La profesora de UNIR acaba de ser nombrada embajadora en Scientix, comunidad para la enseñanza de las ciencias en Europa que promueve una mejora de la educación STEM, además de reforzar la colaboración paneuropea en estas áreas.
“Hay una brecha de género en las habilidades y herramientas digitales. Las mujeres tienden a pensar que no son lo suficientemente habilidosas o que la tecnología no es para ellas. Sin embargo, tienen un papel decisivo en la sociedad digital y es importante promover que desarrollen esas competencias digitales”, afirma Ascensión Robles, profesora del Máster en Tecnología Educativa y Competencias Digitales de UNIR.
Robles acaba de ser nombrada embajadora en Scientix, comunidad para la enseñanza de las ciencias en Europa. “Es una iniciativa de la Comisión Europea que nació en 2010 y, coordinada por European Schoolnet, promueve una mejora en la enseñanza de la educación STEM además de reforzar la colaboración paneuropea de profesores en estas áreas”, explica Robles.
“Los embajadores prestamos apoyo para dar a conocer las actividades de Scientix y desempeñamos un papel activo a la hora de respaldar la innovación en la enseñanza de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en nuestros países”.
Oportunidad de compartir
La profesora conoció acerca de la comunidad Scientix hace algunos años: “Participé en el II y III Congreso que se celebró en Bruselas y tuve la oportunidad de compartir con docentes y científicos de toda Europa experiencias, metodologías, innovación… Aprendí tanto esos días que cuando se abrió la convocatoria no dudé en presentarme. Ha sido un proceso de selección riguroso que se inició en el mes de octubre para unirme al Panel de Profesores de Embajadores de Scientix y en el que han participado miles de personas de Europa, estoy muy satisfecha por haber sido elegida”.
Robles está especializada en la investigación de los entornos virtuales de aprendizaje, E-learning, tecnologías emergentes y competencias digitales en educación. En una profesión como la docencia en las etapas de infantil y primaria, tan asociada a un perfil femenino, considera que la formación en herramientas tecnológicas puede ayudar a derribar estereotipos.
En sus clases del Máster en Tecnología Educativa y Competencias Digitales de UNIR cada vez hay más alumnas. “Representan un porcentaje elevado en mi aula, son mujeres profesionales que quieren seguir enriqueciendo su formación para progresar y la educación universitaria en línea es la alternativa más adecuada para ellas, ya que les permite conciliar y obtener un título de Máster”, señala esta profesora, que es también embajadora en CoSpaces Edu.
Esta plataforma de creación 3D involucra al alumnado en su propio aprendizaje utilizando herramientas como CoBlocks, un lenguaje de programación visual por bloques, o de realidad aumentada, como Merge Cube. “Los alumnos desarrollan las habilidades del siglo XXI de manera atractiva y divertida. Su curva de aprendizaje es rápida y se puede integrar en el currículo de todos los niveles educativos”, asegura.
Fomentar la vocación en niñas
Preguntada por la manera en que se puede fomentar la vocación científico-tecnológica entre las niñas, Robles considera que “tenemos que despertar desde edades tempranas en las niñas su interés por la tecnología, su curiosidad por la ciencia. Impulsar iniciativas orientadas a cambiar estereotipos y representaciones culturales de la mujer en este ámbito”.
Además, la docente indica que “las chicas tienen pocos referentes femeninos en los ámbitos científicos y tecnológicos que les puedan servir de modelo y esto les impacta de forma negativa en su confianza. Es importante visibilizar y poner en valor a mujeres científicas y tecnólogas, acercarlas al aula, de esta manera se convierten en referentes cercanos de las niñas y pueden plantearse esta posibilidad como futuro profesional”.
Entre sus referentes, cita a “Ada Lovelace, la primera programadora de la historia; la profesora española Ángela Ruiz Robles, que fue la precursora del libro electrónico; Hedy Lamarr, coinventora de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría comunicaciones inalámbricas como el WiFi; y, más recientemente, Diana Trujillo, ingeniera aeroespacial y jefa de la misión espacial Curiosity de la NASA, a cargo del brazo robótico del Perseverance”.
