UNIR Revista
La distanasia es una técnica empleada por algunos médicos con muchas implicaciones éticas que, al aplicarse, incumple principios básicos de la bioética.
La medicina, en constante evolución, presenta nuevas técnicas y tratamientos que generan debates éticos. Uno de estos debates se centra en la distanasia, una práctica médica científicamente correcta que conlleva una fuerte decisión ética.
La distanasia, obstinación terapéutica o ensañamiento terapéutico consiste en la aplicación de medidas no indicadas, desproporcionadas o extraordinarias que tienen como fin evitar la muerte de un paciente con una enfermedad terminal o irreversible.
El personal médico tiene como misión salvaguardar la vida del paciente. Al respecto, la Declaración de Venecia de la Asamblea Médica Mundial (AMM) sobre la enfermedad terminal (octubre 1983), revisada por la 73ª Asamblea General de la AMM (Berlín, Alemania, octubre 2022), recoge entre sus principios el deber médico de curar cuando sea posible, aliviar el sufrimiento y proteger los intereses de sus pacientes.
En este caso, la obstinación terapéutica genera conflictos éticos relacionados con la responsabilidad de los profesionales sanitarios y con los derechos del paciente, su dignidad y su calidad de vida.
Causas que generan la obstinación terapéutica
Cuando una persona padece una enfermedad crónica, terminal o irreversible, se suceden una serie de situaciones que pueden dan lugar a la aplicación de la distanasia:
- Algunos médicos tienen el convencimiento de que la vida biológica es un bien que debe defenderse y por el que hay que luchar. A tal fin, el profesional hace uso de cualquier técnica que pueda utilizarse para mantener con vida al paciente, al margen de consideraciones sobre el nivel de calidad de esa vida.
- Se adoptan medidas terapéuticas con más consideración por los aspectos científicos de la enfermedad que por la del propio enfermo, cuyo diagnóstico es irreversible.
- Familiares y allegados del paciente demandan agotar todas las posibilidades técnicas en un intento de salvar la vida del paciente con enfermedad crónica o terminal.
- Se pasa por alto o se ignora el derecho del paciente —o, en su defecto, el de sus representantes legales o familiares en su nombre— a rechazar el inicio o continuación de tratamientos médicos que prolonguen su padecimiento o agonía.
- El miedo al fracaso o resistencia del profesional médico a aceptar la muerte del paciente puede conllevar a aplicar la obstinación terapéutica.
Además de estas causas, también puede influir otras tales como: la dificultad asociada al diagnóstico, la experiencia del personal médico, las características propias del paciente (si es una persona joven, por ejemplo)… promoviendo la falsa idea de que podrá mejorar y la muerte se detendrá. Algunos médicos, movidos por estas causas, emplean métodos inútiles y desproporcionados a los pacientes con consecuencias nulas sobre el paciente, ya que no logran revertir su enfermedad.
Consideraciones éticas de la distanasia
La obstinación terapéutica genera un debate ético que se basa en el problema de establecer el límite entre cuidados básicos (como la alimentación) y cuidados artificiales o complementarios (intubación).
¿Se puede justificar el tratamiento terapéutico a pacientes terminales?; al emplear esta práctica, ¿se respetan los principios bioéticos?; ¿es ético aplicar tratamientos a un paciente concreto sin otra finalidad que la de mantener la vida meramente biológica, sin posibilidad de mejora? Las respuestas a estas preguntas no son sencillas, pero tienen como base los principios de la bioética.
Es decir, el empleo de la distanasia incumple alguno de estos principios, empezando por el del respeto a la autonomía del paciente, que permite a la persona tomar sus propias decisiones.
Además, la beneficencia es otro de los principios ignorados porque la obstinación terapéutica no tiene en cuenta el bienestar de la persona, ya que el fin principal de esta técnica es la de preservar la vida biológica del paciente sin importar la calidad de esa vida.
Dentro del sector de la medicina, estas medidas pueden ser consideradas éticamente reprobables, por lo que resulta necesario que haya personal cualificado que sepa cómo gestionar estas situaciones. Al respecto, UNIR ofrece el Máster en Bioética online y oficial, que capacita a profesionales del ámbito sanitario a abordar este tipo de debates éticos y a gestionarlos con rigor, eficiencia y desde una perspectiva científica.
