Mónica Gutiérrez
Las situaciones vividas a lo largo del 2020 con el COVID-19 han puesto en evidencia que la teleintervención en atención temprana presenta una opción atractiva y flexible para las familias.
El uso de la teleintervención ha mostrado muchos beneficios para las familias y los profesionales de los servicios de atención temprana, ofreciendo una mayor flexibilidad en la programación, una mayor eficiencia de los recursos, menos cancelaciones de las sesiones y un mayor compromiso de los cuidadores principales (Behl et al., 2017; Olsen et al., 2012).
Este modelo de interacción y de colaboración con los entornos naturales abre las puertas para poder intervenir durante rutinas específicas en el hogar (por ejemplo, comidas familiares, labores matutinas, momentos del baño o cambio) o realizar sesiones en lugares como los centros de educación infantil, ya que permiten a las familias unirse en la distancia.
La colaboración entre profesionales también se ve beneficiada ya que pueden estar presentes en las sesiones para trabajar de forma interdisciplinar y colaborativa de un modo más sencillo que en las sesiones presenciales.
Accesibilidad sin riesgo
La teleintervención también permite a los proveedores estar en contacto con las familias sin riesgo de propagación de la enfermedad, aspecto clave si se está trabajando con menores inmunodeprimidos.
Además, las familias que viven en zonas rurales pueden no tener servicios de atención temprana en su localidad o en localidades próximas teniendo un acceso limitado a estos servicios (Meadan et al., 2013). La teleintervención permite elegir con quién quieres trabajar independientemente del lugar donde vivas o de los recursos que tengas en tu entorno cercano.
El tiempo, que suele ser otro de los grandes hándicap, también juega a favor en esta modalidad, es más fácil acordar una sesión cuando no hay que desplazarse para el servicio, o cuando las sesiones médicas o los horarios escolares de menor no interfieren, o cuando los horarios laborales de las familias no coinciden con los de los servicios.
Retos de la teleasistencia en atención temprana
Es importante que los profesionales de atención temprana reconozcan las diferencias y retos que pueden plantear las visitas virtuales en comparación con las sesiones presenciales. Deben ser capaces de adaptarse y ajustarse para satisfacer las necesidades de las familias cuando sea necesario.
Para que los cuidadores principales participen en oportunidades de aprendizaje asociadas a las prácticas de apoyo a la participación e implicación de sus hijos, sus necesidades básicas deben estar satisfechas. Si se encuentran con altos niveles de estrés debido a necesidades fisiológicas, de seguridad o emocionales no satisfechas, el acceso a nueva información, o el simple hecho de relacionarse con un profesional puede resultar difícil.
Las mejores prácticas en Atención Temprana incluyen la preparación de los cuidadores y la rutina, con el fin de proporcionar servicios en el entorno natural del niño lo más eficientes posibles. No debemos olvidar que en ocasiones las familias pueden sentirse incómodas en el proceso de andamiaje, además puede influir el ser vistos virtualmente a través de una pantalla.
Los profesionales de atención temprana deben construir sobre los cimientos de su relación establecida, respondiendo a las necesidades de los cuidadores durante las interacciones de asesoramiento. Construir fuertes relaciones con las familias es esencial para establecer un servicio de Atención temprana (Allen, 2007; DEC, 2014), especialmente cuando se utiliza un modelo de teleintervención.
Como siempre en atención temprana, los servicios deben prestarse de manera equitativa e inclusiva, por lo que no debemos olvidar que será necesario conocer la capacidad de acceso de las familias a la tecnología y su comodidad con esta. En concreto, las familias con recursos limitados pueden no tener acceso a las tecnologías necesarias para la teleintervención. Los profesionales deben conocer las necesidades de cada familia, y ofrecer apoyo a aquellos que puedan necesitar tecnología complementaria para la teleintervención.
- Máster en Atención Temprana y Desarrollo Infantil
