La albaceteña Ainhoa Legidos disfruta de su actual trabajo en el colegio alicantino Muntori, donde realizó las prácticas del Máster Universitario en Educación Especial de UNIR
Hay trabajos que ilusionan, motivan y cambian tu vida. Hay trabajos en los que sientes que marcas un antes y un después. Hay trabajos que te permiten contribuir a mejorar la existencia de los demás. Como el de Ainhoa Legidos. Una joven albaceteña de 26 años que cada día se vuelca con los pequeños de tres años que acuden a su aula en el colegio bilingüe Muntori, en el municipio alicantino de Castalla.
Todos los días Ainhoa se desplaza hasta este centro educativo que conoció hace tan solo unos meses, a raíz de las prácticas que realizó en el Máster Universitario en Educación Especial de UNIR, del que alaba su “fácil” campus virtual, la “profesionalidad y cercanía” del profesorado y la “predisposición, preocupación y amabilidad” de los tutores. Un título que, además de ayudarla a encontrar trabajo y ampliar su formación profesional en este ámbito concreto, le ha permitido reflexionar sobre la diversidad funcional y alentado “a seguir luchando por disminuir las barreras, prejuicios y expectativas erróneas que afectan a este colectivo”.
Pura fuerza de voluntad la de esta maestra de Infantil, que nace de una firme creencia en que todos los maestros deben estar preparados “para detectar y dar respuesta a las diferentes necesidades educativas que podemos encontrar en las aulas”. Y dicha convicción es la que ha volcado en su Trabajo de Fin De Máster (TFM) que ha obtenido un sobresaliente 9,4. En él, ha desarrollado una propuesta de intervención destinada a trabajar el ámbito comunicativo mediante recursos tecnológicos en un caso de Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Atención temprana y eficaz en las aulas
“Era una oportunidad para profundizar y ampliar la formación al respecto. En las últimas décadas han aumentado las investigaciones sobre los TEA. Ello ha permitido un mayor conocimiento sobre sus características, que se promueva el interés educativo por las personas que lo padecen y se diagnostiquen más casos a nivel educativo“, constata. Un panorama en el que resulta clave el ámbito comunicativo puesto que, además de ser una de las principales áreas afectadas por este trastorno, juega un papel imprescindible en el desarrollo evolutivo, cognitivo, educativo, conductual y social.
Esta experiencia práctica se suma a lo ya vivido en el Máster, con un amplio temario, unas actividades y unos casos prácticos que le han permitido conocer y resaltar los aspectos clave de cada tipo de diversidad funcional e interiorizarlos. “Hace que sea más sencillo poder detectar una posible disfunción, síndrome o trastorno y favorecer así una atención lo más temprana y eficaz posible“, destaca tras reconocer que, de esta forma, se siente “más capacitada” para dar lo mejor de sí misma en el aula.
Una labor que la apasiona, tanto como el colegio donde ahora trabaja, y del que destaca su metodología abierta, dinámica y novedosa, donde se promueven la creatividad y el aprendizaje significativo “y la formación y el trabajo en equipo del claustro permiten ofrecer una educación de calidad al alumnado”. Todo un aliciente para seguir formándose y esforzarse para conseguir su aspiración de convertirse en una gran profesional: “Una maestra que ayude a su alumnado a desarrollar todas sus capacidades al máximo, a pensar, respetar, cuestionar y, sobre todo, a ser”. Dedicación, fuerza e ilusión, desde luego, no le faltan.