Las actividades para trabajar la impulsividad en adolescentes son una herramienta clave para solucionar estas conductas y garantizar el bienestar de todos los alumnos.
En el aula de un instituto, además de impartir clases, los docentes deben afrontar problemas de distinto tipo como, por ejemplo, los relacionados con alumnos que presentan conductas de carácter impulsivo. Para prevenirlas, minimizarlas y solucionarlas es importante realizar actividades dirigidas a trabajar la impulsividad en adolescentes. Formaciones especializadas como el Experto Universitario en Convivencia y Acoso Escolar de UNIR ofrecen herramientas a los docentes para conseguirlo.
La impulsividad se caracteriza por ser una reacción rápida, espontánea, sin planificar, desmedida y de forma desordenada. También se relaciona con una tendencia a conseguir la gratificación o refuerzo inmediato y la incapacidad de reprimir acciones automáticas.
Hay muchos ejemplos de actividades dirigidas a trabajar la impulsividad en adolescentes que se pueden poner en práctica en una clase:
- El ajedrez. Al ser un juego de estrategia, permite desarrollar la concentración y fomenta la capacidad reflexiva del adolescente. Además, es una actividad que mantiene motivados a los alumnos.
- Leer artículos, fragmentos de libros… Otra actividad útil es la lectura en voz alta y compartir con la clase opiniones, ideas o pensamientos para que se genere debate y los estudiantes reflexionen y eviten reacciones automáticas, comunes en las personas impulsivas.
- Ejercicios de relajación. Practicar alguna actividad como yoga o meditación ayudará bastante a que los alumnos se apacigüen y encuentren la calma. Además, estos ejercicios hacen pensar a los estudiantes con detenimiento antes de actuar, ser más comedidos y, en definitiva, les enseña a no actuar por impulsos.
- Juego de directrices. Parecido al Simón dice más infantil se trata de elegir a alguien para que lidere y sea la persona que da órdenes expresas para que el resto de la clase las cumpla.
Este listado recoge actividades que pueden realizarse fácilmente con los recursos disponibles en el centro educativo, por lo que el profesor podrá alternarlas como decida para lograr los objetivos marcados.
Objetivos de las actividades para reducir la impulsividad
Los siguientes puntos recogen los objetivos que deben guiar las actividades encaminadas a reducir la impulsividad en el aula:
- Fomentar la reflexión. Como se ha dicho, la impulsividad conduce a actuar de manera rápida e irreflexiva. Por eso, es importante implementar actividades que impulsen a los alumnos a pensar, considerar las consecuencias que tienen ciertas acciones y reducir así las respuestas automáticas habituales en este tipo de personas.
- Tolerar la frustración. Con el fin de evitar la irritabilidad y los sentimientos negativos, hay que trabajar la reacción ante la ausencia de refuerzo inmediato. Se busca educar para desarrollar respuestas adaptativas y no impulsivas.
- Trabajar la relajación. Encontrar el equilibrio interior y calmar la ansiedad y los nervios repercute en una mejora del carácter impulsivo de los adolescentes en el aula. Son ejercicios que contribuyen a los alumnos a relajarse.
- Saber poner límites. Establecer pautas, instrucciones y limitaciones claras y sin contradicciones ayuda a los alumnos a saber qué se debe hacer y qué no. Así, hay menos espacio para las conductas impulsivas.
- Promover la motivación. Llevar a cabo tareas o acciones que mantengan en un alto grado la motivación en los estudiantes hará que estos presten más atención y vayan poniendo en práctica herramientas para controlar la impulsividad.
Los docentes han de tener en cuenta estos objetivos para diseñar las actividades para trabajar la impulsividad, evitando (o minimizando) este tipo de comportamientos en el aula.
Tipos de impulsividad en el aula
Existen diferentes tipos de impulsividad:
- Motora. Conductas relacionadas con reacciones físicas.
- Verbal. Cuando la persona impulsiva expone esta reacción al hablar, sin pensar lo que dice o verbaliza.
- Reactiva. Comportamientos impulsivos al reaccionar frente a un estímulo.
- Proactiva. Son aquellas acciones que se realizan sin necesidad de existir ningún estímulo.
- Cognitiva. Pensamientos que se generan de forma impulsiva y que pueden condicionar la conducta de quien los posee.
¿Cómo detectar la impulsividad en el aula?
Antes de poner en práctica actividades para reducir la impulsividad en adolescentes es clave detectar con antelación cómo se manifiesta la impulsividad en los alumnos:
- Los estudiantes con impulsividad presentan irritabilidad y un humor cambiante.
- Se precipitan en acabar los deberes y las tareas en el aula y no logran terminarlas.
- Son desorganizados y no toleran bien la frustración.
- Presentan limitaciones para seguir una guía o instrucciones.
- Les cuesta mantener la atención, facilidad para desconectar y ausentarse.
- Son impacientes y no tienen autocontrol.
- Tienden a dispersarse y presentan dificultades al realizar una sola tarea a la vez.
Estas características pueden verse reflejadas en alumnos de cualquier aula. Por ello, es recomendable que el docente preste atención y sepa cómo abordar estas situaciones para solucionarlas y mejorar el ambiente de la clase.
