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El trastorno obsesivo-compulsivo, también conocido como TOC, afecta gravemente a la calidad de vida de las personas que lo padecen y, en los casos más intensos, puede llegar a dificultar el llevar una vida normal.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) está caracterizado por un patrón de comportamientos, pensamientos o miedos que se repiten de forma continuada e irracional. Estas obsesiones y compulsiones afectan a la vida de la persona que lo padece. Interfieren en la actividad de su día a día y en su calidad de vida, lo cual llega a crear malestar y distintos grados de sufrimiento emocional.
Los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo dependen del tipo de TOC que se padezca, es decir, dependen del tipo de patrón u obsesión que se realiza de forma compulsiva. Por ello, no existen síntomas comunes en todos los pacientes con TOC, si no que estos varían en función de la obsesión que se experimenta de forma compulsiva o repetitiva.
No obstante, se puede determinar que, en todos los casos, la principal característica que presentan las personas con este tipo de trastorno es la necesidad irracional e incontrolable de repetir de forma compulsiva la acción o patrón asociado con la obsesión que padecen.
Las personas que sufren TOC tienen plenas capacidades y son conscientes de la realidad que les rodea. Sin embargo, a la hora de enfrentarse a determinadas situaciones, sus obsesiones se imponen a la racionalidad y el sentido común, lo que les lleva a la necesidad de realizar de manera compulsiva aquellos patrones característicos de la obsesión que sufren.
¿Cuáles son las obsesiones más comunes?
Cada paciente con trastorno obsesivo-compulsivo presenta unas características y obsesiones propias que deben ser abordadas de forma individual. Sin embargo, existen algunas obsesiones frecuentes, que permiten categorizarlas, dentro de los TOC, como las más comunes o habituales. Son las siguientes:
- Obsesión por la contaminación o la infección: los pacientes con este tipo de TOC presentan un miedo obsesivo ante la posibilidad de infectarse por algún patógeno o contaminarse con alguna sustancia potencialmente peligrosa para su salud.
- Obsesión por la repetición de determinadas acciones: los pacientes que presentan este tipo de TOC tienen la necesidad de repetir de forma compulsiva determinadas acciones porque, si no lo hacen, sienten que les puede suceder algo malo.
- Obsesión por la verificación: los pacientes con este tipo de TOC tienen la necesidad de comprobar repetidas veces las mismas cosas. Por ejemplo, si llevan encima las llaves o el teléfono móvil, si han cerrado el gas, si han cerrado el coche, etc.
- Obsesión por la numeración: se manifiesta por la asignación de significados especiales a los números, considerando que hay números que son positivos para la persona y otros que le producen cierto malestar o rechazo. Por ejemplo, preferencia irracional por los números pares o impares, por los múltiplos de 5, 10, etc.
- Obsesión por la acumulación: se presenta en pacientes que tienen la necesidad irracional de acumular objetos o bienes suponiendo que puedan llegar a necesitarlos en un futuro cercano o lejano.
- Obsesión por el orden: se manifiesta con una obsesión irracional de los pacientes a mantener el espacio en el que se encuentran en un orden determinado.
¿Cuál es la causa del TOC?
No se conoce la causa concreta que determina que una persona sufra trastorno obsesivo-compulsivo. En general, existen tres hipótesis que podrían explicar su origen:
- Origen biológico: según este modelo, las personas con TOC presentan un patrón anómalo en el funcionamiento de las redes fronto-estriadas, y que serían la base neuroanatómica del trastorno.
- Origen genético: si bien no se han localizado actualmente genes implicados en este trastorno, los profesionales barajan esta posibilidad como un elemento a tener en cuenta en el diagnóstico del origen.
- Origen aprendido: la teoría más factible actualmente establece que gran parte de los TOC surgen como resultado de la observación y el aprendizaje. Por ejemplo, al ver a familiares o personas cercanas realizar determinados actos de forma repetitiva y continuada.
Diagnóstico y tratamiento del TOC
El diagnóstico del trastorno obsesivo-compulsivo se realiza mediante una entrevista que un profesional de la psicología realiza al paciente. En esta entrevista, el profesional evalúa el grado de obsesión y compulsión con el que el paciente realiza determinadas acciones o patrones repetitivos y, según el resultado, determina si padece trastorno obsesivo-compulsivo o no.
El tratamiento del TOC se suele abordar de forma multidisciplinar. En ese sentido, es habitual el uso de la psicoterapia para profundizar en las obsesiones del paciente y ayudarle a controlar la compulsión con la que realiza las acciones o patrones asociados con la obsesión en concreto.
Asimismo, en aquellos casos en los que sea necesario, la psicoterapia se puede complementar con tratamiento farmacológico. Los medicamentos más habituales en el tratamiento del TOC suelen ser fármacos ansiolíticos y antidepresivos.
El pronóstico de los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo depende de diversos factores. Por un lado, es esencial que los pacientes sean tratados por profesionales debidamente cualificados gracias a formaciones como el Máster en Psicoterapia online de UNIR y con experiencia en este tipo de trastornos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los episodios más agudos del trastorno obsesivo-compulsivo suelen estar vinculados a la situación personal y vital de cada individuo, por lo que es importante que se lleve a cabo un seguimiento periódico para evitar posibles recaídas o empeoramiento de los síntomas.