Iván Asín-Izquierdo
Desde el Máster en Preparación Física y Readaptación Deportiva en Fútbol de UNIR, analizamos la problemática sobre este ámbito de estudio tomando como referencia el fútbol profesional.
La investigación científica establece un proceso tanto creativo, sin restricciones, como sistemático. La investigación es definida por la RAE como la “acción o efecto de investigar”, y la investigación básica como “la investigación que tiene por fin ampliar el conocimiento científico, sin perseguir, en principio, ninguna aplicación práctica”, sin embargo, la investigación aplicada tiene el objetivo de resolver un problema o planteamiento, con cierta aplicación práctica.
El método científico conforma un ciclo y una retroalimentación constante y continua en el desarrollo del conocimiento científico1, gracias a refutar o confirmar las hipótesis, modificando y añadiendo nuevos conocimientos a los existentes, contrastados con otros resultados científicos y posibilitando, en algunos casos, su aplicabilidad.
La estructura de un estudio científico se puede organizar en base cuatro elementos principales: finalidad, temporalidad, control de la asignación de los factores y cronología. En relación con esto, se observan diferentes clasificaciones de la tipología de los estudios, destacando estudios descriptivos transversales y longitudinales, analíticos observacionales, analíticos experimentales y otros estudios1.
¿Por qué es tan complicada la aplicación práctica de la investigación científica en el fútbol?
La evidencia científica difiere en muchos aspectos de la práctica profesional debido a la complejidad del deporte y al sistema actual de investigación, publicaciones y evaluación. También por la necesidad de un gran control metodológico que dificulta el tratamiento de los datos y resultados en la práctica profesional real, los formatos, el tiempo requerido y los estándares de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, entre otros elementos, tal y como leemos en la publicación Houston, we still have a problem!2 .
Debido a ello, existen problemas en la colaboración entre investigadores científicos y técnicos, equipos o deportistas profesionales3. Por esta razón, la aplicación práctica de los avances científicos en el fútbol, en muchas ocasiones, está limitada.
En un estudio de Brito et al.4 sobre los 50 artículos más citados en Medicina y Ciencia en el fútbol, estos se organizaron en función de varias características como tipo de artículo, nivel de evidencia, temática y tipo de muestra, destacando el área temática de medicina deportiva, seguida de entrenamiento y pruebas, análisis de rendimiento y fisiología. Sin embargo, ningún estudio estaba dedicado a biomecánica, nutrición, psicología del deporte, entrenamiento o ciencias sociales. Además, solo se observaron tres estudios experimentales, dando a entender lo lejos que estamos de establecer pautas teóricas y metodológicas para la Medicina y la Ciencia aplicada en el fútbol4.
La naturaleza del deporte de élite ha dificultado la colaboración con investigadores científicos mediante la integración de los programas de investigación aplicada en el deporte de alto rendimiento. Estos programas deben conectar un sistema rápido, intuitivo y emocional del científico deportivo y cuerpo técnico (entrenadores de fútbol, directores técnicos, preparadores físicos…) por la necesidad de resultados y eficiencia, con un sistema más lento, deliberado y lógico, del investigador científico aplicado; ambas partes deben unirse bajo un principio de innovación con un objetivo común5.
¿Cómo puede mejorar esta problemática?
La intervención debería realizarse mediante un trabajo multidisciplinar e integración de profesionales y científicos con el objetivo de desarrollar una práctica basada en la evidencia, que limite las deficiencias entre los dos ámbitos6, integrando la experiencia del entrenador de fútbol y los técnicos, los valores de los atletas y la mayor evidencia de la investigación, con relevancia en el proceso de toma de decisiones.
Otros estudios realizados fuera del contexto deportivo también serán importantes y servirán de apoyo y ayuda para establecer las bases de la aplicabilidad, aunque debido a la naturaleza del fútbol profesional, la posible incidencia de estos estudios en el entrenamiento y la competición es muy limitada.
Por todo ello, las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte parecen permanecen alejadas, en cierto modo, de la práctica deportiva profesional, debido a la desconexión con el propio contexto y la muestra de cierta controversia, lo que limita su aplicación práctica en muchos casos, teniendo en cuenta las variables contextuales. Por lo tanto, se debe establecer y desarrollar un conocimiento relevante con aplicabilidad práctica profesional, determinado por el trabajo multidisciplinar, la innovación y los recursos desde la contextualización específica, reduciendo así esta desconexión, en algunos casos, entre la práctica profesional y la investigación científica.
Por otro lado, el desarrollo y evolución de la investigación científica, tecnológica y de innovación en el ámbito de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, en los últimos años, ha posibilitado, en consonancia, la evolución en el entrenamiento, la competición y el propio conocimiento del fútbol.
En este sentido, Kirkendall 7 ya hablaba sobre su aplicación en este deporte, observando referencias en este manuscrito desde 1960 y determinando aspectos relevantes en la naturaleza y demandas del fútbol. En este caso, mediante la realización de carreras cortas y largas distancias recorridas, así como a través de las características fisiológicas de los futbolistas, establecidas en medio de los rangos para los atletas en todas las variables. Destacaba así, la capacidad de realizar repetidamente habilidades motoras complejas durante situaciones tácticas en constante cambio, incluyendo referencias en relación a lesiones deportivas, prevención y readaptación física-deportiva.
Esta situación ha propiciado un cambio en base al desarrollo de la metodología, control e introducción de nuevas tecnologías en el entrenamiento y la competición. Por otro lado, también favorecido por la expansión y repercusión global de este deporte, tanto a nivel social como económico en el siglo XXI, desarrollando incluso técnicas masivas y complejas de análisis de datos, como el big data.
¿Qué herramientas y recursos favorecen la investigación científica y su aplicación práctica?
La gran cantidad de información y datos que se maneja en fútbol profesional de forma diaria requiere de una adecuada reflexión y capacidad crítica, desarrollando el sentido común en la intervención establecida, en relación con el problema de su aplicabilidad anteriormente mencionado.
Los resultados aportados por estos nuevos planteamientos, evidencias, herramientas y recursos nos proporcionan datos, ya sea en formato de número, tiempo, volumen, intensidad, tipo, estructura, percepción, índices u otros. Estos deben ser tratados y evaluados por los científicos y profesionales para poder establecer conclusiones y su consecuente aplicación práctica, al igual que el vídeo, que sigue siendo la herramienta principal en el estudio del entrenamiento y la competición, mediante el feedback y análisis a nivel técnico8.
La investigación científica ha posibilitado el desarrollo de herramientas y recursos tecnológicos útiles y válidos a nivel metodológico en entrenamiento, competición, preparación física, prevención de lesiones y readaptación físico-deportiva en fútbol, así como en la planificación, análisis y control del proceso de entrenamiento deportivo, competición, deportista y equipo. Las herramientas, recursos, nuevas tecnologías y tendencias en investigación científica y práctica profesional en fútbol muestran evidencia científica y aplicabilidad práctica, mediante una serie de transferencias, interrelaciones e interconexiones, con algunas limitaciones.
En conclusión, en el fútbol profesional, la investigación científica y la intervención profesional deben estar conectadas. El experto encargado de analizar y evaluar la amplia cantidad diaria de datos, que genera el fútbol profesional, es esencial para llevar a cabo su aplicación práctica con sentido común, incluso en fútbol semiprofesional o amateur, creando y desarrollando la figura, en los últimos años, del científico deportivo o Sport Scientist.
*El Máster en Preparación Física y Readaptación Deportiva en Fútbol de UNIR, donde Iván Asín-Izquierdo imparte clase como profesor, intenta acercar la investigación científica a su aplicabilidad práctica en el alto rendimiento deportivo en fútbol. Si consideras que cumples el perfil, te animamos a que formes parte de nuestra próxima edición.
Referencias bibliográficas
Argimon JM, Jiménez J. Métodos de investigación clínica y epidemiológica. 4th. ed. Barcelona: Elsevier; 2013.
Buchheit M. (2017). Houston, We Still Have a Problem, Int J Sports Physiol Perform. 2017; 12(8): 1111–1114.
Malone JJ, Harper LD, Jones B, Perry J, Barnes C, Towlson C. Perspectives of applied collaborative sport science research within professional team sports, Eur J Sport Sci. 2018; 9(2): 149–155.
Brito J, Nassis GP, Seabra AT, Figueiredo P. Top 50 most-cited articles in medicine and science in football, BMJ Open Sport Exerc. Med. 2018; 4(1): e000388.
Coutts, AJ. Working Fast and Working Slow: The Benefits of Embedding Research in High-Performance Sport, Int J Sports Physiol Perform. 2016; 11(1): 1–2.
Coutts, AJ. Challenges in Developing Evidence-Based Practice in High-Performance Sport, Int J Sports Physiol Perform. 2017; 12(6): 717–718.
Kirkendall DT. The applied sport science of soccer, Phys Sportsmed. 1985; 13(4): 53–59.
O’Donoghue P. The use of feedback videos in sport, Int J Perform Anal Sport. 2016; 6(2): 1–14.
