UNIR Revista
Las actividades de clase que se realizan para desarrollar las competencias clave de los alumnos son lo que se conoce como situaciones de aprendizaje, un nuevo concepto a tener muy presente.
El clima adecuado que crea el docente en el aula para lograr el objetivo de aprendizaje de sus alumnos es lo que se denomina situaciones de aprendizaje, un nuevo concepto en el que el estudiante adopta un papel activo al tener que resolver una coyuntura propuesta por su maestro, demostrando así sus conocimientos sobre la materia en cuestión.
El concepto de situación de aprendizaje viene definido en el anexo III del Real Decreto 157/2022 de 1 de marzo que establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la educación primaria y está muy ligado a la nueva ley educativa LOMLOE.
Desde el portal del sistema educativo español se define las situaciones de aprendizaje como las “actividades que implican el despliegue por parte del alumnado de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas y que contribuyen a la adquisición y desarrollo de las mismas”. Son muchos los docentes que interpretan esta definición de situación de aprendizaje como el equivalente a las unidades didácticas o los proyectos interdisciplinares que ya venían desarrollando. En todo caso, el concepto de situación de aprendizaje introduce el desarrollo de una metodología didáctica que reconozca al alumno como agente de su propio aprendizaje.
Las directrices para la elaboración de situaciones de aprendizaje pasan por motivar al alumnado, fomentando tanto el trabajo en equipo como el individual. Se trata de llevar a cabo actividades que resulten interesantes para los estudiantes y que les supongan un reto para que profundicen en su propio aprendizaje, a la vez que se estimula su educación emocional.
Las situaciones de aprendizaje deben estar bien contextualizadas y ser respetuosas con las experiencias previas del alumnado y sus diferentes formas de comprender la realidad. Con ellas se busca ofrecer al alumnado la oportunidad de conectar sus aprendizajes y aplicarlos en contextos cercanos a su vida cotidiana, favoreciendo su compromiso con su propio aprendizaje.
Con el fin de ayudar a los docentes a diseñar y poner en práctica sus propias situaciones de aprendizaje, el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) ofrece en su página de recursos ejemplos de situaciones de aprendizaje para Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP listas para su aplicación en el aula.
¿Cómo desarrollar una situación de aprendizaje?
Es competencia del docente diseñar situaciones de aprendizaje útiles y funcionales para sus alumnos, que despierten en ellos el deseo y la curiosidad por seguir aprendiendo. Existen diferentes recomendaciones sobre cómo elaborar estas situaciones de aprendizaje por parte de organismos con competencias en educación, pero cada docente puede configurar las suyas propias.
Entre las etapas que contempla una situación de aprendizaje, figuran:
- Tema de interés. Lo primero será encontrar una temática que sea interesante para la educación de los alumnos y, además, les resulte atractiva. Hacer que los niños jueguen el rol de determinadas profesiones, proponer que preparen viajes a lugares diversos, indagar sobre la protección del medioambiente o salir por el entorno más cercano para descubrir quiénes son los personajes que dan nombre a las calles, pueden ser ejemplos de algunas propuestas. Las situaciones de aprendizaje deben fomentar aspectos relacionados con el interés común, la sostenibilidad o la convivencia democrática, esenciales para que el alumnado se prepare para responder a los retos del siglo XXI.
- Contexto y justificación. Una vez elegido el tema a tratar, será necesario darle una justificación curricular explicando los objetivos de la etapa académica que se pretenden alcanzar llevando a cabo esa actividad. Se debe tener en cuenta tanto la legislación estatal como la autonómica. También es preciso hacer constar los datos del curso, la etapa y el número de estudiantes para los que está pensada la acción.
- Objetivos. En este apartado llega el momento de explicar qué se pretende conseguir mediante la situación de aprendizaje, describiendo de manera pormenorizada el contexto en el que se va a llevar a cabo y los medios necesarios que se emplearán. Es importante partir del planteamiento de objetivos claros y concisos que integren diversos saberes básicos.
- Concreción curricular. Este es uno de los puntos más relevantes, puesto que en él hay que justificar la elección del tema enlazándolo con las metas fijadas en el currículum escolar de cada etapa. El docente deberá tener presente esas metas y ver qué está abordando desde su situación de aprendizaje en cada uno de los siguientes apartados:
- Objetivos
- Competencias clave
- Competencias específicas
- Saberes básicos
- Criterios de evaluación
- Descriptores operativos
- Metodología. En esta parte será preciso especificar qué métodos o modelos pedagógicos se seguirán para llevar a cabo la actividad. Es importante el desarrollo de una metodología didáctica que reconozca al alumnado como agente activo de su propio proceso de aprendizaje.
- Atención a la diversidad. Este apartado debe recopilar las medidas genéricas y específicas que se aplicarán teniendo en cuenta la inclusión educativa. Aquí se puede hacer referencia a la forma en que se adaptará la situación de aprendizaje al desarrollo y a las características propias de cada niño, garantizando así una educación inclusiva, abordando el Diseño Universal para el Aprendizaje.
- Cronograma de trabajo. Se trata de preparar un calendario que recoja cuándo se llevará a cabo cada una de las situaciones de aprendizaje, otorgándoles un tiempo concreto para su desarrollo.
- Evaluación formativa. Cada situación de aprendizaje debe incluir sus propios criterios de evaluación vinculados con las competencias específicas que se vayan a trabajar. El docente debe definir y proponer los instrumentos de calificación que establezcan el nivel de desempeño alcanzado por sus alumnos.
Las situaciones de aprendizaje pueden implementarse en todos los ciclos educativos. Por ello, tanto el Grado en Educación Infantil online como el Grado en Educación Primaria online, así como la oferta de másteres de educación online de UNIR, preparan a los docentes para desarrollar y ejecutar este nuevo enfoque con solvencia en las aulas.
