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Evitar la aparición de afecciones de origen laboral mediante el estudio de las condiciones de trabajo es el objetivo de la higiene industrial, una disciplina indispensable en la empresa actual.
La higiene industrial es una disciplina preventiva que estudia las condiciones del ambiente de trabajo para evitar la aparición de enfermedades profesionales. ¿Quieres saber más sobre la higiene industrial? En UNIR abordamos la importancia de la higiene industrial y sus ámbitos de aplicación.
La higiene industrial estudia, valora y actúa sobre las condiciones laborales, factores ambientales físicos (como radiaciones o ruido), químicos (gases, polvo) y biológicos (virus, hongos, bacterias…) para evitar que se produzcan daños en la salud de aquellos trabajadores que puedan estar expuestos a estos agentes.
Los principales objetivos que persigue esta disciplina son:
- La protección y promoción de la salud de los trabajadores
- La protección del medioambiente
- La contribución a un desarrollo sostenible
Además, una buena higiene industrial también redundará en una mayor eficiencia. Por eso, tenerla siempre presente es algo que beneficia tanto a los empleadores como a los empleados.
Aunque a la higiene industrial no se le haya prestado la atención necesaria hasta el siglo XX (la Revolución Industrial había puesto de manifiesto su necesidad debido a las elevadas cifras de accidentes y enfermedades laborales), ya Platón en el siglo V a.C. se percató de las enfermedades profesionales y las introdujo en sus escritos. En la actualidad, la higiene industrial atañe a todos los ámbitos laborales y no solo al de los que, a priori, son más inseguros (como los mineros, por los que se preocupaba el filósofo griego).
Disciplinas de la higiene industrial
Esta disciplina preventiva se divide en cuatro ramas con competencias distintas en cada una de ellas:
Higiene teórica
Es la rama de la higiene industrial que estudia los contaminantes y su relación con el hombre a través de estudios epidemiológicos e investigación clínica de sus efectos en las personas. Es, por tanto, el fundamento intelectual de la higiene industrial.
La higiene teórica se aplica para entender los principios científicos que hay detrás de los riesgos laborales y poder así desarrollar modelos teóricos que predigan y mitiguen los efectos de la exposición a estos riesgos.
En una factoría que emplea químicos en sus procesos productivos el higienista teórico analizará la composición química de estos materiales y preverá los posibles efectos en la salud de los trabajadores que están expuestos a ellos, incluso en concentraciones mínimas.
Higiene analítica
Se enfoca en la investigación y el análisis cualitativo y cuantitativo de los contaminantes presentes en el ambiente laboral.
Su cometido es determinar los factores potencialmente peligrosos en un entorno de trabajo mediante la recopilación de muestras y el uso de técnicas y métodos científicos. Por medio de los datos obtenidos será posible evaluar si las exposiciones están o no dentro de los límites aceptables y poder así tomar las medidas adecuadas en caso de ser preciso.
Por ejemplo, un higienista analítico en una planta de fabricación que utiliza soldaduras, podría recopilar muestras de humos y analizarlas para determinar la concentración de partículas metálicas y gases nocivos presentes en la atmósfera de trabajo.
Higiene de campo
Se encarga de estudiar las condiciones de trabajo, identificando y evaluando los riesgos detectados al realizar la evaluación de riesgos laborales.
La higiene de campo implica la observación directa y la evaluación de los entornos laborales para identificar y comprender los riesgos potenciales. Los profesionales de esta disciplina realizan inspecciones detalladas de los lugares de trabajo, interactúan con los trabajadores y recopilan datos sobre las condiciones ambientales y laborales que podrían afectar a la salud y a la seguridad de los empleados.
En una construcción, un higienista de campo podría examinar las prácticas de manejo de polvo, ruido y vibraciones, observando cómo los trabajadores interactúan con las herramientas y los materiales, además de evaluar la efectividad de las medidas de control existentes.
Higiene operativa
Estudia los aspectos relacionados con las acciones correctoras y preventivas que se aplican para mitigar los riesgos en los diferentes puestos.
La higiene operativa se enfoca en implementar estrategias prácticas para controlar y reducir la exposición de los trabajadores a riesgos laborales. Se basa en las conclusiones y recomendaciones derivadas de la higiene teórica, la higiene analítica y la higiene de campo, y busca desarrollar y aplicar medidas de control eficaces, como la modificación de procesos, la implementación de barreras físicas y el uso de equipos de protección personal.
En una industria alimentaria, un higienista operativo es posible que recomiende la instalación de sistemas de ventilación en áreas donde se generan vapores químicos durante procesos de elaboración, con el fin de reducir la exposición de los trabajadores a esos vapores.
Las cuatro disciplinas de la higiene industrial trabajan de forma conjunta para garantizar ambientes laborales seguros y saludables. Además, se complementan unas a otras con la finalidad de identificar, medir, evaluar y controlar los riesgos laborales. Todo ello redunda en la protección de los trabajadores y la promoción de prácticas laborales responsables y sostenibles.
Higiene industrial y enfermedad profesional
La relación entre la higiene industrial y las enfermedades profesionales es estrecha, ya que la exposición prolongada a agentes nocivos puede desencadenar diversas afecciones médicas. Un enfoque integral en la higiene industrial contribuye a prevenir la exposición excesiva o insegura a sustancias y condiciones peligrosas, lo que a su vez disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades relacionadas con el trabajo.
Las enfermedades profesionales están definidas en la Ley General de la Seguridad Social como las contraídas a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena o propia en las actividades que se especifiquen en el cuadro aprobado y que estén provocadas por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional.
Es decir, son trastornos de salud que se originan como resultado directo de la exposición a riesgos presentes en el entorno de trabajo. Estas pueden manifestarse de manera aguda o crónica y afectar diversos sistemas del cuerpo, desde problemas respiratorios debido a inhalación de partículas tóxicas, hasta afecciones dermatológicas originadas por contacto con sustancias irritantes.
La higiene industrial contribuye a la prevención de enfermedades profesionales mediante la implementación de medidas como el control de emisiones de sustancias químicas, la adecuada ventilación y la disposición segura de residuos. Además, promueve la adopción de prácticas ergonómicas para reducir lesiones musculoesqueléticas y el diseño adecuado de espacios laborales para prevenir accidentes.
Fases clave de la higiene industrial
Las fases de una correcta gestión de la higiene industrial son las siguientes:
- Identificar las condiciones de trabajo que pueden ser perjudiciales para el trabajador, pudiendo causar un daño a su salud y bienestar.
- Medir los niveles de contaminantes en el entorno laboral y evaluar los resultados obtenidos de las mediciones realizadas, comparando los resultados con los niveles que se consideran aceptables, es decir, que no suponen un riesgo o peligro para la salud de los trabajadores.
- Controlar las condiciones no higiénicas para eliminar las causas de riesgo y reducir las concentraciones de contaminantes a valores que no impliquen riesgo para el empleado. Este control tiene que ser periódico ya que se pueden presentar nuevos contaminantes o bien aumentar las concentraciones de los existentes.
- Aplicar las medidas correctoras necesarias para intentar eliminar los factores de riesgo. Las medidas técnicas eliminan la peligrosidad del agente contaminante de la siguiente forma:
- Mejorando el proceso productivo se consigue que el impacto de los agentes contaminantes sea menor.
- Reduciendo la concentración: algunos agentes son perjudiciales en concentraciones altas. Si se disminuye la cantidad, el riesgo se aminora considerablemente.
- Impidiendo que se propague el agente contaminante, implementando algún mecanismo para que no llegue a los trabajadores.
La importancia del control a las exposiciones
La higiene industrial se erige como un campo crucial en la promoción de ambientes de trabajo seguros y saludables para los empleados en diversos sectores. Este enfoque va más allá de la simple limpieza y se centra en identificar, evaluar y controlar los riesgos relacionados con la exposición a diversos agentes físicos, químicos y biológicos en el entorno laboral. El control efectivo de estas exposiciones no sólo preserva la salud de los trabajadores, sino que también contribuye a la optimización de la productividad y al cumplimiento de las regulaciones gubernamentales.
La importancia del control de exposiciones radica en la protección de los empleados contra los posibles efectos adversos para la salud que podrían derivarse de la interacción con sustancias peligrosas o condiciones de trabajo desfavorables. La exposición prolongada a agentes nocivos puede tener consecuencias graves, como enfermedades ocupacionales, afecciones respiratorias, daños en la piel y efectos a largo plazo en la salud en general. Estos problemas no afectan únicamente a la calidad de vida de los trabajadores, sino que también repercuten en bajas laborales, disminución de la moral y aumento de los costos médicos.
Los manuales promovidos desde el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) destacan la importancia de implementar medidas preventivas y de control en el entorno laboral. Estas medidas incluyen:
- La identificación temprana de riesgos.
- Tomar medidas de ingeniería para reducir la exposición.
- Promocionar el uso de equipos de protección personal adecuados.
- Adoptar las prácticas de trabajo más seguras.
- Formar y concienciar a los trabajadores sobre los riesgos a los que pueden estar expuestos y las formas de minimizarlos.
La higiene industrial y el control de exposiciones son pilares fundamentales para garantizar ambientes de trabajo seguros y saludables. La protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales no es solamente un imperativo ético, sino que también contribuye a la sostenibilidad de las empresas al reducir el absentismo, mejorar la productividad y fomentar un entorno laboral positivo.
La importancia de la prevención
Las medidas preventivas para minimizar el riesgo para la salud laboral de los trabajadores, antes de que se materialice un riesgo, son más importantes que las reactivas, una vez que se ha producido.
Las medidas preventivas se deben de tomar sobre el foco del contaminante, impidiendo o minimizando la expansión, como son:
- Diseñar correctamente los lugares de trabajo.
- Tener una iluminación adecuada y aislamiento acústico y/o térmico.
- Distribuir de forma adecuada los elementos, equipos y material de trabajo.
- Automatizar las tareas.
- Controlar la carga física.
- Ofrecer a los empleados los equipos de protección individual necesarios para su puesto de trabajo.
- Realizar la vigilancia de la salud.
Para concluir, es imprescindible que los trabajadores de la organización conozcan con claridad las responsabilidades y las funciones de su puesto, así como las medidas de seguridad laboral asociadas para así garantizar un correcto funcionamiento de las medidas preventivas.
Puedes especializarte en higiene industrial cursando el Máster universitario en Sistemas Integrados de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales, la Calidad, el Medio Ambiente y la Responsabilidad Social Corporativa (SIG) de UNIR.
- Máster Universitario en Sistemas Integrados de Gestión (SIG)
