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El tratamiento de la diabulimia es muy complejo, ya que es difícil de detectar. Aun así, existe un tratamiento multidisciplinar, que engloba endocrinólogos, dietistas, psiquiatras y psicólogos.
La diabulimia es un trastorno alimentario que afecta a personas con diabetes tipo 1 y se caracteriza por la presencia de distorsiones corporales y obsesión por perder peso, que se consigue reduciendo su dosis de insulina. El tratamiento para la diabulimia es complejo, ya que resulta difícil de detectar, debido a que los síntomas que lo caracterizan pueden camuflarse con las pautas de la diabetes, que consisten en controlar el peso o no comer carbohidratos.
Al tratarse de un trastorno alimentario que va unido a una enfermedad como la diabetes el tratamiento deberá ser multidisciplinar, lo que significa que combina el trabajo de diferentes profesionales: endocrinólogos, dietistas, psiquiatras y psicólogos.
Durante el tratamiento, se deberán tratar al mismo tiempo las condiciones de diabetes y el trastorno alimentario, por lo que será necesario incluir una educación diabetológica y una psicoeducación. Asimismo, una educación nutricional con dietistas será fundamental para inculcar la importancia del consumo equilibrado de nutrientes, y así garantizar el mantenimiento de una glucemia estable.
Dentro de los tratamientos psicológicos encontramos:
- Psicoeducación: se aplica tanto al paciente como a su entorno, para conocer y comprender el proceso por el que la persona está pasando. Se ofrece orientación, pautas de actuación y estrategias.
- Terapia cognitivo-conductual: resulta útil para tratar cierta sintomatología asociada, como la baja autoestima o la falta de aceptación de la enfermedad crónica. Se trabaja el control de estímulos y técnicas de exposición con prevención de respuestas, mediante acciones que le generan ansiedad a la persona, y se pretende evitar la respuesta de la modificación de la cantidad de insulina.
También se entrenan las habilidades sociales y la gestión del estrés. Como parte de esta terapia, se usa la técnica de reestructuración cognitiva para modificar creencias y mitos sobre su cuerpo, sobre la diabetes y sobre el comportamiento errático a la hora de acudir al médico.
Todas estas terapias para el tratamiento de la diabulimia se deben abordar desde diferentes vertientes, pero las más importantes son la terapia individual, grupal, familiar y con el entorno:
- Mediante la terapia individual se aborda la aceptación y consciencia de una enfermedad autoinmune, así como la forma de entender el trastorno alimentario y la relación con la diabetes. Se realiza un trabajo de reconciliación entre el paciente y su cuerpo, y dejan de usarse los trastornos alimentarios como conducta de rabia.
- En la terapia grupal se trabaja la identidad del paciente más allá de la enfermedad, sus emociones y sentimientos asociados con la diabulimia, entre los que se pueden encontrar la rabia, la tristeza o el miedo.
- Con la familia se elabora un plan de psicoeducación para comprender la diabulimia y aceptarla, y para gestionar la culpa, la sobreprotección y el proceso de autonomía del paciente.
- Con el entorno se trabaja el concepto de autoayuda y la manera de llevar y hablar de la diabetes con naturalidad, para que la persona no se sienta diferente al resto.
En conclusión, la diabulimia acarrea diferentes consecuencias, como irritabilidad, cambios de humor, baja autoestima y falta de aceptación de la enfermedad, y resulta complicado diagnosticarla, ya que muchas veces se suele confundir la pérdida de peso con la sintomatología de la propia diabetes.
Sin embargo, existen diferentes opciones de tratamiento, que suelen englobar a diferentes profesionales, entre los que se encuentran los psicólogos formados con un Máster en Psicología General Sanitaria. La tarea de estos es la de diagnosticar y aplicar los diferentes tratamientos psicológicos como la terapia cognitivo-conductual con técnicas como la reestructuración cognitiva y la psicoeducación.