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La esquizofrenia, los trastornos delirantes o el trastorno psicótico breve son algunos ejemplos de trastornos psicóticos.
La esquizofrenia, los trastornos delirantes o el trastorno psicótico breve son algunos ejemplos de trastornos psicóticos.
Los trastornos psicóticos son psicopatologías graves en las que se produce un desorden mental que hace perder el contacto con la realidad. Las personas que los padecen sufren una alteración global de su personalidad y perciben una realidad diferente al resto. Así, aunque alguien les diga que lo que ven o escuchan no es real, sostienen la veracidad de sus ideas y percepciones.
Esta pérdida de contacto con la realidad acaba generando angustia, nerviosismo, hipervigilancia y, en muchos casos, aislamiento social y emocional provocado por la incomprensión de su situación. También es frecuente que nieguen que están enfermos, lo cual dificulta mucho el tratamiento.
Los síntomas de los trastornos psicóticos se suelen clasificar en dos categorías: positivos (delirios, alucinaciones, pensamiento desorganizado y comportamiento motor anómalo) y negativos (expresión emocional disminuida, abulia, alogia, anhedonia y falta de interés por las relaciones sociales). Los delirios y las alucinaciones son los dos síntomas más característicos.
Tipos de trastornos psicóticos
La esquizofrenia, los trastornos delirantes, el trastorno esquizoafectivo y el trastorno psicótico breve son algunos de los trastornos psicóticos más comunes. Estas son sus características principales:
Esquizofrenia
Es el trastorno psicótico más conocido. Hablamos de una enfermedad del sistema nervioso central, cuyo inicio se suele situar entre los 20 y los 30 años de edad. En la actualidad, se sigue desconociendo su causa, pero lo que sí se sabe es que influyen factores genéticos.
Es habitual la presencia de delirios, alucinaciones severas y disfunción del pensamiento, la percepción, las emociones o la conducta, síntomas que acaban provocando el aislamiento social. Su curso es crónico.
Trastornos delirantes
Se caracterizan por delirios o creencias extrañas, sin la presencia de otros síntomas más graves. El paciente experimenta una o varias ideas delirantes, que se refieren a un solo tema en concreto y no pueden rebatirse de forma lógica porque está totalmente convencido de que son ciertas.
Entre los diferentes delirios es común la creencia de grandeza, de ser perseguido, de sufrir una enfermedad o de padecer un defecto físico. Cabe destacar que solo podemos hablar de trastorno delirante cuando los delirios están presentes durante al menos tres meses, y no pueden deberse al consumo de sustancias o a otra condición médica.
Trastorno esquizoafectivo
Este trastorno psicótico combina características de la esquizofrenia y de los trastornos del estado de ánimo. Un paciente puede presentar delirios y alucinaciones, al mismo tiempo que depresión o manía por cómo la enfermedad afecta tanto a su percepción como a sus procesos emocionales.
Dadas sus similitudes con otros trastornos, es común que se tarde en confirmar su diagnóstico. Además, hablamos de un trastorno que suele evolucionar de diferentes formas según el paciente.
Trastorno psicótico breve
Como su propio nombre indica, se caracteriza por su corto plazo de duración. Es un desorden que aparece de manera repentina e inesperada en personas sin antecedentes. Una vez que finaliza el episodio, la persona vuelve a su vida normal sin sufrir ningún tipo de secuelas.
Para definir un episodio como breve, los síntomas deben estar presentes más de un día, pero menos de un mes. Además, no pueden ser debidos al consumo de sustancias.
Tratamiento de los trastornos psicóticos
El tratamiento de los trastornos psicóticos es complejo, ya que depende de cuál sea la causa de la psicosis y, por lo general, se recomienda un abordaje integral biopsicosocial. Una de las opciones es el tratamiento farmacológico, que resulta eficaz para controlar los síntomas de la enfermedad y conseguir estabilidad. En ese sentido, es común el uso de antipsicóticos o neurolépticos, que se suelen dividir entre típicos y atípicos.
Otra opción de tratamiento es la psicoterapia. En este caso, el objetivo es ayudar a la persona a convivir con la enfermedad y darle herramientas para mejorar psicológica y socialmente. La psicoterapia que más efectividad ha demostrado es la terapia cognitivo-conductual, cuya aplicación forma parte del plan de estudios del Máster en Psicoterapia de UNIR.
En aquellos casos más graves en los que el paciente puede ser peligroso, se recomienda la hospitalización. Asimismo, la terapia electroconvulsiva se suele emplear en psicosis con intensa agitación psicomotriz.
En resumen, los trastornos psicóticos destacan por la desconexión de la realidad que producen en quienes los sufren. Como has visto, pueden presentar diferentes síntomas que son complejos de identificar para su posterior diagnóstico y tratamiento. Por esa razón, es necesaria la formación de nuevos profesionales en psicología que comprendan a los pacientes afectados por este tipo de problemas, algo que se logra al cursar posgrados como el Máster en Neuropsicología online de UNIR.