Luz Ocampo
Sara Barbeito es directora del Máster en Terapias de Tercera Generación. Entendemos con ella las claves de esta especialización de la psicoterapia.
Ansiedad, depresión, estrés… Una de las consecuencias de la pandemia por COVID-19 ha sido el aumento de problemas de salud mental. De hecho, según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia a nivel mundial de este tipo de enfermedades aumentó un 25% durante el primer año de la pandemia. Dos años después, la situación no ha mejorado; según el informe de Fundamed, “casi tres millones de personas tienen un diagnóstico de depresión en España, lo que la convierte en la enfermedad mental más prevalente en nuestro país”.
¿Cómo tratar los problemas de salud mental? No hay una respuesta única pero en ella sí debe entrar una variable: las terapias de tercera generación. “La evolución de las demandas asistenciales, así como de la sociedad, requieren intervenciones eficaces que tengan en cuenta no solo el síntoma, sino también el contexto donde se desarrolla”, explica Sara Barbeito Resa, directora del Máster en Psicoterapia: Terapias de Tercera Generación de UNIR. Aprovechamos para hablar con ella y entender mejor por qué es necesario seguir esta línea de acción.
A nivel mundial, las denominadas terapias de tercera generación son las más utilizadas por los profesionales de la salud mental, tanto en el ámbito público como en el privado. ¿Cuál es su origen?
Este tipo de terapia surgió en la década de los 90 como una continuación a partir del conductismo y de la terapia cognitivo conductual. Sin embargo, incluyeron un elemento diferenciador respecto a sus antecesoras: la atención hacia el contexto, siendo el núcleo para entender los acontecimientos. Es decir: no solo tienen en cuenta el síntoma, dificultad o comportamiento, sino que lo abordan de una forma integral, acercándose a la persona y todo lo que le rodea.
¿Cuáles son las características definitorias de este tipo de terapias?
Las terapias de tercera generación no tratan de eliminar lo anterior, sino de sumar, comprender mejor el funcionamiento psicológico de la persona. Se trata de entender lo que sucede a través del contexto donde se produce, de la historia vital de cada persona, de la interpretación que hace de su realidad… Su principio nuclear es dejar la lucha contra los síntomas para centrarse en realizar una reorientación en la vida del paciente, aportando una atención más individualizada.
“Estas terapias se pueden utilizar para tratar la ansiedad, la depresión o dificultades maritales”
Dentro de las terapias de tercera generación se engloban diferentes tipos. ¿Cuáles serían las más destacables?
Se incluye una variedad de modelos, técnicas y tratamientos que refuerzan la capacidad del profesional. Son representantes de este tipo de terapia Haynes (terapia de aceptación y compromiso), Lineham (terapia dialéctico conductual), Kabat- Zinn (mindfulness), Shapiro (EMDR, desensibilización y reprocesamiento por los movimientos oculares), Bateman y Fonagy (psicoterapia basada en la mentalización) o Ryle (terapia cognitivo analítica), entre otros.
¿En qué tipo de casos se pueden aplicar?
En la actualidad, son recomendadas en diferentes guías de rigor y como primera línea de tratamiento por diversas organizaciones de referencia, como la OMS. Así, se están obteniendo importantes datos sobre su eficacia en multitud de trastornos mentales y dificultades: personalidad, conducta alimentaria, ansiedad, depresión, psicosis, trastorno de estrés postraumático, dificultades maritales, entre otros. Se aplican a diferentes grupos de edad con buenos resultados, incluso de forma preventiva.
De hecho, son las terapias con mayor prevalencia dentro de la psicoterapia.
Así es, y se debe a varias razones: se ha demostrado su eficacia, están protocolizadas, manualizadas y cuentan con una duración determinada. A ello hay que sumarle que tienen una gran aceptación por buena parte de la población, lo que facilita la asistencia y el compromiso de los pacientes con las mismas.
La importancia de la formación
¿Por qué es importante para un psicólogo o psiquiatra estar formado en terapias de tercera generación?
Se trata de dos disciplinas científicas que están en constante desarrollo y actualización. Las terapias de tercera generación han mostrado una gran eficacia en numerosos problemas y trastornos ya que permiten abordar cada circunstancia desde diferentes perspectivas, aportando rigor científico y humanidad. Son una herramienta muy valiosa que permite responder a las necesidades tanto de la sociedad como de los profesionales de la salud mental.
Es fundamental estar formado en esta área con titulaciones como el Máster en Psicoterapia: Terapias de Tercera Generación de UNIR, en el cual se incluyen seminarios y masterclasses con expertos a nivel internacional, como el “Manejo clínico de las conductas autolesivas en adolescentes mediante terapia dialéctico conductual”, o casos clínicos sobre mindfulness, psicoterapia integradora o psicoterapia basada en la mentalización.
