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Aunque se trata de un trastorno poco frecuente, existen diferentes tratamientos para la ciclotimia, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia interpersonal y de ritmo social.
El trastorno ciclotímico se caracteriza por la alternancia entre períodos de hipomanía y períodos de síntomas depresivos, que suelen durar unos días, pero que tienen un grado insuficiente para diagnosticarlos como un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo mayor en sí. Asimismo, tampoco llega a ser tan grave como el trastorno bipolar. El tratamiento para la ciclotimia puede ser muy diverso.
Para tratar la ciclotimia, la psicoterapia llevada a cabo por un psicólogo sanitario —idealmente especializado con un Máster en Psicoterapia— es altamente efectiva, ya que puede ayudar a aprender habilidades de afrontamiento, mejorar las relaciones interpersonales y brindar estrategias para manejar y gestionar las emociones. Sin embargo, a veces hay que combinarlo con las terapias farmacológicas o psicológicas, que vamos a presentar a continuación.
Dentro de las terapias psicológicas que pueden resultar efectivas para el tratamiento de la ciclotimia se encuentran:
- Terapia interpersonal y del ritmo social: se enfoca en dos objetivos, mejorar las relaciones interpersonales y crear rutinas saludables. El primero pretende contribuir a un cambio en el estado de ánimo de la persona, ya que las relaciones suelen ser focos de estrés. Se busca aprender habilidades de comunicación y de resolución de problemas.
- Psicoterapia breve: pone en contacto al sujeto con su mundo interno, para que sea consciente del sufrimiento que vive, y así pueda reactivar aspectos sanos y aprender pautas de comportamiento mental.
- Terapia cognitiva: está focalizada en el estilo cognitivo del sujeto. Se aprende a detectar los pensamientos automáticos negativos y se fomenta la generación de pensamientos más realistas. Dentro de la terapia cognitiva, la terapia cognitivo-conductual resulta útil para aprender habilidades de afrontamiento efectivas. Se enseña a la persona a reconocer cualidades personales para aumentar la autoestima y se da importancia a la realización de actividades placenteras.
- Psicoanálisis: se utiliza para solucionar los conflictos intrapsíquicos que están inconscientes en el paciente. Se recurre a la relación entre psicoterapeuta y paciente, para intentar averiguar el conflicto interno por el que suceden los diferentes episodios.
Con el objetivo de complementar los tratamientos psicológicos, los grupos de apoyo son un medio importante para compartir experiencias y sentimientos en común. Además, estas terapias se pueden combinar con el tratamiento farmacológico; sobre todo para los episodios hipomaníacos, en los que se utilizan fármacos estabilizadores del estado de ánimo para normalizar y prevenir nuevas recaídas.
En casos en los que el episodio de depresión sea muy grave, se suelen recetar antidepresivos o ansiolíticos. El tratamiento farmacológico es fundamental para estabilizar a la persona y, de este modo, cuando realice la terapia psicológica, esta será más beneficiosa.
¿Por qué se produce este trastorno? Síntomas y causas
Las causas de la ciclotimia se desconocen, aunque a veces puede deberse a cambios biológicos del sistema nervioso. Su diagnóstico es complejo, ya que puede confundirse con el trastorno bipolar II o con el trastorno límite de la personalidad, debido a su sintomatología. Estos síntomas deben durar más de dos meses y darse durante dos años, sin cumplir criterios propios de un episodio de depresión mayor, maníaco o hipomaníaco.
Por lo que respecta a su sintomatología, por un lado, el trastorno se caracteriza por la hipomanía, es decir, irritabilidad o excitación de aparición transitoria. Nos encontramos con una persona con un humor exaltado durante días, agitada, con hiperactividad y con patrones de sueño de menos de 6 horas. Por otro lado, los síntomas depresivos suelen ser los mismos que se observan en la depresión mayor, pero menos intensos.
En conclusión, si bien es cierto que la psicoterapia es el tratamiento para la ciclotimia más efectivo, en algunos casos es importante combinarlo con un tratamiento farmacológico para estabilizar a la persona y que así las terapias psicológicas puedan tener más efectividad.
Aunque existen muchas terapias psicológicas, las que resultan más efectivas son la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal del ritmo social, las cuales ayudan al paciente a evitar el riesgo de desarrollar un trastorno bipolar I o bipolar II.
