UNIR Revista
La justicia restaurativa es un paradigma de justicia en el ámbito penal que pone el foco en la víctima y en su reparación del daño a través de la mediación y el diálogo.
La justicia restaurativa —también conocida como reparadora, compasiva o mediación penal— es un concepto que surge durante los años setenta como una mejora de hacer justicia en el ámbito penal centrada en las víctimas y en la reparación del daño hacia estas, así como a la propia sociedad (familiares de la víctima, victimario, barrios, etc.).
La justicia restaurativa destaca porque toma conciencia de la necesidad de resolver el conflicto de manera colectiva, es decir, no solo se considera a los implicados directos, sino también tiene presente el impacto victimizador global, contemplando a aquellas personas que de manera indirecta se han visto afectadas.
La justicia restaurativa supone una alternativa a la justicia punitiva, aquella que emplea las leyes como una mera forma de imponer castigos para resolver el conflicto, apostando por sistemas como la mediación a través del diálogo para reparar el daño ocasionado a la víctima. Por tanto, no tiene como fin el castigo al autor o autores responsables del delito, sino que pretende que los causantes del problema asuman su responsabilidad y tomen conciencia del daño hecho para que así intenten reparar el daño producido a la víctima, reconociéndola como tal.
Sus principales objetivos son:
Lograr la participación y el consenso
Pretende alcanzar la reparación de todas las partes afectadas por el delito, tanto desde el punto de vista de la víctima como del infractor, englobando a sus familiares y allegados. Estas personas también necesitan superar el delito, el trauma que les supone y los sentimientos que pueden llegar a sentir de vergüenza y/o culpa.
Reparar
Este tipo de justicia lo que hace es atender a las víctimas, principalmente y partes afectadas por el delito, de la manera que mejor le pueda ayudar o beneficiar teniendo en cuenta sus particularidades.
Actitud activa
El delito separa al infractor y a la víctima de la sociedad y también de su entorno, por lo que al cometerlo se rompe la cohesión social. Es por eso necesaria la implicación y participación de la comunidad para recomponer y reparar el daño tanto particularmente como de manera global.
Buscar la reintegración de la víctima y del infractor en la comunidad
Algunos de los fines de la justicia punitiva son la rehabilitación y reinserción social, por eso se considera que la mejor forma de fomentar esta reinserción es a través de la responsabilidad. De manera voluntaria, el infractor será el que decida sobre sus actos y cómo reparar el daño.
Aplicaciones de la justicia restaurativa
En la actualidad, en nuestro país la justicia restaurativa está afianzándose en los juzgados y nuevos paradigmas profesionales, por lo que cada vez hay más profesionales que se forman en su abordaje en general y en métodos alternativos como la mediación en particular. Para ello, es necesaria formación especializada como la que ofrece el Máster en Psicología Forense online de UNIR.
Pero, ¿para qué tipo de delitos es efectiva la justicia restaurativa? Esta puede ser válida para delitos, sobre todo leves o cuando la relación continúa como en los vecinales, siempre que ambas partes tengan la suficiente capacidad para afrontar este proceso de mediación o las experiencias comunitarias de restauración. Entre las formas más comunes de aplicación figuran:
Encuentros entre la víctima y el infractor
Se pueden realizar los primeros acercamientos mediante vídeos o cartas, frente a la imposibilidad de un encuentro cara a cara. Dependiendo de la tipología, algunos por ley no podrían llevarse a cabo.
Juntas o conferencias
Consiste en abordar y gestionar el conflicto con la víctima, el infractor y el círculo de confianza de ambas partes, como son la familia o allegados.
Círculos restaurativos
Esta vertiente, además de los actores citados anteriormente, pretende añadir a la experiencia otros agentes sociales que aporten su visión del caso desde otra perspectiva, con el objetivo de ayudar a gestionar de forma más eficiente.
La justicia restaurativa va más allá de aplicar herramientas de solución alternativas como la mediación, ya que busca adaptar el proceso a cada caso y pone en el centro a la víctima —teniendo en cuenta sus necesidades— y también a cada infractor y su capacidad para responsabilizarse de sus actos.