Rosa María Peris Sirvent
El acompañamiento educativo es una herramienta valiosa para fomentar el autoconocimiento y el desarrollo integral en niños y adolescentes. Es un proceso que busca educar a través del cuidado de las relaciones, el clima y el estilo formativo.
El autoconocimiento es fundamental para el desarrollo de niños y adolescentes. Implica conocerse a uno mismo como individuo distinto de los demás. Es la capacidad de introspección y la habilidad para reconocer las cualidades, defectos y características personales, propias. Conocerse para tener una visión realista de quiénes somos, queriéndonos, aceptándonos y respetándonos tal como somos. El autoconocimiento se centra en la información objetiva que obtenemos sobre nosotros mismos.
El Máster en Acompañamiento Educativo de la UNIR presenta metodologías, estrategias y herramientas que permiten acompañar en esa tarea de descubrirse cada uno y responder a las preguntas esenciales: ¿quién soy?, ¿dónde estoy?, ¿de dónde vengo? y ¿adónde voy?.
El acompañamiento educativo es una herramienta valiosa para fomentar el autoconocimiento y el desarrollo integral en niños y adolescentes. Para educar es necesario un serio esfuerzo para pasar de la reflexión a la acción, el acompañamiento trasciende más allá de lo educativo, al observar al educando como persona, promoviendo un acompañamiento más puro no centrado solo en las mejoras o metas educativas.
La mayor parte de las deficiencias afectivas proceden de la ignorancia sobre cómo es uno mismo y por qué. Si me siento amado, valioso y capaz me sentiré alentado a actuar positivamente. Si no me siento amado, valioso y capaz me sentiré vacío, herido y desalentado a actuar positivamente. Y buscaré llenar este vacío llamando la atención, luchando por el poder, destruyendo o destruyéndome.
El autoconocimiento nos ayuda a comprender nuestras habilidades, valores y motivaciones, y facilita la toma de decisiones congruentes con nuestra identidad y metas personales. Cuando la persona se conoce y tiene un autoconcepto positivo, las decisiones que tomará estarán más alineadas con sus valores y su proyecto de vida, ya que nos ayuda a evaluar opciones de manera objetiva y a reconocer nuestras necesidades y deseos. Por ejemplo, si conocemos nuestras fortalezas y debilidades, podemos elegir una carrera que se ajuste a nuestras habilidades. Comprender nuestras preferencias nos ayuda a tomar decisiones sobre relaciones, estudios o proyectos personales.
La educación y el acompañamiento son fundamentales para que niños y adolescentes se conozcan mejor y tengan una percepción positiva sobre sí mismos. En el ámbito escolar, los docentes pueden fomentar el autoconocimiento al proporcionar actividades que inviten a la reflexión personal, enseñar habilidades de inteligencia emocional y autoevaluación y abordar temas como la identidad, valores y metas personales. La educación también puede incluir la enseñanza de habilidades sociales y comunicativas, lo que ayuda a los jóvenes a comprenderse a sí mismos en relación con los demás:
- Escuchando activamente a los niños y adolescentes.
- Brindando un ambiente seguro para expresar emociones y pensamientos.
- Ayudando a identificar fortalezas y áreas de mejora.
- Fomentando la autoaceptación y la confianza en sí mismos.
En resumen, la educación y el acompañamiento proporcionan herramientas para que los jóvenes exploren su identidad, comprendan sus emociones y desarrollen una imagen positiva de sí mismos. La idea que tenemos de nosotros mismos condiciona en buena parte nuestras acciones.
La mayoría de los cambios de una persona proceden de una mejora en la percepción de sí misma y sobre la realidad que le rodea, de ahí la importancia tanto del autoconocimiento como de la autoestima. La autoestima se forma a través de un proceso de asimilación y reflexión mediante el cual interioriza las opiniones de las personas socialmente significativas (padres, maestros, compañeros…) y se utiliza como criterios para su propia conducta. Es la percepción global y emocional que se desarrolla a partir de las vivencias personales.
El conocimiento propio y la autoestima positiva llevan a considerarse competente para hacer frente a los desafíos básicos de la vida y sentirse merecedores de la felicidad. La confianza de una persona en sus capacidades tiene un efecto multiplicador sobre esas capacidades
- Se recuperan más rápidamente de los fracasos
- No se agobian por que las cosas puedan salir mal
- Generan seguridad, que impulsa y alienta la acción
El acompañamiento educativo es fundamental para que los niños y adolescentes se conozcan mejor, ya que:
- Facilita la reflexión: Los educadores pueden guiar a los jóvenes en la exploración de sus emociones, valores y creencias. Esto fomenta la autoconciencia y la comprensión de sí mismos.
- Herramientas y estrategias: Los profesionales de la educación pueden proporcionar herramientas y estrategias para que los niños y adolescentes exploren su identidad. Esto incluye actividades como diarios, cuestionarios de personalidad y discusiones grupales.
- Desarrollo de habilidades sociales: El acompañamiento educativo enseña habilidades sociales, como la empatía y la comunicación efectiva. Estas habilidades ayudan a los jóvenes a comprender mejor a los demás y a sí mismos.
- Prevención y apoyo: Los educadores pueden detectar signos de problemas emocionales o de comportamiento y brindar apoyo temprano. Esto es crucial para prevenir dificultades futuras.
El acompañamiento educativo no solo brinda conocimientos académicos, sino también herramientas para conocerse mejor, enfrentar desafíos y construir resiliencia en los niños y adolescentes. Es un proceso que busca educar a través del cuidado de las relaciones, el clima y el estilo educativo. Se orienta al apoyo para la construcción de itinerarios personales y sociales.
(*) Rosa María Peris Sirvent es la directora del Máster en Acompañamiento Educativo de UNIR. Dirección de Centros Educativos (1991-2009). Asesora de proyectos educativos en distintos países latinoamericanos, Italia y Bélgica.
