La docente de UNIR colabora como profesora de coro en el colegio aragonés que acaba de ser galardonado con el Premio nacional a la mejora del éxito educativo. Hablamos con ella sobre su papel, la importancia de la música y este reconocimiento.
La expresión popular “quien canta, su mal espanta” toma cierto relieve si pensamos en el poder casi terapéutico que ha tenido en el colegio aragonés Ramiro Soláns. El centro, en el que la docente de UNIR Marta Vela colabora como profesora del coro, acaba de ser galardonado con el Premio Nacional a la mejora del éxito educativo. Una distinción que cobra un protagonismo especial si tenemos en cuenta que hace poco más de una década el centro era ejemplo de absentismo y fracaso escolar. Hablamos con Marta Vela sobre el premio, su experiencia y la importancia de la música en la educación.
Vinculada a causas sociales, la profesora del Grado de Música de UNIR empezó a colaborar en este proyecto de la Fundación Acción Social por la Música , en alianza con Ayuda en Acción, hace ya tres años. Entonces, este centro del barrio de Oliver aceptó el ofrecimiento de la ONG para crear un coro en el que participasen los alumnos. Niños procedentes de familias desfavorecidas y en riesgo de exclusión social que han demostrado como “la música tiene importantes beneficios sobre la creciente capacidad cognitiva, de modo que, junto a los valores que allí se aprenden, resulta una completa actividad en su formación”, tal y como declara Vela.
A día de hoy, 25 niños y tres profesoras componen este coro que se ha convertido en una enseña del centro. De hecho, se programan actuaciones en todas las funciones escolares y eventos de la comunidad educativo como, por ejemplo, el lid-up grabado el curso pasado.
Para la Fundación Acción Social por la Música, el coro, como espacio de aprendizaje y práctica colectiva de la música, constituye un lugar de crecimiento personal y un grupo de pertenencia social donde se desarrolla un modelo de convivencia que fomenta una actitud constructiva, de ayuda mutua y de superación a través del esfuerzo desinteresado por lo bello y lo lúdico.
“La música tiene importantes beneficios sobre la creciente capacidad cognitiva, de modo que, junto a los valores que allí se aprenden, resulta una completa actividad en su formación“, asegura Vela
Las claves para motivar a los alumnos
Marta Vela asegura que la motivación es un trabajo diario y que “hay que tener en cuenta que la actividad se desarrolla después de las clases y los niños que se suben al coro pierden un rato de jugar en el patio después del comedor”. Un esfuerzo muy valorable que se intenta gratificar con ilusión y experiencias enriquecedoras que van más allá del campo de la música.
“El año pasado, viajamos a Madrid en AVE para cantar allí y, ya de paso, los niños pudieron visitar el Teatro Real, la Escuela Reina Sofía, la Plaza de Oriente… Este año, hay programados dos grandes conciertos en Zaragoza y alguna sorpresa más”, confiesa la experta en análisis musical y estilístico.
Dos máximas fundamentales
En cuanto a las máximas que han querido transmitir como centro, en general, y coro en particular, Marta destaca dos: la escuela como agente de transformación social y la educación como ayuda al ser humano en la capacidad de ser cada vez más humano.
Importantes valores que han contribuido a poner en el mapa educativo a este centro maño y que llena de alegría a toda su comunidad porque, tal y como nos cuenta Marta Vela, “junto a días excepcionales, como viajes, buenos ensayos, conciertos… hay días difíciles también”.
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