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La comunicación humana es, según los expertos, una de las bases de la evolución humana, pues permite que los individuos colaboren y se entiendan unos con otros.
La comunicación humana es uno de los grandes fenómenos de estudio desde que el ser humano tiene la capacidad del lenguaje. Para entenderla es imprescindible identificar y analizar los elementos de la comunicación y los ejemplos que nos rodean a diario.
Desde que un ser humano nace, la comunicación forma parte de su día a día. Llora cuando tiene hambre y así se comunica, abre mucho los ojos para mostrar sorpresa, ríe cuando le hacen gorgoritos y con el paso del tiempo dice el nombre de su madre, aprende un lenguaje hablado o un lenguaje de signos y poco a poco es capaz de crear mensajes, emitirlos y también decodificar los que le envían. Podemos identificar los elementos básicos y secundarios de la comunicación en cualquier interacción humana cotidiana.
El historiador y filósofo israelí Yuval Noah Harari, uno de los intelectuales contemporáneos más influyentes del mundo, considera que el motivo de que el ser humano domine el planeta (por encima de otros animales) es su capacidad para colaborar en grandes, inmensos, grupos a través de ficciones. Es decir, las historias compartidas nos definen como humanidad (cultura, religión, historia, ciencia) y lo que tienen en común todas esas historias es que para ser compartidas necesitan ser comunicadas.
Existen tres elementos básicos que tradicionalmente se han considerado necesarios para que exista la comunicación:
Emisor
Se trata del elemento o la entidad que crea el mensaje. Puede ser singular (un individuo, una máquina, una empresa) o puede haber varios emisores. Algunos estudiosos se refieren al emisor como fuente e incluso como codificador, ya que es el encargado de elegir el sistema de símbolos en el que se realizará el mensaje.
Mensaje
Es la información que se transmite.
Receptor
Entidad (de nuevo puede ser individual o colectiva) que recibe y decodifica la estructura recibida, también llamado en algunas teorías decodificador.
Con el avance del desarrollo de teorías comunicativas concretas se han ido añadiendo elementos y factores sin los que la comunicación no puede ser efectiva. Es decir, un emisor puede enviar un mensaje y el receptor recibirlo pero no entenderlo o no saber interpretarlo. ¿En ese caso se habría dado un proceso comunicativo? En teoría sí, pero este no habría sido efectivo, pues no habría alcanzado su objetivo.
La experta en filología mexicana Helena Beristáin define el mensaje como “una cadena finita de señales producidas, mediante reglas precisas de comunicación, a partir de un código dado”. Además, esta investigadora incluye el matiz de que para que el proceso sea efectivo debe ser compartido y transmitido con el mínimo de errores. Esta definición, más desarrollada, introduce algunos de los elementos secundarios de la comunicación, como son el código, el canal y el contexto.
Código
Conjunto de normas compartidas que se utilizan para ordenar la información. Es importante que emisor y receptor compartan el mismo código de comunicación para que ésta sea efectiva.
Canal
Medio a través del cual se transmite el mensaje. Los canales han ido cambiando a lo largo de la historia (desde el aire en una conversación hablada, hasta internet en un email).
Contexto
Elemento más complejo de la comunicación, ya que implica todo lo que rodea el propio mensaje, tanto el contexto idiomático, verbal, extraverbal e, incluso, cultural.
Así pues, el “buenos días” que te dice una persona al entrar al ascensor por la mañana es el mensaje; quien lo dice, el emisor, y tú eres el receptor. Los elementos secundarios también son fácilmente reconocibles: el código es el idioma oral en castellano, el canal es el aire por el que se ha transmitido el mensaje y el contexto nos aporta información (como que probablemente esa persona y tú seáis vecinos, estéis en España y que es por la mañana).
La comunicación es un elemento fundamental en el día a día del ser humano y consiste en un proceso dinámico de transmisión de información entre uno o varios emisores y uno o varios receptores. La Real Academia Española (RAE) la define simplemente como la acción y efecto de comunicarse. Pero ¿qué implica comunicarse? La palabra comunicación comparte raíz con el vocablo latino communis, compartido por todos, y es en esa idea en la que se asienta el concepto de la comunicación: una colectividad que comparte información.
La mayor parte de expertos en el campo definen la comunicación a través de sus elementos, ya que al tratarse de un proceso, estos son imprescindibles para que exista un proceso comunicativo.
Sin lugar a dudas, la comunicación humana es compleja. En ella se incluyen, por ejemplo, desde los medios de comunicación de masas hasta la comunicación corporativa, pasando por la comunicación online. Por eso, los estudios del Grado en Comunicación dan una perspectiva general para convertirse en un profesional de la comunicación capaz de hacer que estos procesos complejos sean efectivos y cumplan las funciones que buscan.
