Luz Ocampo
El docente del Máster en Didáctica de la Lengua y la Literatura resalta la importancia que tienen las herramientas digitales para la enseñanza de la lengua y la literatura en las diferentes etapas educativas.
¿Cómo abordar la enseñanza de las materias de Lengua y Literatura en una época en la que los estudiantes son nativos digitales? ¿Es incompatible leer con el uso de teléfonos móviles, tabletas y ordenadores? Pedro García Suárez, profesor en el Máster en Didáctica de la Lengua en Educación Infantil y Primaria y en el Máster en Didáctica de la Lengua y la Literatura en Educación Secundaria y Bachillerato, responde.
¿Cómo se debe plantear la enseñanza de Lengua desde el ámbito digital?
Es una tarea imprescindible en el mundo actual. Debemos pensar que una de las labores fundamentales que tenemos como docentes en esta área es la de formar personas con un pensamiento crítico suficiente como para decodificar de forma eficiente los diferentes mensajes a los que se enfrentan y, actualmente, cualquier mensaje está compuesto por diferentes modos.
El código escrito se une junto a lo audiovisual y lo hipermedia para crear textos convergentes, multimodales y solo interpretables teniendo en cuenta todos los elementos de la ecuación. El área de Lengua es el pilar fundamental para trabajar la competencia digital. Carece de sentido seguir enseñando a leer y escribir focalizando el aprendizaje en el código escrito, porque no es el canal comunicativo que los estudiantes utilizan cotidianamente.
¿Y respecto a la Literatura?
También debe introducirse en la virtualidad por tres razones principales. En primer lugar, porque ya es uno de los canales principales de promoción y difusión de las obras. En segundo lugar, porque podemos acceder a una cantidad de textos desde un solo aparato tecnológico que jamás hubiesen podido soñar las generaciones anteriores. Además, la literatura se ha transformado en el mundo digital, fusionándose, en muchas ocasiones, con este. De ahí que haya surgido un nuevo abanico de posibilidades creativas dentro de la llamada eliteratura.
¿Qué herramientas digitales son recomendables para cada etapa educativa?
Es muy importante esa diferenciación por etapas. Por ejemplo, en Educación Infantil, dado el grado de madurez de los estudiantes y los objetivos que se persiguen, su aplicación es menor que en las etapas posteriores. Pese a ello, en muchas aulas encontramos pizarras digitales, ayudantes virtuales, robots o dispositivos más complejos, como las tabletas.
En Primaria, el grado de utilización de las TIC y las TAC ya es mucho más amplio, e incluso parecido al que podría usarse en Secundaria o Bachillerato. Eso sí, habría que diferenciar entre el propósito con el que utilizamos estas tecnologías. Si estamos pensando en la evaluación, Kahoot es muy interesante para establecer diagnósticos; los blogs, para un seguimiento en la evaluación formativa, y las rúbricas, portafolios y productos finales digitales (podcast, cortometrajes, presentaciones, etc.) para la sumativa.
Si hablamos del proceso, mi actividad favorita es la creación de páginas web a través de herramientas tan útiles como las wikis o el Google Sites. Considero que es la mejor opción para trabajar desde una perspectiva multimodal. Asimismo, recursos como la WebQuest o los cazatesoros son indispensables para poder ir en la misma dirección en que va el sistema educativo en esta sociedad digital de la información.
Pero las herramientas educativas digitales van más allá de la adquisición de conocimientos…
Efectivamente, dejando en un segundo plano la parte más memorística, se trata de educar a nuestros discentes a gestionar la información que tienen a un solo clic. Se deberían primar todas aquellas actividades dirigidas a la investigación y a la construcción colaborativa del conocimiento. Una vez elegidas, habría que adaptar estas al nivel en el que vayamos a aplicarlas, pero siempre teniendo en cuenta que, al mismo tiempo, deberíamos orientarlas a la adquisición de competencias imprescindibles en el siglo XXI, tales como el trabajo en equipo o la de aprender a aprender.
Los alumnos actuales son nativos digitales. ¿Por qué es importante conectar con ellos a través de los medios online, especialmente en las etapas de Secundaria y Bachillerato?
Porque es el ecosistema en el que han nacido y en el que viven. A nosotros, como migrantes digitales, nos cuesta mucho entenderlo, pero solo tenemos que observarlos atentamente para entender sus dinámicas y formas de vinculación con el mundo y con sus semejantes.
Estemos más o menos de acuerdo con lo que hacen, lo cierto es que las aulas no pueden obviar su realidad, sino adaptarse. En caso contrario, lo que estaremos favoreciendo es su desconexión y desmotivación con el sistema educativo.
Una de las competencias más importantes que se trabaja desde las asignaturas de Lengua y Literatura es la competencia comunicativa, ya que, realmente, es la función fundamental que tiene el aprendizaje de una lengua. Por lo tanto, si no enseñamos a nuestros estudiantes a comunicarse en el mundo en que se mueven y de la forma en que lo hacen, nuestra labor estará siendo totalmente ineficaz.
Relacionada con esta cuestión, ¿por qué es importante el reciclaje y formación de los docentes en recursos innovadores?
Es que si los docentes no están capacitados —y no me refiero solo al conocimiento de herramientas o recursos concretos, sino también a cómo aplicarlas, utilizarlas y sacarles provecho eficazmente— es imposible que pueda darse ningún cambio en el aula.
Recuerdo que eso sucedió los primeros años en que se comenzaron a introducir determinadas herramientas digitales en el sistema educativo. Al no tener un criterio suficiente y una información clara acerca de todo lo que conllevaba ese cambio, siguiendo metodologías muy tradicionales, se empezaron a utilizar de forma errónea y eso redundó en una gran pérdida de tiempo, frustración y desorientación para el alumnado.
No se puede olvidar que la introducción de herramientas innovadoras va de la mano de un cambio completo del sistema de enseñanza y aprendizaje, ya que de un sistema vertical –en el cual el docente es la única fuente de conocimiento y los estudiantes memorizan para volcar esa información en un examen final– pasamos a otro completamente diferente, en el que el docente es un guía que acompaña al estudiante a adquirir el conocimiento por sí mismo, otorgándole una responsabilidad y un protagonismo que anteriormente no tenía. Títulos de la UNIR como los Másteres en Didáctica de la Lengua y la Literatura en Educación Infantil y Primaria y en Secundaria y Bachillerato permiten formar a los docentes desde un escenario totalmente digital.
El Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2021 recoge que el confinamiento y la pandemia favoreció a los índices de lectura de los españoles. Sin embargo, sigue existiendo un importante porcentaje de población que no lee nunca o casi nunca (35,6%). ¿Cuál es la importancia de la educación en las etapas de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato para paliar esa situación?
Estas etapas son la clave para crear nuevos lectores. Durante mucho tiempo se trabajó la literatura de forma instrumentalizada y eso ha tenido como consecuencia que un gran porcentaje de la población haya rechazado acercarse a esta práctica. Por ejemplo, se medía la eficacia lectora —número de palabras que podía leer— y no la comprensión e interpretación de los textos.
Otro gran problema que detecto es que, en las etapas educativas posteriores, los textos se escogen sin tener en cuenta los intereses y necesidades del estudiantado, por lo que se afianza ese desinterés por los libros. Más que nunca, se hace necesaria una revisión completa de la forma en que se enseña la asignatura de Literatura. Hay que hacerlo desde la pasión, el amor y lo emocional.
