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Familias y empresas son los agentes básicos de toda economía; el flujo circular de la renta expone las relaciones que se establecen entre ambos y cómo estas determinan el PIB.
El flujo circular de la renta es un modelo que sirve para explicar el funcionamiento básico de la economía. Como todo modelo, es una simplificación, pero ayuda a entender las relaciones que se dan entre las familias y las empresas. Estas relaciones son las que determinan el nivel total de producción o de renta de una economía (PIB).
El concepto fue acuñado por primera vez en el siglo XVIII, por parte del economista y médico francés François Quesnay. El flujo circular de la renta contempla, por una parte, a las familias o economías domésticas; ellas son las dueñas de los factores de producción que necesitan las empresas para producir sus bienes y servicios. En estos factores de producción se incluyen el trabajo, la tierra, las máquinas, las herramientas, los edificios y las materias primas.
Los hogares obtienen ingresos vendiendo a las empresas materias primas y servicios de trabajo, o arrendando su tierra y los bienes de capital (como máquinas, herramientas o inmuebles) en el mercado de factores. En definitiva, las economías domésticas venden el uso de los factores de producción a las empresas.
Al mismo tiempo, los hogares utilizan sus rentas —lo que reciben en forma de salarios, alquileres o beneficios por los factores de producción— para comprar bienes y servicios a las empresas.
Al otro lado del esquema del flujo circular de la renta están las empresas. Estas compran el uso de los factores de producción (como el trabajo, la tierra, el capital, etc.) para poder producir lo que luego venden en el mercado de bienes y servicios.
La idea básica que explica el flujo circular de la renta es que el Producto Interior Bruto (PIB) de una economía equivale al gasto que realizan las economías domésticas en el mercado de bienes y servicios, gasto que es idéntico a las rentas que los hogares obtienen en el mercado de factores y equivalente, a su vez, a la producción que las empresas realizan con los factores de producción. Es por ello que el PIB de un país puede medirse de tres formas, las tres equivalentes:
El enfoque de las rentas
La renta nacional está constituida por las remuneraciones que reciben las familias (salarios, rentas y beneficios) a cambio de los factores de producción.
El enfoque del gasto o demanda agregada
La suma de todos los gastos que realizan ambos agentes, economías domésticas y empresas.
El enfoque de la producción
Con los ingresos que obtienen de la venta de su producción de bienes y servicios las empresas pagan los factores de producción que necesitan para generar ese nivel de producción.
Tipos de flujo circular de la renta
Los flujos que tienen lugar entre los dos agentes (familias y empresas) y los dos mercados (el de factores de producción y el de bienes y servicios) son de dos tipos distintos.
- Por un lado, hay unos flujos reales, que suponen movimientos de factores, bienes y servicios
- Por otro lado, hay unos flujos monetarios, que suponen movimientos de dinero (los pagos por los bienes y servicios, y por la utilización de los factores de producción).
Por ejemplo, cuando compramos una prenda de ropa se produce un flujo real (la ropa) y uno monetario (el dinero que pagamos por ella). De igual modo, cuando un trabajador se emplea en una empresa hay un flujo real (el trabajo que realiza) y uno monetario (el salario que recibe a cambio).
Otros factores que intervienen en el flujo circular de la renta
En su concepción original, el modelo del flujo circular de la renta deja fuera el sector público (impuestos y gasto público), el papel del sistema financiero, y las compras y ventas que se realizan en el extranjero. Pero en otros modelos más complejos sí se incluyen.
Así, el sector público interviene en el flujo circular de la renta a través de los impuestos que recauda de familias y empresas y del gasto público (inversiones, subvenciones, contratación pública, pago de pensiones, etc.).
Por su parte, el sector financiero también juega su papel, porque las economías domésticas pueden ahorrar parte de las rentas que reciben por los factores de producción, una vez detraídos los impuestos. Este ahorro se canaliza de nuevo al gasto a través del sistema financiero, mediante la financiación de inversiones y el déficit público.
En el flujo circular de la renta también desempeña un papel el sector exterior, puesto que las familias compran, en parte, bienes y servicios producidos fuera del país, y una parte de la producción de las empresas se vende al extranjero.
Esta y otras teorías económicas son contenidos esenciales del Grado en ADE online de UNIR, titulación que aborda los conceptos claves para entender la economía y facilita a sus egresados un profundo conocimiento, teórico y práctico, de las distintas áreas de la empresa.
