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La habilitación como educador social fue un proceso para reconocer la capacitación de profesionales antes de la aprobación de la diplomatura en Educación Social. Actualmente se encuentra cerrado por imperativo legal.
Un educador social es un profesional que apoya y protege a las personas en riesgo de exclusión social. Para ejercer como educador social es necesario ser graduado en Educación Social, título universitario que, desde el paso de diplomatura a grado en 2012, ofrece la formación necesaria para ejercer esta profesión en ámbitos como la animación sociocultural o la educación de adultos, entre otros. Durante un período excepcional existió también la habilitación de educador social.
El reconocimiento oficial de la Educación Social se produce en 1991, con la aprobación del título universitario oficial de diplomado en Educación Social. Desde ese momento, la profesión de educador social ha avanzado en su profesionalización y se han establecido colegios profesionales en las diversas comunidades autónomas, el primero de ellos en Cataluña en 1996, y ampliando el número de universidades que ofertan esta formación. Además, desde el año 2006, el Consejo General de Colegios de Educadoras y Educadores Sociales (CGCEES) integra los colegios profesionales establecidos en todo el país.
¿Por qué existió una habilitación para ser educador social?
Con el nacimiento de la diplomatura en Educación Social comienzan también a establecerse los colegios profesionales y se produjo un periodo de transición en el que aquellas personas que no contaban con los estudios específicos podían solicitar una habilitación para ejercer como educador social, acreditando formación universitaria y experiencia en funciones que se consideran propias de la profesión.
La habilitación como educador social permitió reconocer la capacitación para ejercer la profesión de personas que contaban con experiencia y/o formación en este campo antes de que existiesen los estudios específicos, como por ejemplo diplomados en Magisterio que habían orientado su carrera hacia lo social.
Esto no implicaba la obtención del título de diplomado o graduado en Educación Social. Fue un proceso extraordinario ligado al nacimiento de los colegios profesionales de Educación Social en cada comunidad autónoma, los cuales establecieron sus propios plazos y requisitos.
Actualmente, esta habilitación ya no es posible puesto que es un proceso finiquitado por imperativo legal por la consolidación de los estudios de grado de Educación Social en todas las universidades españolas.
Así, para poder ejercer como educador social es imprescindible contar con el título de Grado en Educación Social. La homologación ya no es competencia de los colegios profesionales y, en todo caso, se contemplaría como medida excepcional por parte del ministerio correspondiente.
¿Qué posibilitaba la habilitación como educador social?
Tras la habilitación como educador social, el profesional podía trabajar en áreas como:
- Infancia, adolescencia y acción socioeducativa
- Familia, entorno y comunidad
- Menores con medidas de protección
- Mediación y apoyo en centros educativos
- Formación a personas mayores
- Programas de prevención, tratamiento y reinserción de personas con enfermedades mentales
- Apoyo a mujeres e hijos víctimas de violencia de género
La razón de ser del educador social
La educación social es un derecho de la ciudadanía que toma forma en esta profesión de carácter pedagógico capaz de generar contextos educativos y acciones mediadoras y formativas con el objetivo de facilitar la integración y desarrollo de la sociabilidad de un sujeto.
La labor de un educador social se centra en apoyar y proteger a personas de perfiles diversos, desde niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad económica hasta adultos mayores o personas con discapacidad con una débil red familiar que les dé apoyo.
El objetivo de un educador social es mejorar la integración de las personas que forman parte de colectivos especialmente vulnerables de cualquier edad y situación, promoviendo su participación activa en la sociedad y el establecimiento de redes de contacto y cuidado que faciliten su inclusión.
Gracias a su formación socioeducativa, el educador social está capacitado para realizar diversas funciones en el ámbito de la educación no formal como son:
- Crear un vínculo de confianza con una persona, evaluando sus necesidades para proporcionarle la ayuda que requiera o ponerle en contacto con los servicios que corresponda.
- Facilitar atención domiciliaria a personas que lo requieran, desde niños de todas las edades a adultos con algún tipo de discapacidad física o adultos mayores.
- Apoyar en la realización de trámites administrativos que requieran las personas en situación de vulnerabilidad y ayudar en la petición de servicios como asesoramiento psicológico, terapia u otro tipo de ayuda que se requiera.
- Coordinar con los servicios públicos o con organizaciones o empresas privadas que brindan este tipo de servicios.
Los graduados en Educación Social son profesionales con capacidad para analizar y sintetizar los fundamentos de los problemas socioeducativos en la sociedad actual. Son expertos en las implicaciones éticas, sociales, psicológicas y políticas de la acción socioeducativa y capaces de desarrollar estrategias de intervención en grupos de población concreta, teniendo en cuenta una perspectiva globalizada.
