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La demencia, el síndrome parietal o la amnesia son algunos ejemplos de síndromes neurológicos. ¿Cómo podemos identificar los principales síntomas y qué tratamiento deben seguir los pacientes?
Existen muchas enfermedades que pueden afectar al sistema nervioso central y periférico y provocar una lesión o disfunción en las zonas en las que cohabitan ambos sistemas. Esto da lugar a los síndromes neurológicos o, lo que es lo mismo, la agrupación de un conjunto de manifestaciones que están relacionadas con un posible daño en las vías centrales o periféricas del sistema nervioso.
En ocasiones, el daño se sitúa en una región extensa y es fácil de localizar, pero en otros casos la lesión puede localizarse en regiones muy pequeñas de apenas unos centímetros. Por este motivo, la exploración del paciente, la anamnesis y el correspondiente examen neurológico son fundamentales para conseguir un buen diagnóstico clínico y constatar el síndrome neurológico.
Lo cierto es que son numerosas las personas afectadas, pero el pronóstico puede variar según el tipo de síndrome, aunque, por lo general, suele ser de cierta gravedad. A continuación, te presentamos varias categorías de síndromes neurológicos:
Síndromes orgánicos cerebrales
Se presentan con el término general de trastorno neurocognitivo, que describe la disminución de una función mental provocada por una enfermedad distinta de una enfermedad psiquiátrica. Este incluye:
- Delirio: afecta a la atención y otras funciones cognitivas y al nivel de conciencia. Es una alteración fluctuante que, por lo general, es reversible, transitoria y aguda y cuyos síntomas se presentan en un corto período de tiempo.
- Demencia: se caracteriza por una notable pérdida de habilidades cognitivas en el paciente, como la dificultad de abstraer conceptos o trastornos de memoria. Además, son comunes los cambios de personalidad.
- Síndrome amnésico: la persona afectada por este síndrome es incapaz de aprender o retener nueva información e incluso de recordar elementos del pasado.
Síndromes hemisféricos
La característica principal es la afectación en uno de los hemisferios del cerebro. Pueden ser:
- Síndrome temporal: los cambios de personalidad, las pseudopercepciones auditivas, afasias o los problemas en las relaciones espaciales son algunos de los problemas que genera cualquier lesión en un lóbulo temporal.
- Síndrome parietal: en este caso, algunas de las alteraciones que pueden aparecer son la agrafía, pérdida de memoria topográfica o extinción sensitiva.
Síndromes de desconexión
En esta categoría las áreas del cerebro están bien pero existe una desconexión entre ellas por la afectación de las vías nerviosas que las interconectan. Engloba, por ejemplo, la agenesia o el daño del cuerpo calloso.
Síndromes de núcleos basales
Se caracteriza fundamentalmente por las alteraciones de la postura y el movimiento. Incluye el síndrome parkinsoniano, en el que se daña la sustancia nigra que disminuye o elimina la producción de dopamina.
Síndromes del tallo cerebral
Es común la presencia de hemiplejia y la lesión de uno o varios nervios craneales. Algunos de los ejemplos que podemos encontrar en esta categoría son el síndrome de Weber, el síndrome de Benedikt, el síndrome bulbar medial o el síndrome de Foville superior.
Síntomas de los síndromes neurológicos
La relación de síntomas es muy amplia y estos dependen del síndrome neurológico que se padezca. En este sentido, el neuropsicólogo se puede encontrar tanto con un exceso como con un déficit de actividad neuronal en las diferentes partes del cerebro. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Problemas de memoria.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Afasia o agnosia.
- Hemiplejía.
- Temblores, espasmos o contracciones involuntarias.
El tratamiento de los síndromes neurológicos
Un punto vital para tener una mejor perspectiva en la evolución de los síndromes pasa por conseguir un diagnóstico precoz. Por ello, tiene mucha importancia la correcta realización en tiempo y forma de la anamnesis, el examen y la evaluación neuropsicológica.
Sin embargo, dada la gran variedad de síndromes neurológicos, el análisis de un paciente con una alteración en el sistema nervioso implica generalmente un verdadero reto clínico. Por ello, resulta fundamental la formación de profesionales en neuropsicología clínica.
Asimismo, también existe un amplio abanico de tratamientos en función de la patología diagnosticada. No obstante, en general, la mayoría buscan paliar los diferentes síntomas, mejorar la autonomía del paciente y, en aquellos casos en los que sea posible, buscar su curación.
En este sentido, una de las formas más frecuentes de abordaje es la neurorrehabilitación, cuyo objetivo es restituir o compensar los déficits cognitivos y funcionales del paciente.