensan que llevando a cabo el ritual acabarán con las obsesiones: buscan sentirse seguros y lo que provocan es el efecto contrario, convirtiendo el problema en un trastorno de salud mental.
Los síntomas más frecuentes de adolescentes con TOC son:
- Miedo a ensuciarse, a las bacterias, a las infecciones, a contaminarse de alguna forma o a contagiarse de alguna enfermedad.
- Preocupación excesiva por el orden. Tienden a tener todo colocado a la perfección en base a una simetría.
- A la hora de tomar decisiones dudan, con la necesidad de obtener constante aprobación de los demás para lograr la seguridad propia.
Todos estos síntomas llevan consigo la realización de un ritual. Por ejemplo, lavarse las manos constantemente, peinarse o pintarse compulsivamente para conseguir una imagen impoluta, ordenar o contar las cosas y objetos de manera repetitiva…
Por lo expuesto previamente es fácil deducir el impacto en la vida del adolescente que genera este trastorno: desde al ámbito académico a las relaciones con los demás, pasando por hábitos de aseo que interfieren en sus horarios.
Detrás de cada una de estas áreas de funcionamiento cotidiano se encuentran una decisión estresante, lo que provoca sintomatología asociada como los cambios de humor, y la disminución de su capacidad de atención.
Tratamiento del TOC en adolescentes
El éxito del tratamiento va a depender de un adecuado análisis del caso, del entendimiento de los factores de aparición y mantenimiento del TOC, del establecimiento de un adecuado diagnóstico diferencial y del establecimiento de un protocolo de intervención adecuado a las necesidades del caso. En este sentido, la consideración de los contextos significativos de desarrollo del adolescente se hace indispensable.
Un mayor conocimiento del TOC en adolescentes por parte de los profesionales especializados con formaciones como el Máster en Psicología Infanto-juvenil online de UNIR permitirá el reconocimiento precoz de esta sintomatología en población infanto juvenil, lo que se sabe que tiene implicaciones muy positivas para su tratamiento y evitará la cronificación de este trastorno en la edad adulta. Esta titulación repasa las intervenciones de mayor respaldo y evidencia científica o tratamientos psicológicos empíricamente apoyados, ofreciendo al estudiante un grupo de terapias de primera elección presentados mediante protocolos de tratamiento.