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El psicólogo penitenciario es el profesional encargado de evaluar y guiar a los reclusos para poder integrarlos en la sociedad en un futuro y preservar una correcta convivencia dentro de la cárcel.
El psicólogo de prisiones es el profesional capacitado para comprender, interpretar, analizar, evaluar y tratar a los reclusos para su futura integración en la sociedad.
Durante el desarrollo de sus funciones, el psicólogo penitenciario se ocupa de las necesidades educativas, posibles trastornos y problemas psicológicos de los internos con el fin de garantizar una correcta convivencia en las prisiones. Su papel es fundamental porque ayuda a prevenir futuras conductas delictivas y a mejorar las capacidades de los reos, así como su calidad de vida.
¿A qué se dedica un psicólogo de prisiones?
Es posible que muchos no sepan exactamente cuáles son las funciones de un psicólogo de prisiones. La cantidad ingente de series televisivas ambientadas en las cárceles (Orange is the new black, Prision break…) han distorsionado la perspectiva sobre la vida en prisión. Tanto es así que en muchas de ellas el psicólogo penitenciario es algo parecido a una figura fantasma.
Otro de los grandes problemas sigue siendo el consumo de drogas dentro de las prisiones o la alta tasa de internos que sufren algún trastorno mental (9 de cada 10), según destaca el informe de Carmen Zabala Baños publicado por el Ministerio del Interior en 2016 sobre la Prevalencia de trastornos en prisión: análisis de la relación con delitos y reincidencia.
Por lo tanto, el psicólogo especialista en prisiones no sólo tiene por objetivo “hacer del interno una persona con capacidad de vivir respetando la Ley Penal, así como subvenir las necesidades”, tal como señalaba el artículo 59.2 de la Ley Orgánica General Penitenciaria en 1979 (primera normativa en la que quedó constancia de la necesidad de estos profesionales). Su misión también se complementan con otras acciones: mejorar la calidad de vida (física y psicológica) de los internos, la convivencia entre ellos o implantar programas preventivos de la drogadicción y la violencia.
Objetivos del tratamiento penitenciario
- La evaluación psicológica a través de la observación, entrevistas y test de la personalidad del recluso.
- La realización del informe de evaluación, que quedaría recogido en el protocolo del interno.
- La implantación de programas y técnicas psicosociales, cuyos objetivos serían: mejorar las capacidades del interno y prevenir futuras conductas delictivas.
- Facilitar al recluso contactos externos y recursos de la comunidad para su reinserción, una vez cumplida la pena.
Funciones del psicólogo penitenciario
Sus labores se pueden desarrollar en dos áreas: la pericial y la de intervención.
En el ámbito pericial es el profesional encargado de realizar el diagnóstico del acusado y redactar los informes pertinentes al juzgado, antes y después del juicio. Una vez que el acusado entra en prisión llevará un seguimiento constante del sujeto sobre su evolución. Estas evaluaciones también servirán de apoyo a los juzgados a la hora de decidir reducir la condena u ofrecer permisos de salida.
Al respecto, es en este punto de partida, el de la entrada de los reclusos en la cárcel donde el psicólogo penitenciario desarrolla sus funciones:
- Analizar y realizar el diagnóstico de las necesidades y las posibles dificultades que puedan presentar los internos. Este análisis se lleva a cabo a través de entrevistas donde el psicólogo penitenciario realizará un perfilado de estas personas evaluando así su personalidad.
- Redactar informes para hacer un seguimiento del comportamiento y la actitud del recluso durante el tiempo que esté en la cárcel. Este informe profesional será necesario para justificar su posible integración en la sociedad.
A nivel de tratamiento el psicólogo de prisiones lleva a cabo la implantación de programas específicos que cubra las necesidades y problemas psicológicos de los reclusos: adicciones, VIH y SIDA, violencia de género, falta de habilidades sociales y terapias para modificar conductas o de reestructuración cognitiva. En relación a esta área de intervención las funciones de un psicólogo penitenciario son:
- Orientar profesionalmente a aquellos internos que precisen ayuda de este tipo, en colaboración con otros especialistas, por ejemplo, con educadores sociales.
- Implementar tratamientos psicológicos, cuyo diseño se ha realizado en base a la evaluación previa del interno, con el fin de asesorarlos individualmente y en grupo mediante técnicas de modificación de actitudes y terapias de comportamiento, entre otros tratamientos.
- Participar en la toma de decisiones desde la junta de tratamiento del centro penitenciario.
- Ejecutar programas de intervención psicológica a través de los cuales los psicólogos penitenciarios asisten a las personas internas y las ayudan a comprender sus problemas, superarlos, reducirlos y, en la medida de lo posible, a mejorar sus capacidades individuales o las relaciones con su entorno.
Las funciones del psicólogo de prisiones comprenden una serie de tareas multidisciplinares entre las que se incluyen las descritas con anterioridad y a las que se pueden sumar otras diferentes, dependiendo del centro penitenciario donde se desarrolle el trabajo.
¿Cuáles son las competencias del psicólogo penitenciario?
Ya se han enunciado algunas de ellas al mencionar las tareas del psicólogo en las prisiones. Para concretar más el perfil habría que añadir las siguientes competencias:
- El estudio de la personalidad de los reclusos.
- La aplicación de pruebas psicológicas y redactar el informe pertinente.
- Recabar información sobre el interno, a través de otros profesionales de la prisión (educadores, trabajadores sociales, vigilantes, etc.) con los que colaborará en la intervención con reclusos.
- Orientar educativa y laboralmente a los reclusos para asignarles talleres y tareas dentro del centro.
- Llevar a cabo terapias individuales y grupales.
Cómo optar a un puesto de psicólogo de prisiones
Los psicólogos que ejercen en este ámbito pertenecen a la categoría denominada Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias. Se puede acceder a este puesto por promoción interna o por oposición de libre acceso.
De acuerdo con la última convocatoria del 22 de mayo de 2019 publicada en el BOE para presentarse a concurso hay que cumplir estos requisitos:
- Cumplimentar la solicitud oficial a pruebas selectivas de la Administración pública y liquidación de derechos de exámenes.
- Pago de tasas a excepción de las personas con discapacidad de un grado del 33 por ciento, los demandantes de empleo y los miembros de familias numerosas.
- Presentación del título de Licenciado o Grado en Psicología. Si el opositor todavía no ha obtenido dicha titulación tiene que adquirirlo antes de que expire la fecha de presentación de la solicitud. Los aspirantes extranjeros necesitan estar en posesión de una acreditación homologada de los estudios equivalentes realizados en su país de origen. Este grado puede completarse con el Máster en Psicología General Sanitaria(90 créditos ECTS distribuidos en dos años).
- No haber cumplido condena de privación de la libertad que supere los tres años, salvo que se hayan cancelado los antecedentes penales o se demuestre su rehabilitación.
Proceso de oposición
En cuanto al proceso de oposición hay que superar dos fases de evaluación y selección: una teórica (con pruebas eliminatorias) y un periodo de prácticas. Los exámenes, a su vez, constan de cuatro ejercicios, cuyos resultados son sumatorios para obtener la calificación final.
- Primer ejercicio: un test de 120 preguntas de cuatro opciones (los errores penalizan) sobre el temario común y la especialidad.
- Segundo ejercicio: prueba oral sobre tres temas elegidos al azar a desarrollar (uno de Penología y Derecho Penitenciario y los otros dos sobre las especialidades). El aspirante dispondrá de 15 minutos previos para preparar su exposición.
- Tercer ejercicio: traducción por escrito de un documento del idioma elegido por el opositor. A continuación, tendrá que leer el ejercicio ante el tribunal.
- Cuarto ejercicio: realización de un informe basado en un caso práctico relacionado con las competencias del psicólogo penitenciario.
Una vez superados los exámenes, el aspirante realizará un periodo de prácticas dividido en dos partes: un curso formativo en Técnico Penitenciario y el ejercicio profesional en un centro penitenciario.
Salario de un psicólogo penitenciario en España
Tras conocer más detalladamente la figura de un psicólogo penitenciario hay que resolver una de las preguntas que la mayoría de las personas se hace: ¿cuánto gana un psicólogo de prisiones?
Estos profesionales pertenecen a la categoría de Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias. El rango salarial en este nivel suele rondar los 2.000 euros al mes, más dos pagas extras anuales. Esta cantidad estará sujeta a modificaciones dependiendo de la comunidad de destino y la antigüedad.
El paso definitivo para conseguir tu sueño
Si eres licenciado o graduado en Psicología, el Máster en Psicología General Sanitaria te aportará la habilitación legal para ejercer como psicólogo sanitario en centros sanitarios privados y públicos, tal y como estipula la orden ECD/1070/2013.